Comparativa del Mazda CX-30 vs Skoda Karoq: dos duros rivales en el segmento de moda

Ciertamente, rara vez se los denomina “coches de ensueño”. El Skoda Karoq y el Mazda CX-30 están muy lejos de un Ferrari, un Rolls-Royce o un Tesla. Por un lado, es comprensible, porque el Mazda y el Skoda de esta prueba no necesariamente invitan a soñar.

Por otro lado, es altamente injusto: porque los dos SUV combinan tanto talento cotidiano y espíritu familiar que definitivamente merecen un lugar en nuestros corazones. La comparativa aclara quién puntúa mejor.

Diseño

Con casi la misma longitud, el Skoda deja claro a primera vista que ha prestado más atención a la economía de espacio y al diseño orientado a la utilidad. El checo confía en las ventanillas altas y la arquitectura lineal, y el Mazda, con formas claras y fluidas pone más énfasis en el exterior.

Se ve muy bien, pero puedes sentirlo por dentro. El japonés, que es 63 milímetros más bajo y 46 más estrecho, aprieta mucho antes, sobre todo en el asiento trasero. La entrada exige más movilidad a los invitados, hay menos aire por encima de la coronilla y por delante de las rodillas.

Además, nos sentamos un poco más bajos que en el Skoda, y eso lo notan los pasajeros de detrás en los viajes largos. 

En la primera fila, eso sí, nos sentimos un poco más cómodos en el Mazda. La altura más baja del asiento (590 mm) transmite la sensación de estar sentado en un turismo: en el Karoq (635 mm), vas más entronizado. 

Los asientos de cuero ajustables eléctricamente opcionales del CX-30 no son tan confortables como los del Karoq, pero ofrecen más soporte lateral y un ajuste adicional de la inclinación de la banqueta.

La tapicería del checo brinda una buena comodidad general, están acolchados tan suavemente que no sujetan mucho en las curvas.

El Mazda acumula más “puntos de simpatía” con su cockpit, bastante clásico. Sí, el monitor en el medio es bastante pequeño, el mapa de navegación no es más grande que un iPhone 12. Pero los instrumentos redondos con punteros, botones reales y una especie de operación iDrive hacen que la vida a bordo sea fácil y placentera.

Con el Skoda, en cambio, tenemos que prescindir de botón de volumen (sólo vía táctil o en el volante) con el gran paquete de infoentretenimiento Columbus. Sin embargo, los instrumentos digitales de Karoq ofrecen claras ventajas. Se pueden mostrar diferentes vistas e información, hasta el mapa de navegación de gran tamaño, que es muy agradable.

Esto no se aplica a los asistentes de voz. En ambos SUV, son difíciles de escuchar, se limitan a las funciones de navegación y audio, y requieren decir las palabras correctas.

Para unas vacaciones, el Skoda se lleva la palma con un impresionante espacio de almacenamiento máximo de 1.630 litros; en el Mazda son 1.406. Sin embargo, el Skoda carece de piso de carga doble de serie.

Motores y comportamiento de los SUV

Ambos SUV compactos obtienen sus CV de los bloques de gasolina de cuatro cilindros de funcionamiento agradablemente suave y transmiten esto a las ruedas delanteras a través de una transmisión manual de seis velocidades. 

Y aquí acaban las similitudes, porque la manera en que desarrollan la fuerza difícilmente podría ser más diferente.

Con su 1.5 turbo, el Skoda ofrece una buena pegada a partir de las 2.000 rpm y, sobre todo, unas impresionantes reservas de potencia en los adelantamientos a alta velocidad.

El motor atmosférico de dos litros de Mazda, por otro lado, necesita muchas revoluciones para ofrecer algo de ‘punch’. Si apuras el cuentavueltas hasta la marca de las 6.000 vueltas, el CX-30 puede incluso ponerse a la altura del Karoq en el 0 a 100. 

Sin embargo, cuando se trata de elasticidad, el bajo par del japonés se hace sentir, de 80 a 120 km/h el Mazda requiere unos cuatro segundos más que el Skoda, y en sexta marcha la brecha crece a más de siete segundos.

Consumos

En nuestra vuelta de prueba, 6,7 l/100 km fueron suficientes para el Mazda: el Karoq requiere 0,6 litros extras con su sobrealimentación turbo.

Gracias a los amortiguadores adaptativos (DCC, en un paquete con dirección progresiva), las suspensiones del checo filtran mejor los baches, y tiene una sensación de dirección más directa.

El chasis del Mazda, más firme, se deja sentir más sobre asfalto bacheado, y algunos golpeteos afectan a la dirección, de por sí bastante difusa. Además, el habitáculo del CX-30 cruje más sobre carreteras en mal estado.

Factores para decidir la compra

Puesto 1: Skoda Karok 1.5 TSI ACT. El compacto checo no tiene debilidades reales, es un automóvil completo, aunque definitivamente no es barato.

Puesto 2. Mazda CX-30 e-Skyactive G 2.0 M Hybrid. El diseño y el cockpit clásico son atractivos, pero con deficiencias en términos de espacio, comportamiento y conectividad. A su favor: es más barato y ofrece nada menos que seis años de garantía, frente a los dos de su rival.