Aunque en la autoescuela nos enseñan a conducir correctamente, con el paso del tiempo la mayoría de los conductores adoptamos algunas manías que pueden ser muy peligrosas. A continuación, te damos seis consejos para sentarte correctamente al volante que te pueden salvar la vida.

Nunca sabemos cuándo vamos a sufrir un accidente, por eso, es vital tener una posición adecuada. Aunque no lo creas, estar sentado correctamente o no puede determinar el alcance de las posibles lesiones que podamos sufrir en caso de colisión.

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Hay conductores que les gusta ir sentados más alto y otros que prefieren llevar el respaldo del asiento muy inclinado. ¿Ventanilla bajada o cerrada? ¿Cómo hay que colocar las manos y las piernas? Sigue leyendo para saber cómo sentarte correctamente al volante.

1 Bajar el asiento

A algunos conductores les gusta conducir en una posición elevada. De hecho, este es uno de los motivos del éxito que han tenido los SUV. Pero hay muchos que suben el asiento, porque creen que así ven mejor. Esto es un error.

La raíz de la conducción es la mirada. Vamos adonde miramos y hay que anticiparse en tiempo y distancia a lo que va a pasar, no a lo que está pasando. Es decir, no hay que mirar al morro del vehículo, sino más allá. 

Por eso, hay que bajar el asiento. De esta forma, nos obligamos a mirar lejos, mientras que, si subimos el asiento, nos obligamos a mirar cerca. Por tanto, la visión es mejor si vamos más abajo.

Pero hay otro motivo por el que no debemos subir el asiento. Si conducimos demasiado alto, la cabeza va más cerca del techo y la sien queda a la altura del borde de la puerta, golpeando directamente en caso de impacto lateral. Esto se evita bajando la posición.

2 Ventanilla totalmente cerrada

Hay muchos conductores que circulan con la ventanilla bajada a la mitad y eso puede ser muy peligroso. En caso de colisión lateral, la cabeza va directamente al filo de la ventanilla, que se convierte en una cuchilla, aumentando los daños. 

Lo mejor es conducir con la ventanilla totalmente cerrada o bajada sólo unos centímetros. Tampoco es conveniente bajar la ventanilla del todo, si ocurre un accidente, pueden salir cosas despedidas. 

3 Respaldo del asiento recto

Más de alguno conduce con el respaldo demasiado inclinado hacia atrás, porque afirma que así va mucho más cómodo. Pero esto conlleva algunos problemas. En caso de alcance por detrás, la cabeza hace un movimiento brusco hacia atrás, provocando un latigazo cervical. 

Pero si la colisión es frontal contra otro vehículo, el respaldo inclinado se convierte en una especie de rampa, deslizando el cuerpo hacia adelante. Es lo que se conoce como efecto submarino. 

4 Cinturón correctamente puesto y tensado

Relacionado con el punto anterior, la colocación del cinturón de seguridad es también fundamental. Este elemento lleva décadas salvando vidas, desde que se instaló por primera vez en un vehículo a finales de los 50. 

Pero no basta no ponerse el cinturón sino que hay que ponérselo bien, porque los elementos de seguridad también pueden perjudicar si no se utilizan correctamente. Es decir, hay que abrocharlo y tensarlo, para contener el cuerpo en caso de choque frontal. 

5 Piernas y brazos flexionados

A la hora de adoptar una correcta postura al volante, es muy importante la posición de los brazos y las piernas. De lo contrario, podemos sufrir lesiones muy graves, como facturas de fémur y cadera. 

Tanto las piernas como los brazos deben ir ligeramente flexionados, evitando así lesiones de brazos y cadera.

6 Sujeción del volante

Es muy importante trabajar el volante y su correcta sujeción. Muchos conductores, sobre todo, los que han aprendido a conducir sin dirección asistida, están acostumbrados a girar cruzando los brazos. 

Pero hoy los volantes tienen dirección asistida y airbags. El airbag es una bolsa que estalla a 300 metros por segundo y, si nos pilla con el brazo cruzado, nos impactará en la cara. 

Para curvas rápidas por autovía o carretera, es suficiente con hacer leves giros empuñando el volante con las dos manos. Sólo se pueden cruzar los brazos en maniobras de aparcamiento. Y, en los casos de aquaplaning, también se puede contravolantear. 

Para el resto de curvas, cuando nos anticipamos a una curva, anticipamos también la mano y acompañamos con la otra. De esta manera, nunca cruzamos los brazos y, en caso de accidente, llevamos la espalda recta, el cinturón tensado y el airbag nos protege sin encontrar ningún obstáculo en medio.