Comparativa del Hyundai i10 y el Renault Twingo. Unos pequeños muy "grandes"
Pequeños pero poderosos: el Hyundai i10 y el Renault Twingo son dos microcoches geniales que realmente grandes a pesar de sus modestas dimensiones. ¡Los enfrentamos!
Motorizaciones comparadas:
Pertenecen a una especie en peligro de extinción. Coches pequeños y asequibles que no atormentan a sus propietarios en su día a día con interiores demasiado angostos y comportamientos deleznables.
El Hyundai i10 pierde su ventaja de tamaño (3,67 a 3,60 m) en la distancia entre ejes (2,43 a 2,49 m), pero aún ofrece un concepto de espacio mucho más logrado. En el Hyundai vamos sentados decentemente en la parte de atrás, el maletero permite más que unas cortas vacaciones o una maleta.
Además, el coreano te mima con los asientos más cómodos. Esto ya lo sienten los conductores, que no se sientan demasiado altos en bloques de espuma sin contornos como en el Renault Twingo.
La segunda fila es más una solución provisional en el Renault. Las rodillas se clavan rápidamente en los suaves respaldos de los asientos delanteros, el asiento plano y corto hace que los muslos cuelguen en el aire desde el principio, no es coincidencia que el francés se venda como un cuatro plazas. Hyundai se atreve a ofrecer cinco plazas. Si todas están ocupados, por supuesto, también tendrás estrecheces en la parte trasera del i10, pero son posibles trayectos cortos.
El sistema de infoentretenimiento es más modernos en el coreano. El control de voz eficaz, la visualización de atascos (rojo) y rutas libres (verde), funciones remotas como la búsqueda de vehículos faltan en el Renault.
El francés, que comenzó en 2014 y se refrescó en 2019, tampoco puede seguir a su rival en términos de calidad y rodadura. Y facilidad de uso… El i10 apenas suena en tramos malos, para controlar el aceite solo hay que abrir el capó; en el Renault, el motor solo se puede alcanzar con seis tornillos de antemano.
¡Arrancamos!
El descarado Twingo cumple con nuestras expectativas con el gruñido de su motor de un litro y tres cilindros en la parte trasera.
Aunque gira mucho más rudo que el 1,2 litros de cuatro cilindros del Hyundai, gracias al turbo es mucho más rápido al adelantar. Los 84 CV del coreano parecen inhibidos y necesitan mucha velocidad para exudar algo parecido a temperamento. En ambos peques, las toscas cajas de cinco velocidades reducen la diversión al conducir.
El i10, más sensación de “coche grande”
En el chasis, podemos volver a sentir la madurez del i10. A pesar de la distancia entre ejes muy corta, filtra bien y rara vez sientes golpes molestos.
El Twingo es mucho más inquieto sobre asfalto en mal estado. Gracias al motor trasero, eso sí, su radio de giro fantásticamente pequeño (8,9 m) y la dirección muy ligera (y muy indirecta) lo convierten en el rey a la hora de culebrear por la ciudad y al aparcar.
Y en costes…
Tal y como vienen equipados en esta prueba el coreano es más caro, pero gana en costes por su menor depreciación y su generosa garantía de cinco años, que da mucha tranquilidad, mientras en el Renault es solo de dos años.
Conclusión
El Hyundai i10 gana claramente. No solo porque es el coche más moderno, sino también porque es más adecuado para el uso diario. El Twingo concentra su atractivo en su diseño y su carácter propio, que lo hacen diferente a cualquier otra opción. Eso definitivamente le trae simpatía, pero también le cuesta algunos puntos.
Etiquetas: Coches urbanos
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