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Comparativa: Audi TT RS vs Jaguar F-Type 400 Sport. Carne de circuito

Dos deportivos de raza en duelo muy igualado. Misma potencia, misma pasión en el circuito. Comprobamos lo que dan de sí estos dos coches en el exigente tramo de Sachsenring. Comparativa: Audi TT RS vs Jaguar F-Type 400 Sport.

Jaguar rellena el hueco que quedaba en su gama F-Type, entre el modelo de 380 CV y el de 550. El Jaguar F-Type 400 Sport de 2018 se presenta ahora con 400 CV y 460 Nm de par. Coincide con el facelift, por eso, al igual que las otras variantes, recibe un frontal ligeramente modificado y un infotainment renovado. Añade un diferencial con bloqueo mecánico y un chasis con amortiguadores adaptativos y 20 pulgadas. La tracción integral cuesta un extra de más de 5.000 euros.

VÍDEO: ¿Y cómo se comporta el TT RS Roadster?

En el Audi TT RS es de serie: se comporta como un tracción delantera, y solo cuando el eje anterior llega a su límite, el embrague Haldex envía el 50% de la fuerza a las ruedas traseras. Su tracción es especialmente eficaz en el launch control: cuando pisas a fondo en recta, el motor de cinco cilindros turbo sube primero hasta las 3.500 vueltas, para luego salir disparado. El deslizamiento es casi nulo, por eso llega a las 100 km/h en solo 3,7 segundos, y solo requiere 13,6 para "volar" a 200. El Jaguar, por el contrario, requiere un segundo más para llegar a los 100, y cuatro más para duplicar esta velocidad. No olvidemos que es un propulsión trasera con todas las de la ley.

El turbo del británico entra en acción sin apenas receso. Los 400 CV se entregan de forma homogénea, y su querencia por subir de vueltas es sorprendente. Entrega los 460 Nm desde las 3.500 vueltas, y es algo más civilizado que el brutal cinco cilindros del Audi, que tras un brevísimos "agujero" ya está dando toda la fuerza de su motor desde solo 2.000 revoluciones.

¿Y en curva?

El F-Type es un propulsión trasera muy controlable: eso implica que te deja driftar de curva en curva con mucho margen. Pero no tiene ninguna oportunidad frente al TT RS. ¿Por qué? Su dirección no es tan directa, ni su respuesta tan precisa como la del Audi. Digamos que te proporciona menos contacto con el asfalto. A eso hay que añadir 250 kilos por encima del deportivo alemán, así como una combinación mixta de neumáticos mixtos que se nos antoja poco acertada: demasiado delgados delante y anchos detrás.

Por eso en el eslalom sufre algunas pérdidas de grip, y unos subvirajes demasiado acusados. El deslizamiento de la zaga, eso sí, permite neutralizarlos, aunque eso implica perder décimas. El TT RS, por contra, se siente extremadamente ágil, coloca la zaga siempre en el punto idóneo y con su precisa dirección permite pasar a solo pocos centímetros de los conos. El nivel de grip de su tracción integral es enorme en todo momento.

Jaguar F-Type vs Audi TT RS
Jaguar F-Type vs Audi TT RS

La vuelta por Sachsenring la hace como si fueras sobre raíles. El agarre es brutal, y es increíblemente fácil dar con el vértice ideal de cada giro, y salir de las curvas pisando a fondo, con un empuje descomunal. Hemos hecho un tiempo de 1:38,21 minutos. En el Jaguar, se puede compensar su tendencia al subviraje con una conducción un poco más agresiva de lo habitual. Así, para salir de las curvas, se ayuda del genial empuje de su V6 y leves sobrevirajes. Pero en todo momento, requiere más trabajo al volante que el Audi. El crono nos ha dado 1:40,25 minutos por vuelta.

Uno de los puntos fuertes del Jaguar está en los frenos: las detenciones son potentes y el tacto del pedal estable, aun después de muchas vueltas. Los del Audi no están tan logrados: sus caros frenos cerámicos (los del Jaguar son de acero) pierden rendimiento tras unas cuantas vueltas a Sachsenring. Resisten peor el calentamiento.

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