Lo que China está consiguiendo en la industria del automóvil escapa a cualquier lógica. Los fabricantes procedentes del gigante asiático han irrumpido con fuerza en el mercado europeo, principalmente por las oportunidades que está brindando el coche eléctrico a que nuevas empresas y otras ya consolidadas en su país natal se expandan a otros mercados.

A pesar de ser marcas relativamente nuevas en Europa, el mercado está respondiendo contra todo pronóstico, lo que lleva a estos fabricantes chinos a mejorar las líneas de producción y sus departamentos de I+D con el fin de atender a la demanda y de ofrecer siempre un producto actualizado, con lo último en tecnología de propulsión, conectividad y seguridad.

Las marcas y modelos de coches chinos que triunfan fuera y pronto llegarán a España

China está revolucionando el mercado del automóvil mundial

Este escenario ha llevado a China a fabricar vehículos eléctricos más rápido que Europa, Estados Unidos y Japón. De hecho, en 2023 la marca china BYD se convirtió en el principal vendedor de coches eléctricos del mundo, superando a Tesla que hasta entonces ocupaba el primer puesto del ranking, mientras que China experimentó un crecimiento del 90% en sus ventas.

Los fabricantes chinos no solo tienen una capacidad de producción mayor, sino que también desarrollan sus vehículos alrededor de un 30% más rápido que los fabricantes tradicionales. NIO, por ejemplo, tarda menos de 36 meses en crear un coche, desde el inicio del proyecto hasta la entrega a los clientes, mientras que la media de otras marcas es de alrededor de 48 meses.

Mientras tanto, la marca Zeekr, que pertenece al gigante chino Geely, propietaria de otras marcas como Volvo y Polestar, puede desarrollar vehículos desde cero en tan solo 24 meses. La compañía lanza diferentes modelos que van desde SUV a compactos, vehículos que comparten arquitectura digital y de fabricación con otras marcas del grupo, como Smart o Lynk & Co.

Más rápido y con productos nuevos y/o actualizados

Debido a que los compradores chinos tienden a preferir coches nuevos o recientemente actualizados, la vida comercial de los vehículos que se producen en el país asiático es inferior a la de otras regiones del planeta. De media, las marcas chinas actualizan o renuevan sus modelos cada 1,3 años, en comparación con los 4,2 años de las marcas extranjeras, según un estudio reciente.

Para poder actualizar sus vehículos con mayor frecuencia que otras marcas europeas, estadounidenses o japonesas, los fabricantes chinos recurren a una estrategia que se basa en equipar sus coches con tecnologías y chips latentes, lo que les permite activarlos o mejorarlos mediante actualizaciones inalámbricas cuando sea conveniente.

En el caso concreto del NIO ES7, el SUV chino llegó al mercado en 2022 con cuatro chips Nvidia Orin, de los cuales solo utilizaba tres. El cuarto se activó el año pasado para aumentar la velocidad de procesamiento del vehículo, permitiendo así implementar una tecnología que permite ver una cuenta regresiva del tiempo restante hasta que el semáforo está verde y envía notificaciones al conductor.

Otras razones por las que China tiene la capacidad de producir vehículos más rápidos que Europa, USA o Japón se deben a que trabajan en muchas etapas de desarrollo a la vez, están dispuestos a sustituir proveedores tradicionales por otro más pequeños y rápidos, y realizan más pruebas virtuales (simuladores y recreaciones) que pruebas mecánicas, que requieren más tiempo.