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Comparativa: Peugeot 308 contra Hyundai i30

En esta comparativa entre Peugeot 308 y Hyundai i30 se enfrentan dos compactos de diferente origen y virtudes propias. Al final, el modelo francés acaba imponiéndose por el rendimiento de su motor y la calidad del interior. Eso sí, su volante es (cuánto menos) polémico.

Motorizaciones comparadas:

El nuevo Peugeot 308 pasará a la historia por su volante llamativamente pequeño. Y eso que en el fondo no lo es tanto, solo un poco menor que la media, aunque lo suficiente como para que el conductor tenga una visión despejada de la instrumentación por encima del aro. ¿Una ventaja? ¿Un mero golpe de efecto? Lo comprobarás al final de este cara a cara. Pero no nos ciñamos solo al volante. También nos interesa saber lo que ofrece el 308 en su totalidad, y qué mejor manera de comprobarlo que enfrentarlo a otro modelo del segmento compacto que ha salido muy bien parado en pruebas anteriores de AUTOBILD.ES: el Hyundai i30.

¿Quieres saber cómo acaba esta particular contienda? De entrada, en contra de lo que venden ambos modelos, hay que tirar de cartera, ya que ni uno ni otro son especialmente baratos. Para adquirir una de estas ahorradoras versiones, no desembolsarás menos de 20.000 euros, lo que en principio no es lo que ves muchas veces en los anuncios de televisión. El Hyundai i30 de cinco puertas cuesta 24.450 euros con el completo acabado Style, mientras que el Peugeot 308 parte de los 22.700 euros. Eso sí: por estos precios los dos compactos ofrecen de serie climatizador bizona y un sistema de audio con CD y conexión USB de última hornada con navegador incluido. La verdad es que pocas cosas echarás en falta en ambos modelos. En otras palabras: son caros, pero al menos no ahorran en equipamiento.

Consumos y rendimiento de los motores

Aunque si hablamos de ahorro, tenemos que mencionar sus motores. Ninguno logra quedarse por debajo de la marca de los cuatro litros a los 100 kilómetros que prometen en sus fichas técnicas. El Peugeot, más ligero que su oponente, consigue un resultado por debajo de los cinco litros, mientras que el Hyundai, y sus 75 kilos de más, se colocan un par de décimas por encima. Habitabilidad interior En el apartado práctico, el 308 ofrece menos espacio, los pasajeros de detrás viajan con más estrecheces y al conductor tampoco se lo pone fácil: la gran pantalla para el manejo de todos los dispositivos requiere un periodo de aprendizaje bastante prolongado. Además, algunos comandos táctiles sobre la amplia superficie táctil (inspirada en una tablet) reaccionan con retardo, el menú no es muy intuitivo y el tamaño de las aplicaciones es pequeño.

Conclusión: la ausencia de botones en el puesto de conducción le da un aspecto más limpio y diáfano al salpicadero, pero al principio estresará al conductor hasta que se haga con su funcionamiento. También causará algo de estrés a los ocupantes el tarado del chasis del Peugeot 308 1.6 HDI. Es demasiado sensible a las irregularidades del asfalto, de modo que la carrocería está en continuo movimiento: sobre piso en mal estado filtra con sequedad y eso se nota mucho más en carreteras de curvas con asfalto roto. El Hyundai va algo más relajado en esas mismas situaciones, aunque se le acumula el trabajo si tienes que evitar un imprevisto y la carrocería debe reaccionar con precisión. Por ejemplo, si vamos rápidos y repentinamente soltamos el pie del acelerador en pleno apoyo, el eje trasero cobrará vida propia y nos pondrá en una situación incómoda. Tendrás que actuar sobre el volante, porque el control de estabilidad reacciona demasiado tarde y con golpes bruscos en los frenos delanteros.

En tales circunstancias se comporta mejor el Peugeot, que es más ágil y se maneja más fácilmente con una dirección que transmite mejor lo que pasa en el asfalto. En esto tiene que ver un motor más conseguido: el diésel 1.6 responde mejor que el gruñón CRDi del Hyundai. Los resultados de las mediciones no dejan lugar a dudas: el Peugeot 308 corre más, empuja con más fuerza y es más elástico. Es el paso que le da la victoria definitiva, aunque sea más apretada de lo que a Peugeot le gustaría. Con un habitáculo más amplio en las plazas traseras, las diferencias serían más amplias...

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