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Comparativa del Mazda CX-30 vs Opel Grandland X y Nissan Qashqai

Motorizaciones comparadas:

Mazda llega para revolver el segmento de los SUV compactos. Y es que su nuevo Mazda CX-30 sorprende con un diseño tan atractivo como sus precios. La pregunta es: ¿Podrá con algunos de los más duros rivales de su categoría? Eso es lo que vamos a responder en esta comparativa del Mazda CX-30 vs Opel Grandland X y Nissan Qashqai.

Con 4,40 metros de longitud, el CX-30 cierra una brecha que arrastraba su gama, ubicado ahora perfectamente entre el Mazda CX-3 (4,28 m) y el Mazda CX-5 (4,55 m). Por otro lado, crea con su aspecto atractivo, parecido a un cupé, un contraste bastante encantador con los muchos SUV que vemos en nuestras calles. Contra el popular Nissan Qashqai y el espacioso Opel Grandland X debe probar el CX-30 si su belleza trae consigo también practicidad para el día a día. 

Si la primera impresión en una comparativa de AUTOBILD fuera crucial, el Mazda habría ganado desde este mismo momento. Entrar aquí significa sentirse bien. La mano de obra en todo lo que abarca la vista es realmente buena, los asientos sujetan bien y son lo suficientemente grandes, el cockpit se presenta maravillosamente reduccionista y es muy fácil de usar. La pantalla de 8,8 pulgadas no tiene función táctil, está controlada por la rueda central, que se pulsa y se gira. 

Tres SUV compactos, tres representantes de altura
Tres SUV compactos, tres representantes de alturaChristoph Börries / AUTO BILD

En el Qashqai, los asientos no son tan cómodos como los de su compatriota. Además, como en el Opel, también en el Nissan los controladores del clima van muy abajo. El equipo de navegación utiliza los servicios de TomTom, las actualizaciones de mapas son gratuitas durante cinco años. El Grandland X tiene comparativamente los asientos más confortables (son AGR), pero su gruesa palanca de transmisión no está hecha ni para todas las manos ni para todos los conductores en general: sus largos recorridos pueden llegar a enervar. El infoentretenimiento se controla mediante el monitor táctil de ocho pulgadas, así como por voz. EL servicio Live Traffic está incluido por tres años.

Donde destaca este Opel es en espacio. La ventaja de ocho centímetros de longitud sobre sus competidores se traduce de manera consistente en el interior. En la parte delantera hay un poco más de aire en todas partes, la cabeza y las rodillas en las plazas traseras sienten una libertad mucho mayor. Aunque el Nissan mantiene el tipo razonablemente, las plazas traseras son algo bajas y no vas tan relajado como en el Opel. En el Mazda, es donde antes chocan las rodillas con el respaldo delantero. Pero eso no quiere decir que sea pequeño en su segunda fila: quien no mida más de dos metros de altura, podrá viajar sin inclinar la cabeza. E incluso irá bastante cómodo, porque la banqueta está a 39 centímetros sobre el suelo, el mejor valor de los tres. 

Con un máximo de 1406 litros, el CX-30 puede transportar significativamente menos equipaje que sus dos competidores de prueba. Además, no hay doble piso de carga, el botón para desbloquear el asiento trasero no es fácil de asir y, cuando se pliega la segunda fila, sigue quedando un escalón. El maletero del Qashqai traga entre 430 y 1598 litros, un valor que está muy bien. El rey a la hora de cargar equipaje es el Grandland X: el maletero del Opel cubica entre 514 y 1.652 litros, y  es más largo y más alto que los del CX-30 y el Qashqai.

¡Arrancamos!

El Mazda deja una buena impresión en marcha. Se siente ligero y ágil, y siempre que nos deslicemos relajados por carreteras en buen estado, es razonablemente cómodo. Pero cuando el asfalto se vuelve irregular, empezamos a notar un retumbar en el eje delantero y algunos golpeteos que acaban con armonía. El Qashqai y Grandland X "cabalgan sobre olas" especialmente relajados, especialmente si hablamos de ondulaciones prolongadas, aunque cuando el asfalto está realmente en mal estado, en el Nissan aparecen algunos balanceos indeseados. 

VÍDEO: Mazda CX-30 al detalle

En cuanto al motor, el Mazda se presenta con un atmosférico mild-hybrid (122 CV, 213 Nm), es maravillosamente suave. Pero si somos impacientes, puede ponernos un poco de los nervios: porque hasta 2.000 vueltas solo hay calma total, entre 2.000 y 3.000 parece estar cogiendo impulso y solo a partir de ahí muestra todo su poderío.  Gracias a la presión del turbo, Opel y, sobre todo, Nissan reaccionan más vivos desde la zona baja. Sin embargo, el Qashqai (140 CV, 240 Nm) en la zona alta es ruidoso, y el tres cilindros del Opel (130 CV, 230 Nm) siempre está presente acústicamente.

Finalmente, gana a puntos el Mazda CX-30. No porque supere a sus dos rivales en todos los apartados, pero sí en los suficientes para, sumados su menor consumo y precio, hacerse con la zona más alta del podio.

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