El Audi RS6 2020 será presentado el 26 de noviembre

La nueva generación del Audi RS6 Avant se ha presentado recientemente. Ya sabéis, un familiar con malas pulgas que además de ofrecer un comportamiento dinámico fuera de lo común asegura espacio a raudales. Pero, ¿por qué Audi no se lanza a presentar una versión de este estilo con el Audi A6 berlina como protagonista? La espera, amigos, ha llegado a su fin. El próximo día 26 de noviembre conoceremos el nuevo Audi RS6 2020, que será un rival en toda regla del BMW M5 o del Mercedes-AMG E 63. Eso sí, sólo en determinados mercados.

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La idea de la firma de los cuatro aros es poner a la venta el nuevo RS6 berlina tanto en tierras norteamericanas como chinas. Salvo sorpresa, la llegada del modelo a Europa está descartada, al menos de momento. En cualquier caso, la receta estética del vehículo será la misma que la que ya hemos visto en el familiar. Es decir, un extra de músculo en la carrocería, llantas de gran tamaño, un interior con un ambiente racing muy marcado y un motor de gran potencia.

Bajo el capó del nuevo Audi RS6 2020 encontraremos el mismo propulsor que ya impulsa tanto a la variante Avant como al RS7 Sportback. Eso quiere decir que estamos hablando del V8 biturbo TFSI de 4.0 litros con 600 CV de potencia y un par máximo de 800 Nm. En la versión Avant esto se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, mientras que los 200 km/h los alcanza desde parado en 12. La velocidad máxima de serie es de 250 km/h, aunque si aplicamos todos los paquetes disponibles llega hasta la friolera de 305 km/h. Estos últimos baremos no creemos que cambien, pero es de esperar una ligera mejora en lo que se refiere a la aceleración ante un previsible menor peso del modelo, que imaginamos que también mejorará en términos aerodinámicos. No olvidemos tampoco que el motor viene acompañado de un sistema 'mild-hybrid' capaz de ahorrar hasta 0,8 litros de carburante cada 100 kilómetros.

Otros elementos que se espera que comparta el nuevo RS6 2020 con la variante Avant que ya conocemos son la suspensión neumática o el diferencial central. Respecto a lo primero nos encontramos con un tarado de la amortiguación variable, mientras que lo segundo asegura un reparto del par que, por defecto, envía el 40% del mismo a la zona delantera y el 60% a la trasera. Según la circunstancia se puede enviar hasta el 70% delante y hasta el 85% detrás. Además, la dirección es de desmultiplicación variable.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?