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125 años del primer gran viaje con el triciclo de Carl Benz

Hoy 5 de agosto se cumplen 125 años desde que Bertha Benz, esposa del ingeniero alemán Carl Benz, realizar el primer recorrido de larga distancia con un vehículo motorizado, el Patent-Motorwagen Typ III. Un hito que demostraba la viabilidad de un gran invento: el automóvil

Bertha Benz por fin se ha decidido. Hoy es el día D: 5 de agosto de 1888. Aún es de noche y Carl Benz descansa plácidamente en su cama después de una agotadora semana –una más–. Su esposa, Bertha, en cambio, ya está en pie. Lleva esperando que llegue este día desde hace tiempo. “Carl se lo merece –piensa– y si yo soy la única persona que cree en su proyecto, tendré que ser yo quien demuestre su viabilidad”. El “proyecto” al que se refiere es el Patent-Motorwagen Typ III.

Carl Benz ha trabajado muy duro. En 1883 este ingeniero alemán empezó construyendo mecánicas en Mannheim. Posteriormente instaló uno de estos motores, monocilíndrico, de 1.660 cc, 2,5 CV y refrigerado por agua, en un triciclo, que condujo por esa ciudad en 1885.

Carl Benz solicitó al Gobierno alemán a principios de 1886 una patente para su triciclo, el que puede ser considerado como el primer vehículo motorizado de la historia. Carl Benz es, sin duda, un inventor brillante, pero como empresario está muy pez: le falta tiempo, dotes y visión empresarial para dar a conocer sus inventos.

Menos mal que cuenta con Bertha. Su mujer es su mejor apoyo y la única persona que cree en el invento de Carl. Y lo que le falta al proyecto es demostrar que funciona de forma fiable y que es apto también para cubrir largas distancias.

El plan para probar el triciclo de Benz, el primer automóvil

Bertha Benz decide liarse la manta a la cabeza para dar fe de la viabilidad del vehículo de su marido. Aprovechando que el día 5 de agosto comienzan las vacaciones estivales y que hace tiempo que le había prometido a su madre –gran entusiasta, por cierto, del vehículo de Carl Benz– que la iría a visitar a Pforzheim, a unos 90 km de Mannheim, Bertha involucra a sus hijos Eugen y Richard en el plan.

Recorrido viaje de Bertha Benz con triciclo de Carl Benz

Muy de madrugada, Bertha, Eugen y Richard, de 10 y 15 años respectivamente, sacan sigilosamente el triciclo del garaje y no lo arrancan hasta estar a una distancia segura de la casa. A Carl, que aún duerme, le han dejado un lacónico “Fuimos a ver a la abuela a Pforzheim”. Ni una palabra, obviamente, de la prueba del primer automóvil de la historia.

Una vez en marcha, se dan cuenta de que ninguno de los tres sabe cómo llegar hasta Pforzheim, así que optan por recorrer pueblos y caminos conocidos. De modo que en vez de tirar hacia el sur (véase mapa arriba), giran hacia Weinheim, por el noreste, y una vez allí toman el camino hacia el sur.

La aventura con el triciclo de Carl Benz se está desarrollando sin problemas, pero al llegar a la ciudad de Wiesloch descubren con cierto estupor que la reserva de ligroin –que es como se denominaba por aquel entonces la gasolina y que sólo se vendía en farmacias– se está agotando. Menos mal que en Wiesloch hay una botica, que aún existe hoy en día y tiene el honor de ser “la primera gasolinera del mundo”.

Pero el combustible no es la única incidencia, pues hay otros problemas, como la refrigeración del motor, que se llevaba a cabo por el principio de termosifón (simple evaporación de agua). Para enfriar la mecánica tienen que recurrir a fuentes e incluso charcas que encuentran por el camino. Por suerte, la cuestión de los pinchazos no es un problema, pues las ruedas traseras son aros de metal, mientras que la delantera es de goma sólida.

Pero lo que sí se está convirtiendo en un pequeño tormento son los distintos repechos que se van topando por el recorrido. El exiguo motor de 2,5 CV del Patent-Motorwagen Typ III no da para más en las fuertes pendientes, por lo que cada dos por tres tienen que bajarse Eugen y Richard para empujar. Un esfuerzo que se compensa con las velocidades que alcanzan en las bajadas, ¡pura adrenalina!

El triciclo de Benz llega a su destino al atardecer

Las cuestas se hacen imposibles cerca de la localidad de Wilferdingen, donde gracias a la ayuda de dos chavales logran darle al Patent-Motorwagen el último empujón necesario para llegar a Pforzheim, destino que alcanzan al atardecer.

La primera parte de la aventura se ha completado con éxito, hecho del que ha tenido noticia Carl a través de un telegrama. Pocos días después inician el viaje de regreso a Mannheim, en esta ocasión por una vía más sencilla, casi en línea recta. Aun así, surgen nuevos problemas, como, por ejemplo, el desgaste del revestimiento de cuero de las pastillas de freno, que, por suerte, logran sustituir en una zapatería en Bauschlott.

Y una vez más, Bertha Benz volverá hacer gala de su tremendo talento y creatividad para solucionar otro tipo de incidencias como limpiar con un alfiler de sombrero el conducto del combustible o aislar un cable de encendido con una media.

Pero ni éste ni otros imponderables podrán frenar el ímpetu de la pionera Bertha Benz, quien, con ayuda de sus hijos Eugen y Richard, consigue culminar su aventura, que no era más que el principio de una gran historia...

DATOS TÉCNICOS: Patent-Motorwagen Typ III (triciclo de Carl Benz)

Motor monocilíndrico de 4 tiempos • 1.660 cc • Potencia máxima: 2,5 CV A 500 rpm • Carburador Benz • Sistema de refrigeración: Sistema de agua y sifón térmico • Dirección: de piñón y palanca de dirección a la mitad del vehículo • Transmisión: dos discos fijos y dos velocidades al frente, operados manualmente a través de una palanca para mover la correa de un disco a otro • Suspensión delantera: de tenedor • Suspensión trasera: eje rígido y resortes elípticos • Peso: 360 kg • Depósito: 4,5 litros en el carburador • Velocidad máxima: 16 km/h • Consumo: aprox. 10 l/100 km

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