5 consejos para ahorrar combustible mientras conduces

Puedes hacer muchas cosas para gastar menos, entre ellas evitar coger el coche, pero si has de hacerlo y sigues estos cinco consejos para ahorrar combustible mientras conduces, al menos, minimizarás las veces que debas pasar por la gasolinera. De hecho, estas pautas también te ayudarán a cuidar de la mecánica y evitar averías. 

El coche es uno de los principales dispendios en una casa: Impuesto de Circulación, seguro, aparcamiento, letras del préstamo o cuota del renting, consumibles como el aceite o las ruedas o reparaciones son solo algunos de los conceptos que entran aquí, pero sobre todo el principal suele ser el gasto en combustible al conducir, aunque aquí puedes ahorrar y mucho. 

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Con un buen mantenimiento como cambiar el aceite y el filtro del aire del motor puedes hacer que el coche consuma menos, hasta un 10%, sin embargo, el mayor margen de ahorro en combustible se encuentra en la propia conducción. 

Si tienes dudas al respecto, pregúntaselo a cualquier camionero, todos reciben cursos de conducción ecológica, no es para menos, puesto que en un vehículo profesional el ahorro de combustible conduciendo puede alcanzar muchos miles de euros cada año. 

A continuación, puedes ver los principales cinco consejos para recortar el gasto en combustible mientras conduces. 

1. Velocidad constante

Hoy casi todos los coches disponen de control de velocidad, si quieres ahorrar entre un 7% y un 10% de combustible en tu coche, úsalo. Te ayudará a evitar pequeños acelerones involuntarios, irás más relajado al volante, evitarás alguna que otra multa y, de paso, cuidarás del motor. Si tu coche no dispone de este sistema, no te queda otra que usar el control de velocidad de tu pie derecho.
 

2. Anticipación y suavidad al volante

La vista es casi el único sentido que interviene en la conducción, para ahorrar combustible, pero también para mejorar tu seguridad al volante, debes fijarla siempre en la parte más lejana de la carretera por la que vas. Así verás no solo el coche que tienes antes que el tuyo, sino todo lo que sucede por delante. Esto es clave para poder anticiparte a todo.

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Cuando haya curvas o una rotonda, podrás levantar el pie en lugar de frenar y a lo mejor puedes acelerar suavemente en recta antes de una pequeña pendiente, que podrás subir ya sin cargar de más el motor, por ejemplo. Así, se ahorra mucho combustible en esos pocos segundos. Y, en las curvas, suavidad al volante, trata de mantener la trayectoria sin correcciones que devoran la energía cinética y te obligan a pisar el acelerador de más.

3. No te pases con el aire acondicionado

La temperatura ideal para conducir y mejorar tus reflejos al volante son 21,5 ºC. La mayoría de los coches tienen climatización, el sistema funcionará perfectamente si siempre lo llevas en ese punto y, además, ahorrarás bastante combustible porque cada grado más por debajo de esa temperatura, el gasto sube exponencialmente. 

Además, tampoco enciendas el aire acondicionado hasta después de un par de minutos circulando con las ventanillas abiertas después de arrancar un coche aparcado al sol y con el habitáculo convertido en un horno. Así al sistema le costará menos enfriar el vehículo y también gastará menos carburante. 
 

4. No corras y usa marchas largas

Ni qué decir tiene que, a mayor velocidad, más gasto, pero hay quien no tiene tan claro que se debe utilizar siempre la marcha más larga posible, siempre y cuando el motor no se ahogue. Llevar el cuentavueltas entre las 1.000 y las 2.000 rpm siempre es una buena receta para ahorrar combustible. 
 

5. Ventanillas y techo solar, cerrados

Hay épocas del año en el que el aire del exterior es muy agradable, pero conducir siempre con la ventanilla bajada genera un mayor gasto de combustible, que es todavía más importante si la bajas a tope. Si quieres que entre el fresco o el calorcito de fuera, vale, pero nunca bajes las ventanillas más de un cuarto si quieres ahorrar carburante. Y el techo solar, ni lo toques o gastarás mucho más de la cuenta.