¿Qué tal envejece el Ford Focus? ¿Vale la pena de segunda mano?

Cuando lo analizamos en nuestro test de duración, una de las preguntas más frecuentes era sobre su cilindrada, porque todos los que lo probaron no podían creer que con un bloque tan pequeño bajo el capó fuera capaz de completar los 100.000 kilómetros, con sus 125 CV, de una manera tan satisfactoria. Como el EcoBoost finalizó la prueba sin apenas síntomas de desgaste, que se llevara al final casi la nota máxima no fue ninguna sorpresa. Viéndolo con un par de años de distancia, resulta normal que la tercera generación del Focus, que se vendió entre 2011 y 2018, se haya convertido en el niño mimado del mercado de usados.

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Su único defecto es que muchos lo hayan usado como coche de empresa o de alquiler, y, por tanto, haya sido utilizado con poco cariño durante muchos kilómetros. Pero es que, aun así (y esto es lo increíble), se han producido muy pocas quejas en el apartado mecánico. En el 1,6 litros diésel han existido, en casos puntuales, problemas con el turbo. Los conductos del refrigerante se atascan con facilidad y el práctico protector activo del borde de las puertas, que al abrir se despliega y protege la pintura, se acaba rompiendo. Es una lástima, pero no un drama: deja de funcionar y deja de tenerlo -como los demás coches-.

La consola central está bien acabada, pero llega a confundir al conductor con sus pequeños botones. Son muchos y parece que alguien los hubiera tirado allí al azar. Y la pantalla es diminuta, por lo que algunas personas pueden llegar a tener problemas para entender la información que aparece en ella. Algo interesante para los conductores de diésel: con el lavado de cara de 2014, empezaron a cumplir la Euro 6.

Las versiones Euro 5 anteriores son recomendables entre quienes conduzcan en zonas interurbanas, para evitar posibles restricciones. Quienes realicen pocos kilómetros, mejor que elijan versiones gasolina, que, además, luego tendrán una mejor salida a la hora de pensar en la reventa. El propio tres cilindros ofrece mucha diversión, por mucho que te den la lata preguntándote cuál es su cilindrada...

Entre la oferta de Focus usados se encuentran, sobre todo, modelos con motor diésel. Pero ojo, porque estas unidades suelen tener
kilometrajes enormes. Por eso, es muy recomendable un repaso a fondo de todos los elementos mecánicos y comprobar que la unidad en cuestión tiene el historial de mantenimiento al día. Al final, sirve lo que para cualquier coche usado: unos euros más por uno en buen estado acaban representando un ahorro considerable a largo plazo.