La burocracia para renovar el carné en Japón

Jacob Schlesinger es un periodista de la edición nipona del Wall Street Journal desplazado al país del sol naciente donde se fue a convalidar su licencia de conducir después de un tiempo de practicar recorridos y gastar 600 euros en la traducción de su licencia norteamericana. Aun así, la burocracia para renovar el carné en Japón le pilló totalmente desprevenido. Lo cierto es que en EEUU se trata, como en España, más bien de un trámite administrativo, aunque aquí la DGT ya anda barruntando hacer una especie de reválida con algo parecido a un examen. 

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Si es así, quizá dentro de no mucho se vean en los centros de examen de Tráfico escenas como las que presenció Schlesinger para convalidar el carné en Tokio. Una mujer temblorosa, había acabado llorando la última vez, aguardando su turno en una silla de plástico, horas de prácticas de conducción por los lugares donde podría llevarle el examen y cientos de euros. Pero sobre todo, horas y horas de interminable e inexplicables esperas en un país en el que la burocracia después de un régimen real de más de mil años. 

Además, todo en el centro de exámenes está controlado por agentes de la autoridad, que son quienes se encargan de hacer pasar a los examinados a los coches. Esto asustó un poco a Schlesinger porque en su país los policías imponen bastante, pero no me parece una idea tan descabellada para importar a España, donde hay épocas en las que los examinadores de la DGT han denunciado amenazas y agresiones. Después de dos meses de papeleos y un fin de semana de curso intensivo en un centro de preparación, Schlesinger se sintió preparado para obtener el carné de conducir japonés.

Y es que renovar el carné de conducir en Japón tiene sus trucos: por ejemplo, antes de subirte al coche, tienes que dar una vuelta completa alrededor y mirar debajo para comprobar que no todo está en orden. ¿Y si no lo haces? Suspenso. Igual que si el agente considera que llevas el calzado inapropiado, cosa que también propongo importar a España. Aquí, creo que ya todo el mundo sabe que conducir con chanclas está prohibido, pero a lo mejor les quedaría más claro si a alguien alguna vez le pasara como a la chica que vio el periodista en el centro de exámenes de Tokio, a la que sacaron del coche por no ir calzada adecuadamente. Por cierto, al final Jacob Schlesinger consiguió renovar su licencia en Tokio.

Foto: Tankobee.Flickr.