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Ford S-Max Híbrido, 5 virtudes y 2 defectos

Ford S-Max Híbrido
Potente y eficiente.

El Ford S-Max Híbrido es un soplo de aire fresco para un modelo que, como sus compañeros monovolúmenes, no se encuentra en el segmento más popular de la actualidad. La llegada de esta versión asegura su supervivencia al menos durante unos años y nosotros te contamos 5 virtudes y 2 defectos del modelo.

Mecánica potente

Heredada directamente del Ford Kuga, su única opción mecánica va sobrada de potencia, puesto que desarrolla 200 CV y 210 Nm de par máximo. Es más que fuerza suficiente para, junto a la caja de cambios automática de tipo CVT, moverse con soltura tanto en ciudad como en carretera abierta. Además, le permite remolcar hasta 1.500 kilos.

Igual de práctico

La incorporación del sistema híbrido no supondrá ni la más mínima merma de su capacidad interior. Este Ford S-Max seguirá estando disponible con configuraciones interiores de cinco o siete plazas, ofreciendo en ambos casos una capacidad de maletero considerable: 700 litros para el primero y 630 para el segundo.

Más eficiente

Todavía se desconocen sus cifras homologadas de consumo y emisiones, pero es de lógica que será más frugal que un gasolina de 200 CV equivalente. Además, se ha confirmado que, aunque poca, tendrá algo de autonomía eléctrica y que cuenta con tecnología avanzada de recuperación de energía en la frenada, capturando el 90% de la que por norma general se pierde al reducir la velocidad.

Prueba del Ford S-Max 2015: multidivertido

Llega pronto

Está previsto que el S-Max híbrido se ponga a la venta a principios de 2021, por lo que quienes estén interesados en su fórmula de carrocería monovolumen y propulsión híbrida no tendrán que esperar para hacerse con él. Eso sí, seguirán comercializándose también las versiones de combustión convencional vendidas hasta ahora.

Fabricado en España

Junto con el Galaxy Híbrido, se fabricará en la planta de Almussafes en Valencia, lo que siempre es buena noticia, pero todavía más en el panorama actual. Su producción implicará una inversión de 42 millones de euros y, con ello, se asegura la actividad en la planta y que se mantenga en sus puestos a los trabajadores.

Defecto: Solo una opción mecánica

Añadir una versión híbrida está bien, pero el hecho de que se trate de una mecánica muy potente, con 200 CV, hará que su precio sea elevado (se colocará como el tope de gama), lo que probablemente eche para atrás a posibles compradores. Quizá hubiera sido buena idea sumar una algo más humilde, con potencia más racional de 130 o 140 CV, y un precio más asequible.

Defecto: ¿Por qué no PHEV?

Ya que emplea la base mecánica del Ford Kuga, quizá hubiera sido más interesante decantarse por la versión híbrida enchufable de éste, que a estas alturas puede ser una alternativa mejor para los clientes: posibilidad de conducir en modo 100% eléctrico, consumos todavía más bajos y las ventajas derivadas de la etiqueta CERO. Lógicamente haría que el modelo final fuera más caro (aunque aún no se conozcan tarifas), pero con la tecnología actual un PHEV es lo que mejor une el pasado de combustión y el futuro eléctrico (y Ford cuenta con un sistema de propulsión de este estilo en sus filas).

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