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10 razones por las que el coche eléctrico sigue sin convencer

Por qué el coche eléctrico sigue sin convencer

El coche eléctrico presenta algunas ventajas, con respecto a uno de combustión interna, pero también algunos inconvenientes. Por ello, te decimos diez razones por las que el coche eléctrico sigue sin convencer a todos.

Uno de los temas más candentes del momento que nos ha tocado vivir es el coche eléctrico y todo lo que rodea. Poco a poco, su presencia en el mercado va aumentando. Sin embargo, sigue sin convencer y te vamos a decir diez motivos por los que ocurre esto.

Como todo en la vida, el vehículo eléctrico tiene sus partidarios y detractores que, a veces, se enfrentan como si de un partido de fútbol se tratase. 

El coche eléctrico presenta algunas ventajas, con respecto a uno de combustión interna. Al carecer de motor de gasolina o diésel, son mucho más simples y, por tanto, fiables, son más suaves y silenciosos, y no contaminan. 

Sin embargo, también plantean algunos inconvenientes. Por ello, te decimos diez razones por las que el coche eléctrico sigue sin convencer a todos.

1 Ansiedad por la autonomía

Por qué el coche eléctrico sigue sin convencer

Actualmente, la autonomía media de un coche eléctrico está entre los 300 y 400 kilómetros en condiciones reales. En el mercado hay modelos con bastante más autonomía, pero tienen precios muy elevados que los convierte en productos nicho.

Los modelos más económicos y a los que puede acceder a un mayor público tienen menos autonomía, en muchos casos, por debajo de los 300 kilómetros, en condiciones reales. 

La autonomía sigue siendo una de las principales desventajas de los coches eléctricos, porque limita mucho el uso del vehículo. Además, lo ideal si tienes un EV es tener un cargador doméstico que permita cargar la batería durante la noche para tenerla al 100% al día siguiente, pero no todo el mundo cuenta con un garaje donde instalar un poste. 

2 Problemas de carga

Los puntos de recarga para coches eléctricos en Cullera

Este problema está relacionado con lo que decíamos arriba. Para tener un coche eléctrico, lo ideal es contar con un punto de carga en casa, por ejemplo un sistema Wallbox que recarga la batería en unas horas. 

Es decir, utilizaríamos el coche como un móvil: lo usamos durante el día y, por la noche, lo enchufamos para que se recargue, aprovechando, de paso, la tarifa valle, la más baja. 

Sin embargo, esta opción no puede contemplarla todo el mundo, porque, para ello, todo el mundo debería vivir en una casa con un garaje particular donde instalar el puerto de carga. La realidad es que buena parte de la población vive en pisos y no todo el mundo tiene un garaje, aunque sea comunitario. 

3 Falsas emisiones 0

Coche eléctrico manual Toyota

Otro asunto por el que el coche eléctrico no termina de convencer son las falsas emisiones 0. Es cierto que los vehículos eléctricos no expulsan emisiones por el tubo de escape, pero generan CO2 de otra manera. 

Por ejemplo, la electricidad para recargar las baterías no procede de fuentes renovables. Una parte de esa electricidad sí tiene un origen sostenible, pero otra parte procede de fuentes fósiles, como gas natural. Por tanto, también produce emisiones de CO2. 

tesla model 3

Por otro lado, a partir del momento en que un vehículo eléctrico sale del concesionario no contamina directamente, porque no emite CO2 del escape. Sin embargo, durante el proceso de fabricación, un coche eléctrico contamina mucho más que uno equivalente diésel o de gasolina, debido a las baterías y la extracción de los minerales necesarios para fabricarlas.

Y luego hay un factor que no hay que olvidar: los coches eléctricos también utilizan neumáticos, que también contaminan y mucho, especialmente, en los vehículos pesados. Y los eléctricos son muy pesados.

4 El problema con los incendios

No es que los coches eléctricos sean más propensos a incendiarse que los de combustión. Aquí el problema está en la manera de afrontar un incendio de un vehículo eléctrico. 

Los métodos conocidos para combatir el fuego no funcionan. Hay que ahogar literalmente un vehículo eléctrico para evitar que arda y ni siquiera eso funciona siempre. En la mayoría de los casos, los bomberos lo apagan y lo mantienen separado de otros coches durante varios días después del incendio.

Los vehículos eléctricos arden con tanta intensidad por el efecto de fuga térmica. Una célula se incendia y ya no hay forma de detener las llamas hasta que se quema todo. El método más básico para combatir el fuego es cortar el oxígeno, pero como la batería de un coche es una fuente autosuficiente de oxígeno, no sirve.

5 Impuestos

El problema del coche eléctrico que casi nadie veía hace cinco años

Hasta ahora, los coches eléctricos gozan de beneficios fiscales y ayudas para incentivar su compra. Por ejemplo, en España existe el conocido Plan MOVES III con ayudas de hasta 7.000 euros y los coches eléctricos se benefician de algunas ventajas, como aparcar gratis en zona SER.

Pero esto terminará algún día, ya que las distintas administraciones de los estados recaudan una gran cantidad de dinero vía impuestos (impuestos de hidrocarburos, impuestos de matriculación y de circulación, etc). 

Si se generaliza la compra de vehículos eléctricos, toda esa recaudación se perdería. Por tanto, los gobiernos empezarán más pronto que tarde a gravar también al coche eléctrico.

6 Precio de los coches eléctricos

Otra de las razones por las que el coche eléctrico sigue sin convencer es el precio. Existe una brecha enorme entre el precio de un vehículo eléctrico y otro equivalente con motor de combustión, a pesar de las ayudas estatales, lo cual sigue siendo un freno importante para la clase media.

Este punto está estrechamente relacionado con el de la autonomía. Por ejemplo, el coche eléctrico más barato que se puede comprar actualmente en España es el Dacia Spring, que cuesta 19.990 euros, que se puede reducir hasta en 7.000 euros con las ayudas que hemos dicho.

Pero este coche anuncia una autonomía WLTP en ciclo mixto de sólo 230 kilómetros que, en condiciones reales de conducción, será inferior. Por el mismo precio de un Spring (o un poco más), es posible comprarse un utilitario de gasolina con mucha más autonomía.

7 Problemas de infraestructura

España está perdiendo el tren del coche eléctrico

Otro problema que echa a mucha gente para atrás es la escasez de infraestructuras de recarga. Es cierto que cada vez hay más puntos de carga y, en el futuro, este problema debería desaparecer. Pero en países como España el desarrollo va más lento.

Por otro lado, está el problema de los tiempos de carga, lo cual ya está provocando que en algunas zonas de alta densidad las estaciones con supercargadores se llenen de usuarios en horas punta. 

8 Estancamiento de la industria

Todavía hay fabricantes que siguen invirtiendo en motores de combustión (además de combustibles sintéticos e hidrógeno), pero la industria, en general, ha apostado todas sus cartas por el coche eléctrico, siguiendo las directrices de la clase política. 

Esto puede conducir a un estancamiento en la industria automotriz en materia de innovación. ¿Por qué? Antes teníamos una gran variedad de tecnologías, motores de cuatro cilindros, seis cilindros en línea o en V, ocho cilindros, turbos, compresores, motores delanteros, traseros, centrales… 

Ahora vamos hacia un modelo estándar con uno o dos motores (según queramos tracción delantera, trasera o total) y una batería alojada en el piso. Todos los coches con la misma configuración. 

9 Problemas de rendimiento

La mayoría de los coches eléctricos son muy potentes. Y, quizá, hay que decir estúpidamente potentes. Además, la entrega inmediata de par de los motores eléctricos permite acelerar de 0 a 100 km/h en muy pocos segundos, aunque este potencial es beneficioso a la hora de hacer adelantamientos.

El problema de los coches eléctricos es el peso y esto se convierte en un grave hándicap a la hora de ofrecer una mejor experiencia de conducción. El peso afecta al rendimiento del coche y también de la batería.

10 El coche eléctrico se ha politizado

Porsche ya ve muy cercanos los 1.000 kilómetros de autonomía en un coche eléctrico

Lamentablemente, como ha ocurrido con otras cosas, el coche eléctrico se ha convertido en una cuestión política que te identifica con una supuesta ideología, según estés a favor o en contra. 

Y, como vivimos en un mundo tremendamente polarizado, no puedes estar a favor del coche eléctrico, pero no gustarte algunas cosas del coche eléctrico y al revés. Es decir, debes estar al 100% a favor o en contra. 

Hay quien puede estar interesado en comprar un vehículo eléctrico, simplemente, porque no le gusta conducir y los coches eléctricos son mucho más sencillos de manejar. Y ello no implica que pertenezca a una determinada corriente política. 

O puede que a alguien no le termine de gustar un coche eléctrico, porque es muy caro, tiene poca autonomía o alguno de los nueve motivos anteriores y no por ello sea una persona que esté en contra de reducir las emisiones del planeta. 

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