VW Taigo, cinco virtudes y dos defectos

Con el VW Taigo, Volkswagen redondea una gama SUV de lo más completa. El nuevo integrante viene a aportar algo de estilo y deportividad a los escalones de acceso de la familia, ¿pero es todo bueno en él? Os traemos cinco virtudes y dos defectos del todocamino.

Diseño contundente

El Volkswagen Taigo entra por los ojos, sencilla y llanamente. El SUV compacto evoluciona el escudo frontal visto en los últimos Volkswagen, suma paragolpes de corte deportivo, toma la acertada decisión de reducir las protecciones inferiores de plástico solo a los pasos de rueda (lo que da mayor sensación de calidad y potencia su anchura) y, en conjunto, da la impresión de ser bastante musculoso.

Motores solventes

Con el diésel desterrado de la gama (algo cada vez más común en este segmento), la oferta mecánica se centra en tres bloques de gasolina que ofrecen una escala para conductores que busquen cosas distintas: el de acceso de 95 CV se puede quedar algo corto, pero el intermedio de 110 CV debería ser solvente y el tope de gama con 150 CV ya ofrece unas prestaciones interesantes 212 km/h.

Una dotación bastante completa

De serie el Taigo ya da buena cuenta de una dotación de equipamiento bastante interesante. A nivel de diseño monta llantas ‘Belmopan’ de 16 pulgadas, tiene las carcasas de los retrovisores en el color de la carrocería y cuenta con faros LED; en el interior dispone de asientos ‘Confort’ y del Digital Cockpit de 8 pulgadas, y entre sus asistentes de conducción están el Travel Assist, el Lane Assist, el Light Assist y el Front Assist con control de crucero adaptativo ACC.

Un maletero más que capaz

Tratándose de una carrocería de estilo cupé, al pensar en el maletero lo lógico es creer que va a ser menor que el de su hermano de formato estándar, pero nada más lejos de la verdad: el Taigo cubica 438 litros, cifra que supera a los 385 litros que ofrece el T-Cross. Estilo y practicidad, punto para el recién llegado.

Un precio correcto

Tratándose de un SUV coupé y con el posicionamiento ‘semipremium’ que busca Volkswagen, la marca podría haberse “subido a la parra” con el precio, pero la tarifa no es demasiado elevada, arrancando en 23.190 euros y sin llegar si quiera a los 24.000 si se opta por el motor de 110 CV.

Defecto: Sin visos de electrificación

Su gama mecánica, como ya hemos comentado, tiene a su favor contar con motores de potencia considerable, pero a estas alturas de la película no disponer de ninguna alternativa electrificada es un lastre, ya que las etiquetas Eco y CERO de la DGT cada vez son un factor más determinante.

Defecto: Solo dos acabados

Volkswagen lleva tiempo simplificando la gama de acabados de sus modelos, pero se antoja un poco corto solo poder elegir entre dos niveles de equipamiento (Life y R-Line), por mucho que luego puedan completarse con extras y paquetes opcionales.