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Comparativa: Mercedes Clase A vs Audi A3 y BMW Serie 1

Mercedes Clase A vs Audi A3 y BMW Serie 1

El nuevo Mercedes Clase A es el más moderno de la liga compacta. También el más caro. ¿Y también el mejor? AUTOBILD te los aclara enfrentándolo a sus principales rivales. Comparativa: Mercedes Clase A vs Audi A3 y BMW Serie 1. 

El compacto de Mercedes solo se ofrece como cinco puertas, y su variante 180 d supera claramente los 30.000 euros, y rompe el molde de precios de su categoría. Y es que hablamos del motor de acceso con 116 CV.El del Audi A3, un 1.6 TDI, tiene la misma potencia. Y el BMW Serie 1 se presenta como 116d con un 1,5 litros  y tres cilindros, de idéntica potencia que sus rivales. 

Pero aunque coincidan en algunos datos sobre el papel, encontramos detalles que los diferencian. Así, el Audi es más tragón que sus concurrentes con 5,2 litros de consumo a los 100 km, ya que los otros dos se quedan por debajo de los cinco. 
Por otro lado, el BMW tiene el mayor poderío: solo tiene tres cilindros bajo el capó, pero logra arrojar un par formidable de 270 Nm, 20 más que el Audi

Así se comportan

Por desgracia, el Serie 1 no lo traduce en mejores prestaciones. El coche se siente pesado, sube de vueltas con cierta desgana y tanto el Audi como el Mercedes lo superan en recuperaciones. Lo mismo para los frenos: aunque la dotación básica del Serie 1 es más deportiva, la mayor puntuación se la llevan sus dos rivales. Especialmente el Mercedes tiene más mordiente, y para pasar de 100 km/ h a 0, con los discos calientes, necesita casi dos metros menos que el BMW. 


El Audi, aparte su mecánica TDI, algo ruidosa, tiene poco que reprocharle. Tal vez el hecho de que, en modo Confort, la dirección tiene una asistencia excesiva, lo que hace que se sienta un tanto difusa y demasiado suave. Pero eso puede "repararse", claro. En el menú de los programas de conducción puedes configurarlo para que sea más dinámico y directo. Así lo hago, y la cosa cambia significativamente para bien. La suspensión también se vuelve mucho más firme, pero por suerte, los excepcionales asientos lo compensan y las irregularidades del asfalto se filtran más que bien. 

VÍDEO: El BMW Serie 1 a fondo

También nos ha gustado la visibilidad general. Y es que uno se siente en general bastante desahogado, especialmente en las plazas delanteras. Las plazas traseras del BMW, sin embargo, recuerdan a una lata de sardinas, y también delante uno va más encajado, lo que, por otra parte, casa con su espíritu deportivo. El bávaro tiene una caja automática con un funcionamiento impecable, pero eso no impide que el motor resulta resulte ruidoso ya desde la zona baja del cuentavueltas. Además, los tres cilindros del 116d provocan vibraciones perceptibles en todo el conjunto. Nuestro consejo: en los semáforos, colocar la palanca del cambio en la posición "P". Con eso, desaparece el meneo. 


Los asientos del BMW no están a la altura de los de sus rivales: el mullido es algo rácano, as superficies justas, hay partes blandas y la sujeción lateral no cumple, ni en la zona de la espalda no la de las piernas. La respuesta de la suspensión es cómoda... Pero no en todas las situaciones. Sobre baches especialmente pronunciados y cortos se vuelve tosca. La dirección nos ha parecido dura y se vuelve imprecisa a la hora de mantenerse en recta. 

Y otra cosa: en giros repentinos y fuertes cambios de apoyo, da la impresión de que la zaga quisiera cambiar la trayectoria que sigue el resto del coche, lo que obliga al ESP a actuar con rigor y frenar la diversión una y otra vez. En resumen: este BMW no es tan divertido de llevar como esperábamos de un modelo de la marca. 

El Clase A se impone

El Mercedes lo hace mejor. Tiene mucha capacidad de tracción con la que solventa las curvas con aplomo y cierta agilidad, el eje delantero es noble y los cambios de rumbo, siempre precisos. A eso ayuda una dirección muy exacta, que permite guiar el coche con rapidez, y garantías. 

Los asientos delanteros agarran el cuerpo con decisión, y en definitiva: esto es lo que nosotros entendemos por diversión al volante.Una pena que el diésel se vuelva algo ruidoso y rudo cuando lo aprietas, y que su manera de subir de vueltas se un tanto indolente, como quejosa. A cambio, el confort es impresionante en un coche de este segmento: da igual lo mala que sea la condición de una carretera, que el filtrado del Clase A la solventa sin problemas, aislando a sus ocupantes de las incomodidades externas. 

VÍDEO: El Clase A... ¡También contra el Golf!

Al menos, casi siempre: porque de forma puntual, el eje delantero se vuelve algo rebotón, lo que sobre todo se nota acústicamente. Una cosa que nos ha enervado bastante (por más que sea un logro estético) es que el Clase A es extremadamente bajo en su parte delantera. Y en las rampas de los garajes es relativamente oír algún que otro crujido proveniente de los bajos. 

Otra cosa que Mercedes debería haber afinado más: el cockpit digital. Cierto que su sistema de doble pantalla es revolucionario en este segmento y su aspecto le da un indiscutible aire premium, pero, una vez que el conductor logra hacerse con un manejo un tanto complejo, como salga un día con mucho sol, tendrá problemas con los reflejos. Y no solo los del cristal que recubre las pantallas: hasta el brillante cromado de los mandos del clima dificulta su visibilidad en días muy soleados. 

Pero lo más criticable del Clase A, por más que hoy por hoy sea la referencia indiscutible en el segmento (y gane esta comparativa) es su elevado precio, y también el de sus extras, especialmente los asistentes a la conducción. Pero claro, en este apartado, no hay todavía ningún otro compacto a su nivel. 

Y ya que hemos llegado hasta aquí... ¿Quieres saber cuál es tu coche ideal?

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