Logo Autobild.es

Prueba: Porsche 911 GT2 RS. Sencillamente insuperable

Indescriptible. Sin más

Escribir la prueba de un Porsche 911 GT2 RS o algún coche parecido no es algo que se pueda hacer a menudo. De hecho, es probable que pase mucho tiempo antes de que pueda volver a ponerme al volante de un modelo semejante.¿Sabes por qué? Porque esta máquina de correr es hoy por hoy el modelo utilizable de calle más extremo que te puedes encontrar.

Para empezar está su motor. El GT2 RS es una especie de 'superevolución' del 3.8 del Turbo S (580 CV), ya que cuenta con piezas del 918 RS Spyder, aparte de elementos más evidentes, como los dos turbos más 'gordos', pistones específicos que permiten reducir la compresión, admisión optimizada (con un filtro "multitubo" que no solo mejora el flujo del aire, sino que también influye en la aerodinámica), un poco de magia por aquí, otro poco por allá... y 'voilà', tienes los 700 CV a 7.000 rpm, aunque el motor puede subir hasta las 7.200 vueltas. Una cifra que a los amantes de los deportivos de Honda les puede generar una tierna sonrisa, pero que no está nada mal para tratarse de un bloque de este tipo.

VÍDEO: Vuelta onboard y récord en Nürburgring

Antes de empezar la prueba del GT2 RS estoy un poco tenso, pero supongo que me entiendes. No porque esté ante un coche de 326.000 euros, que también, sino porque ya en parado se muestra amenazador. Las tomas NACA en el capó, las salidas de aire de los pasos de rueda delanteros, las admisión en los posteriores, el difusor, los tubarros... Y luego está el motor. Y el Paquete Weissach. Y los bacquets. Pienso "mucho arroz para tan poco pollo" y a continuación salto al interior del coche. 

Giro la llave. Debe ser muy pronto para el Porsche 911 más extremo creado hasta la fecha (¿se superarán?), porque se despierta con un rugido que obliga a unos compañeros de otro país que estaban grabando un clip de vídeo a repetirlo. Sorry. El sonido de los escapes es de lo mejorcito que te puedes echar a los oídos, especialmente si activas el 'botón mágico' que convierte esta obra maestra de rock and roll en puro heavy metal. Del más duro.

Prueba del GT2 RS en circuito

Salir a pista al volante del RS es una pasada. Me marca el camino un Porsche 918 Spyder con un instructor con muchas horas de vuelo. Rasante, se entiende. Gracias a él consigo ir más rápido de lo que en principio creía. Tras la primera vuelta de contacto piso a fondo en la recta de meta. Es indescriptible cómo gana velocidad. En una carretera abierta es imposible que pises a fondo más de tres segundos; aquí es justo lo que necesitas para llegar a 100. Los 160 los superas en 5,8 y llegas a 200 a los 8,6. El alerón posterior genera 340 kilos de fuerza descensional a fondo, por lo que no me preocupa salir volando. Ni detenerme justo donde quiero. 

Porque, si haces las cosas bien, esta bestia de Stuttgart que se termina de rematar en Weissach te hace ser rápido como un rayo. Frena una y otra vez con la seguridad de que los frenos cerámicos PCCB te van a apoyar. Acelera progresivamente mientras enderezas el volante y saldrás catapultado hacia el siguiente viraje. ¿Y si pisas a fondo antes de tiempo? Con la electrónica activa el eje trasero te mostrará su disconformidad con un latigazo que tendrás que solucionar a base de volante. ¿Y si 'ahuecas' en pleno apoyo? Más de lo mismo: ten en cuenta que llevas un seis cilindros bóxer metido en el maletero (perdón por el chiste). Si desconectas todo, es mejor que lo hagas porque eres Mark Webber o Walter Röhrl, dos de las fieras implicadas en el desarrollo de este modelo.

Y mención aparte merece el cambio. El PDK en esta ocasión es otra evolución 'loca' de la que utiliza el Turbo S. Recibe algunas partes del 918 Spyder, pero modificadas. Ademas, tuvieron que 'currar' un poco, ya que, si aún no has caído, el GT2 RS es un trasera puro y el Turbo S tiene tracción integral... Su funcionamiento sigue siendo tan perfecto como siempre, aunque en esta ocasión recibe un modo track que ejecuta unos cambios que hacen honor a su nombre. Además, si pulsas las dos levas a la vez se desacopla la caja tal y como haría un manual al pisar el embrague. Por lo visto, esto es útil para los pilotos de carreras. Yo solo le veo una utilidad: desacoplar, pisar a fondo, soltar las levas y salir catapultado hasta el hiperespacio.

VÍDEO: Todo lo que debes sabes del Porsche 911 GT2 RS

En todo caso, el Porsche 911 GT2 RS es un modelo relativamente noble y progresivo si no te vuelves loco: te avisa con cierta antelación y, como todo funciona de maravilla, puedes prepararte para contrarrestar cualquier tipo de vaivén... siempre que se produzca en la zona del sentido común.

Prueba en carretera

Si eres uno de los pocos afortunados que van a tener uno de los 911 GT2 RS en España, seguro que también te interesa saber qué tal se llevará con la vida en nuestras carreteras. Bueno, lo cierto es que lo he probado por las carreteras del Algarve, pero para el caso es lo mismo. 

Con una séptima de 50 km/h por cada 1.000 rpm, puedes circular por autopista con este Porsche tranquilamente. La suspensión, aunque no te lo creas no es tan seca como te puedes imaginar... dentro de un orden. Al tener poco perfil, no hay elemento elástico que absorba las pequeñas irregularidades de la carretera, y esas te las vas a 'tragar'. Pero si no activas la suspensión en 'modo extremadamente duro' (o como se llame), no vas a desear bajarte del coche. No al menos por esto.

Si estás suficientemente quemado como para hacerte un viaje largo, lo que sí se te puede hacer cuesta arriba es la rumorosidad que hay dentro del habitáculo. Mucha goma, reducción de peso... eso suele llevar aparejado que se oigan mucho los Michelin Sport Cup 2 o los Dunlop Sport Maxx Race que monta, además del propio aire exterior.

En cuanto a la dirección, su dureza es más que adecuada para un modelo así. Es cierto que tiene más sentido en un circuito, pero la verdad es que en una zona de curvas no vas a desesperarte porque las cervicales te pidan tiempo muerto.

Para terminar esta prueba del Porsche 911 GT2 RS, déjame que te cuente una anécdota. Walter Röhrl estaba dando vueltas al circuito a gente de Porche. Uno de los que se subieron fue el jefe de desarrollo de motores turbo, Marcos Marques. Tras el copilotaje le dio las gracias al piloto alemán por el 'paseo', a lo que Röhrl le respondió: "gracias a ti por este motor". Si al 'tío Walter' le parece bien... ¡amén!

Valoración

Nota10

La prueba del Porsche 911 GT2 RS arroja un resultado más que previsible. Con 700 CV y más ligero que un compacto medio, es un coche sencillamente insuperable.

Lo mejor

Motor espectacular, prestaciones sobrehumanas, imagen... TODO

Lo peor

Consumo elevado, maletero pequeño, precio elevado... No, olvídalo. Es broma

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.