Aquí tenéis la prueba de que no todos los SUV son un éxito
Aquí tenéis la historia de un SUV que no triunfó, la prueba de que no todos los SUV son un éxito la tenemos en el Ford Flex. Si bien, se trata de un todocamino que, a pesar de que la marca no ha hecho oficial que dejará de fabricarlo, todo apunta a que no continuará en los planes de la compañía. Además, el Ford Flex se fabrica en Oakville, en Ontario, junto al Lincoln MKT, lo que puede suponer que tanto uno como el otro dejarán de producirse.
El Ford Flex nacía en 2007, cuando se presentaba en el Salón del Automóvil de Nueva York. Más tarde, en 2008, salía al mercado, produciéndose junto al Ford Edge y el Lincoln MKX en la planta que tiene ubicada la marca en Ontario. El Ford Flex se basa en el prototipo Ford Fairlane que la compañía lanzó en Detroit allá por 2005, un SUV de carácter y diseño moderno. La idea era remplazar al Ford Freestyle, dejando al cliente un todocamino práctico que pudiera ser usado como monovolumen.
Igualmente, Ford pensó en el Flex como sustituto tanto del mencionado Freestyle como de la versión familiar del Taurus, el Ford Taurus X. Aunque todo quedó en una idea. El Ford Flex se vende en Estados Unidos, Canadá y en el Medio Oriente, y en estas regiones no ha disfrutado del recibimiento esperado. Pese a contar con un habitáculo capaz de ofrecer hasta siete plazas, su diseño y capacidades no han convencido, estando ahora en estudio su continuidad.
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Si la marca del óvalo finalmente decide continuar con la producción del Ford Flex, es seguro que recibirá una actualización importante. Uno de sus puntos flacos es el peso total que declara, unas 2,5 toneladas, lo que llevará a Ford a utilizar materiales ligeros en su construcción. De la misma manera recibirá motores EcoBoost en su gama mecánica, intentando reducir al máximo el peso del vehículo.
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