6 secretos que nadie se atreve a confesar sobre los problemas de vivir en una autocaravana y debes saber

Cuando habla de coger una furgoneta camper y echarse a la carretera todo suena a aventura y vacaciones, pero una cosa es hacerlo durante unos días en la época estival y otra vivir de esa manera. Tiene sus ventajas, pero también sus contras y hoy vamos a centrarnos en los “peros” de este enfoque: los problemas de vivir en una autocaravana.

El espacio

Por grande que sea una autocaravana, va a ser más pequeña que un piso (por noma general), a lo que se suma además el hecho de que la compartimentación de ésta es muy diferentes, no hay estancias al uso y la sensación de estar siempre en el mismo sitio es bastante grande. 

Hay que mentalizarse de esto, puesto que aunque este tipo de vehículos están muy bien aprovechados y cuentan con huecos por todas partes, el espacio disponible es reducido y puede llegar a ser agobiante.

La privacidad

Derivado del punto anterior, la escasez de espacio hace que tener privacidad sea prácticamente imposible. Si viajas solo no es problema, pero lo habitual es hacerlo en pareja e incluso hay quien lleva este estilo de vida con hijos. Cuanta más gente haya en un espacio reducido, más complicado es el asunto.

En una autocaravana es difícil encontrar hueco para estar solo y, por ejemplo, en caso de discutir, no hay a dónde irse.

Las comodidades

Es otro punto al que hay que renunciar en gran parte. Si vives en una autocaravana tienes que renunciar a gran parte de las comodidades de las que dispones en una casa. La primera es el espacio para explayarte, pero también hay que meter en la lista muchos tipos de electrodomésticos, televisiones de gran tamaño, camas de mucha calidad, etc.

La naturaleza de una autocaravana reside en aprovechar el espacio, lo que hace que sea práctico, pero menos cómodo. Además, aunque esté muy bien acondicionada, ante temperaturas extremas es posible que estés más expuesto que en un piso.

Los recursos

Como el espacio es limitado, la cantidad de víveres que puedes acumular también, así que es posible que tengas que hacer la compra de una manera más frecuente que si estuvieras en una casa. Además, hay recursos específicos a los que hay que prestar especial atención, como son las aguas limpias y sucias.

No siempre puedes ir donde quieres

Existe la creencia extendida de que con una autocaravana puedes ir a donde quieras. Esto de base es así, pues el cielo es el límite y puedes llegar hasta donde te apetezca, pero a la hora de la verdad no es tan cierto. Nos explicamos.

Existe una limitación importante en cuanto a áreas de pernocta, hasta tal punto que lo de ir a la aventura y dormir donde se encuentre es casi un imposible. Por norma general los campamentos donde es factible tienen bastante afluencia, así que hay que planificarse.

No es una vida tan barata

Lógicamente, vivir en una autocaravana representa cierta ventaja respecto a hacerlo en una casa en el aspecto económico, pues su adquisición es más barata, las facturas son menores, etc. Sin embargo, no es la panacea que ciertas personas se creen. 

Hay que llevar a cabo labores de mantenimiento y de manera constante hay que estar adquiriendo suministros, a lo que se suma el considerable gasto de combustible que tienen. Así, aunque es algo más asequible, es una vida que también conlleva costes asociados importantes.