Los coches eléctricos han planteado muchos cambios en el mundo de la movilidad, muchos para bien, pero también situaciones con las que es difícil de lidiar. Una de las más extremas es la que se produce cuando uno de ellos se incendia, puesto que extinguir el fuego es algo extremadamente complicado y que ha dado lugar a situaciones con grandes daños.

Hasta tal punto ha sido así que muchas navieras ponen problemas, cuando no directamente se niegan a ello, para transportar coches eléctricos, puesto que ya son varios buques los que, debido a un fuego iniciado en un vehículo de baterías, han acabado siendo pasto de las llamas y han perdido toda su carga.

En términos generales es un tema que trae de cabeza a los departamentos de bomberos de todo el mundo, que todavía están un poco “a ciegas” al respecto y buscan de manera activa nuevos modos para lidiar con estos incendios de manera más eficiente.

En algunos lugares del mundo, por ejemplo, han pedido a los ciudadanos que no aparquen vehículos de cero emisiones en aparcamientos profundos o lugares de difícil acceso, porque es posible que algo así complique considerablemente la tarea.

De base, sigue atacándose los fuegos de coches eléctricos con mangueras y agua, pero se trata de un método que no es tan efectivo como en incendios convencionales y una alternativa que esta cobrando peso es la “ahogar” al fuego privándole de oxígeno, algo que se lleva a cabo utilizando mantas especiales.

El South Metro Fire Rescue Centennial de Colorado, Estados Unidos, ha compartido en Youtube un vídeo sobre cómo lidiaron con el incendio que sufrió un Jaguar I-Pace en un garaje en una zona residencial:

Según comenta el propio departamento de bomberos, los hechos tuvieron lugar el pasado 10 de enero y comenzaron cuando se puso a cargar el Jaguar en la casa. 

Cuando llegaron al lugar, comenzaron la extinción por el método tradicional, con los camiones bombeando agua hasta que, aparentemente, las llamas desaparecieron. Sin embargo, el problema con los eléctricos es que, por las altas temperaturas que alcanzan y la composición de sus baterías, es relativamente fácil que vuelvan a prender y no haya servido de nada.

Los bomberos consideraron que la batería del I-Pace todavía podía volver a prender, así que, una vez sacado del garaje, procedieron a cubrirlo con una manta térmica especial, que pesa unos 28 kilos y se extiende sobre el vehículo, privando al posible fuego de la alimentación por oxígeno y ayudando a reducir la temperatura para evitar que vuelva a iniciarse.

Se ha visto con anterioridad el uso de estos dispositivos, que tienen un precio elevado (se habla de entre 3.000 y 5.000 dólares), pero son una alternativa mucho más eficiente al uso de las mangueras y el agua.

De hecho, se apunta a que esto último no solo no es buena idea por que se emplea demasiado tiempo y a veces no se consigue el resultado, si no que, además, ese agua, tras bañar al coche eléctrico, puede acabar resultando tóxica.