Comparativa en circuito: Volkswagen Golf GTI vs Mercedes A 250

Casi 40.000 euros: eso es lo que hay que pagar por la diversión que ofrece la octava generación del Volkswagen Golf GTI, mientras que la variante más básica está disponible por menos de la mitad.

El Mercedes A 250 no se queda atrás, y es incluso un poco más caro. Este Mercedes con ínfulas deportivas solo está disponible con transmisión automática, y la variante manual del Volkswagen no llegará hasta 2021, por lo que un GTI actualmente también está saliendo de la cadena de montaje, por el momento, como automático (es decir, con DSG). 

 VÍDEO: Prueba Volskwagen Golf GTI 2020, ¿mejor que un Focus ST o un Mercedes-AMG A35?

 

En ambos coches, se trata de transmisiones de doble embrague de siete velocidades. Los dos son muy similares en términos de motor y chasis. Un motor turbo de gasolina de dos litros con cuatro cilindros proporciona el empuje en ambos cosas. 

El Mercedes de la prueba viene con tracción total, 224 CV y 350 Nm, y el Volkswagen sube la apuesta con 245 CV y 370 Nm. Esto es suficiente tanto para que los compactos lleguen a los 250 km/h de velocidad máxima como para que consigan uno esprints extremadamente deportivos. 

El GTI pasa de cero a 100 km/h en 6,1 segundos, el A 250 alcanza esa velocidad solo una décima de segundo después. Hasta aquí la teoría. 

¡Arrancamos!

Empezaremos por la conclusión: el GTI es el coche deportivo y divertido más gruñón, más animado y más apropiado para el circuito de los dos. Algo tienen que ver las ruedas de 19 pulgadas con las que Volkswagen lo ha plantado sobre la pista. 

El motor tiene más potencia que el 2.0 del Mercedes y su entrega de fuerza es más placentera. El par máximo está disponible a partir de solo 1.600 revoluciones por minuto, en el Mercedes llega 200 vueltas después. 

El cuatro cilindros del A 250 solo se puede llevar por encima de la marca de las 6.000 del tacómetro con un despiadado estrujamiento, mientras el bloque del GTI, por otro lado, parece ansioso todo el rato por alcanzar las 7.000. Como resultado, la el motor Volkswagen se siente mucho más vivo, más alerto y desinhibido. 

Una pena que el sonido esté en gran parte generado de forma artificial, porque tiene que gustarte sí o sí su rígido zumbido. El Mercedes lo resuelve con más elegancia porque es más auténtico y más silencioso.

¿Y cómo rinden en circuito? 

Donde el A 250 ya fluye suavemente con su tracción a las cuatro ruedas, aunque sea maravillosamente predecible, lo cierto es que el Golf se engancha mejor. Y el conductor tiene puede controlar el ligero subviraje sorprendentemente bien: modelando la línea de la trayectoria directamente después de entrar en la curva usando el pedal del acelerador. 

Cuando el bloqueo del diferencial simulado electrónicamente se activa, el Golf mordisquea aún más obstinadamente en el radio de giro. El Golf GTI es, definitivamente, muy divertido en una pista de carreras, porque es capaz de desafiar a la física y aliarse con ella al mismo tiempo. Al final de la jornada, el crono marca 1: 37.52 minutos en el reloj para la vuelta más rápida en el Contidrom. 

Entonces, ¿es un GTI perfecto? 

Casi. Hay pequeñas cosas molestas en su concepto de manejo. Los amortiguadores del chasis solo se pueden ajustar a través de la pantalla central, el ESP (que en modo Sport es excelente) está oculto en los niveles del menú y todo esto obstaculiza un uso diario relajado.

En cuanto al Mercedes… tracción impecable, un comportamiento noble en maniobras evasivas, un bajo consumo de combustible y la comodidad de conducción hablan por sí solos: es suave en todos los sentidos, y muy fácil de llevar a elevadas velocidades. 

Sin embargo, con su tiempo de vuelta de 1: 42.01 minutos, el Clase A queda muy por detrás del Golf. Significa: Mercedes te hará más fácil la vida cotidiana, pero el Volkswagen te hará más cosquillas.