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10 trucos para sacarte el carné de moto rápido y ahorrar

10 trucos para sacarte el carné de moto rápido y ahorrar
¿Te estás planteando dar el salto a la moto? ¿Te mueves ya en una 125 cc pero se te ha quedado pequeña? Sean cuales sean tus necesidades, aquí van 10 trucos para sacarte el carné de moto más rápido y ahorrar.

La vuelta al cole, el otoño... son momentos en los que uno hace balance tras las vacaciones, emprende nuevos proyectos y se replantea el comienzo del nuevo 'curso'. Y una de las cuestiones que muchos se plantean en cambiar de medio de transporte para ahorrarse tiempo y dinero en sus desplazamientos, bien porque quiera motorizarse, bien porque quiera saltar del coche a la moto, bien porque haya descubierto las bondades de las dos ruedas y quiera comprarse otra mayor... Las razones son infinitas, pero los consejos para lograr todo esto, no tanto. Aquí van 10 trucos para sacarte el carné de moto más rápido ¡y ahorrar!

1 Por libre

Una de las ventajas que tienen los carnés de moto respecto al B de coche es que es más sencillo obtenerlos por libre y, muchas veces, no necesitas parasar por la autoescuela. Esto tiene la ventaja de que tú decides cuándo y cómo te presentas al teórico y al práctico y no tienes que pagar matrículas ni someterte a sus exigencias. Sin embargo, tendrás que hacer tú todo el papeleo, buscarte el libro y los tests y preocuparte por saber montar en moto con las garantías suficientes como para aprobar el teórico y el práctico.

-Para el teórico, alguien te puede prestar su libro, pero debes asegurarte que es una edición actualizada. En internet puedes acceder a muchas aplicaciones de tests online. 

- Para el práctico, hay empresas que alquilan motos equivalentes a las de las autoescuelas con las que practicar en circuitos (para la parte de maniobras) calcados a los de Tráfico) y para que te las lleven el día del examen.  

2. Saber montar

En este caso, no es lo mismo haber rodado ya con un ciclomotor de 50 cc o una moto de 125 cc que empezar de nuevas. Pero antes de plantearte pagar la matrícula de una autoescuela, coge algo de experiencia con un vehículo de marchas, para que el examen práctico (circulación y maniobras) no se convierta en un drama. ¿Cómo? Lee el punto 3. 

3. Tipo de carné

Conducir legalmente una moto es más fácil de lo que parece con algunos permisos. Pero es que, si tienes claro lo que puedes llevar con cada uno, a lo mejor ni necesitas obtener un permiso nuevo. Ten en cuenta que:

- Si tienes el A1, el escalón a una 250 cc de autoescuela para el examen será muy pequeño. De un ciclomotor de 49 cc automático a una 250 cc con marchas, la diferencia sí que es considerable. 

- Con una antigüedad superior a dos años con el carné B, puedes conducir una moto de hasta 125 cc, así como los vehículos de tres ruedas homologados como 'triciclos a motor', aunque sean de mayor cilindrada (véase la prueba de nuestro cara a cara Piaggio MP3 LT 500 vs Peugeot Metropolis 400 RS).

Con estas premisas, a lo mejor te replanteas la necesidad de volver a examinarte en Tráfico. Pero si pese a todo, quieres acceder a otro permiso que no tengas, continúa al siguiente punto.  

4. Busca tu autoescuela

Está bien. Ya has decidido que sí quieres volver a ser alumno de autoescuela y, además, prefieres no hacerlo por libre. Entonces:

- Busca un centro que te pille cerca de tu zona de operaciones.

- Compara precios y ofertas. Esta información no la suelen dar por teléfono, así que te tocará patearte unos cuantos centros. 

- Pide todo con IVA y por escrito y con precios finales (tasas incluidas, etc.).

Está bien. Ya has decidido que sí quieres volver a ser alumno de autoescuela y, además, prefieres no hacerlo por libre. Entonces:

- Busca un centro que te pille cerca de tu zona de operaciones.

- Compara precios y ofertas. Esta información no la suelen dar por teléfono, así que te tocará patearte unos cuantos centros. 

- Pide todo con IVA y por escrito y con precios finales (tasas incluidas, etc.).

Autoescuelas carné de moto

- Sopesa que las clases te las den cerca de casa o del lugar de trabajo o el del cole de tus hijos, porque a veces resulta más práctico.

- Clases prácticas en torno al centro de exámenes: de cara al examen práctico de circulación, pregunta si es posible dar clases en el lugar donde se hacen los examenes, cuánto cuestan y qué horarios tienen. Haya o no esta opción, ve tú por tu cuenta algún día, porque conocer las calles, los semáforos, la visibilidad en las intersecciones y el terreno, en general, te ayudará mucho. 

- ¿Cuánto tiempo tienes? Una de las claves es preguntar por el margen que tienes para obtener el teórico desde que pagas la matrícula. Cada centro establece un tiempo más o menos apretado con el fin de que el alumno no se apunte y luego no vaya a las clases. Con el práctico sucede otro tanto, así que te deben dejar claro en el contrato que firmes el margen para obtener el permiso desde que apruebas el teórico, después de cuántos meses caduca... 

Esto es especialmente importante porque Tráfico no examina todos los días, y desde un suspenso a la siguiente convocatoria pasa tiempo. 

5. ¿Exámenes 'fáciles' en otra ciudad? ¿Bonos?

Desconfía de las ofertas en las que se te cobre en función de tus éxitos o que sean precios muy bajos a cambio de que te presentes muy pronto y demasiado rápido. Por el contrario, no rechaces automáticamente los bonos de clases: lo normal es que tengas que dar un mínimo de 10, aunque sepas circular.

Hay ciudades pequeñas en las que también se hacen exámenes de Tráfico. Tienen fama de ser más tranquilas, con menos afluencia de gente... Desconfía a priori. Además, si te pillan lejos, más vale examinarse en un sitio que conozcas y al que puedas haber ido previamente más de una vez, como te recomendábamos en el punto 4. 

6. Ve a todas las clases teóricas

Trata de apuntarte a la autoescuela cuando sepas que vas a poder acudir a las clases prácticamente todos los días. Mantendrás la motivación y repasarás todo el libro en menos tiempo. Además, si haces un parón, perderás el hilo del temario y olvidarás fácilmente los temas anteriores, con lo que, cuando vuelvas, además de perder convocatorias y pagar recargos, tendrás que empezar casi de cero.

Normalmente, en cada sesión (por lo menos, en el que se da el Reglamento General de Circulación -para sacarte el A1 y el A si no tienes el B), se imparte medio tema del libro. 

En algunas academias no se dan clases teóricas del libro específico de moto. Si es el caso, ponte plazos, haz todos los tests y acude todo lo que puedas a la autoescuela para solucionar dudas. 

7. Los tests

Mediante el libro adjunto que te den, Internet y/o las aplicaciones de la propia autoescuela, haz todos los que puedas desde el primer momento. Combina los tests específicos de cada tema que vayas dando o leyendo con los generales.  

8. Cuándo presentarse a examen

- En el teórico: te digan lo que te digan, la última palabra la tienes tú, pero tan malo es presentarse sin haber terminado el temario ni ir aprobando con pocos fallos los tests de ensayo como fiarse de las academias que te digan que aún es muy pronto si ves que ya superas casi todos con cero errores o alguno esporádico.

- En el práctico: es el examen en el que intervienen más circunstancias ajenas a tu control. Date tiempo y no escatimes clases -por caras que sean- hasta que te veas 'suelto' sobre la moto.  

9. No te desesperes. El suspenso 

Si vienen mal dadas, no te hundas y trata de presentarte en la próxima convocatoria, cuanto antes. Tendrás todo mucho más fresco y a la larga ahorrarás tiempo (y dinero).

10.- Último esfuerzo

Cuando apruebes el práctico, no te lances a la carretera y espera a que te llegue el carné. Hay provincias en las que este trámite es casi inmediato y otras en las que la burocracia va más lenta. Haz un último esfuerzo y no te lances en la moto antes de tener en regla (y en la cartera) toda la documentación. Sería una pena 'perder' puntos del carné antes de poder disfrutarlo, ¿no?

Por lo demás, cuando tengas todo en orden, no te confíes. Una cosa es tener el carné de moto y otra saber ir en moto. Ve acumulando 'horas de vuelo', de menos a más, sin prisas, para hacerte a tu nueva montura y a la manera en que se conduce. Sal con ella todo lo que puedas y recorre distancias cada vez más largas y en terrenos más complejos, pero siempre de forma progresiva. Extrema la prudencia y pierde el miedo -nunca, el respeto- a la carretera. ¡Que disfrutes!

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