Comparativa del Audi S6 Avant vs Mercedes E 400 d Estate

Dos familiares deportivos y con motores diésel. Aunque lo pueda parecer, no son términos necesariamente contradictorios. Te lo demostramos en esta comparativa del Audi S6 Avant vs Mercedes E 400 d Estate. 

Es curioso lo que ha pasado con el Audi S6. Esta variante nació en 1994, y bajo su capó ha albergado bestias V8 y V10, que grabaron su nombre a fuego y despertaron auténticas pasiones entre quienes tienen gasolina en vez de sangre en las venas. Pero en esta generación de 2019, Audi ha sorprendido a propios y extraños montando un diésel en su familiar deportivo. Claro que si añadimos que se trata de un V6, y que rinde 349 CV y 700 Nm de par máximo, la cosa suena mejor. 

El Mercedes E 400 d Estate tampoco va poco servido, precisamente: 340 CV y 700 Nm hablan por sí solos. Pero pasemos a sus carrocerías. La apariencia del S6 ya delata que nos encontramos ante una máquina muy serie: corte afilado y con pasos de rueda destacados, como lo fue una vez el quattro original. Todo nos ha conquistado, excepto el segundo tubo de escape 'fake'. ¿Realmente era necesario?

En el Mercedes, más sobrio, pasa lo mismo: el segundo escape en la parte trasera es solo una ilusión. Aparte de este desafortunado detalle, el Benz es elegante se mire por donde se mire.  El E 400 y el S6 no son significativamente diferentes cuando se trata de espacio. El Audi es levemente más desahogado en su segunda fila y sus asientos traseros, eso sí ,son bastante más cómodos.  ya que el Audi tiene más espacio en la parte trasera y asientos más cómodos en la parte trasera. Y es que la banquera del Mercedes nos ha parecido demasiado plana.

Así se conducen

El seis cilindros del Mercedes es un gran motor, cultivado, con una facilidad sorprendente para subir de vueltas y un sonido excelente. Con la suspensión neumática opcional, es como si apisonara los baches, se siente al mismo tiempo muy aplomado y un poco más poderoso que su rival. ¿Y qué hay del diésel en el Audi? La respuesta: va bien en general. El rendimiento es bastante impresionante, pero el 3,0 litros tiene sus problemas. Y es que resulta especialmente molesto ese segundo que se toma para pensárselo cada vez que pisas a fondo en las arrancadas. Solo a partir de aproximadamente 2.500 vueltas saca todo lo que lleva dentro y entonces sí, sales disparado. Y con el motor ya despierto, la dirección en las cuatro ruedas opcional y el diferencial deportivo (también un extra) el S6 tiene una conducción más ágil y deportiva y, sobre todo, emocional que su rival. 

Puesto 2 con 553 de 750 puntos: Audi S6 Avant. Amplias cualidades deportivas, pero el V6, aunque es un motor sofisticado y poderoso, tiene una respuesta irregular. Y para esta categoría, el maletero es algo pequeño. 

Puesto 1 con 560 de 750 puntos: Mercedes E 400 d Estate. Un familiar veloz y lujoso con un excelente diésel de seis cilindros en línea y una suspensión intachable.

Concusión: 

¿Cómo le sienta el diésel al S6? Sin duda es un coche rápido, pero la combinación de motor/transmisión no funciona de todo fluida. El Mercedes es más equilibrado y la entrega de potencia de su motor más contundente. Y desde el principio.