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Marc Márquez cabreado, la peor pesadilla de sus rivales

Marc Márquez cabreado, la peor pesadilla de sus rivales

Diego de Arístegui

Un piloto carismático, que derrocha simpatía y buen rollo allá por donde va. Es el perfecto yerno, pero ahora Marc Márquez está cabreado, y esa es la peor pesadilla de sus rivales.

Cuando un piloto ambicioso, que nunca se cansa ni se cansará de ganar tiene una mala racha, le cuesta reconocer que alguno de los motivos que le han llevado a esa situación sean por su propia culpa. Si además está en disposición de ganar pero pierde por una maniobra polémica, su enfado va en aumento. Así es como está ahora Marc Márquez, y ya os aviso que un Marc Márquez cabreado es la peor pesadilla para sus rivales

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Creo que después de la carrera de Assen, donde Valentino Rossi empleó todos los medios que estuvieron a su alcance para acabar con el mago de Cervera, el propio Marc estaba más enfadado que nunca. Ya cruzó la línea de meta haciendo el famoso gesto de incomprensión que precisamente los italianos pusieron de moda, pero cuando de verdad nos dimos cuenta del cabreo monumental de Márquez fue en el parque cerrado. "¿Qué pasa? Que ahora se puede saltar la última curva para ganar la carrera" espetó el bicampeón de MotoGP. Al español le cambió la cara, ya no tenía el rostro adorable del mejor yerno del mundo, sino que ahora su cara contenía la ira de la peor suegra jamás conocida

Valentino, experto en el arte de la provocación y en manejar los tempos psicológicos como nadie se bajó de la moto y lo primero que hizo fue bajarse de la moto y felicitar al que hasta ese día podía considerarse su amigo, pero que sale de Assen como su principal archienemigo. A Márquez no le tembló la voz, y le dijo claramente a Rossi que le había gustado mucho cómo había tomado la última curva. 

El nuevo Márquez

A mí personalmente me alegra descubrir esta faceta de Marc. Durante mucho tiempo nos hemos creído que el catalán sólo sabía sonreír y que era imposible verle cabreado. Pues ya lo hemos visto, y la verdad es que asusta mucho. Asusta porque en Assen demostró que ha recuperado su mejor versión, le volvimos a ver suelto sobre la Honda y le vimos cómodo detrás del mejor Rossi de la temporada. Pudo haberle ganado pero no fue posible, aunque la guerra sólo acaba de empezar. 

Un Márquez capaz de resolver sus problemas con su moto y en un estado de tensión como en el que se encuentra ahora sólo puede tener nefastas consecuencias para sus rivales. A partir de la próxima carrera, en Sachsenring, vamos a ver a un Márquez desatado, que tirará la moto con más agresividad todavía que con la que nos tiene acostumbrados. Saldrá a por cada libre, cada pole y cada victoria. No sé si recuperará los 74 puntos que le lleva Rossi, pero os aseguro que va a sacar de sus casillas al 46, y también a Lorenzo, Iannone, Pedrosa. A todos. 

¡Ojo a lo que se nos viene encima!

Cuando un deportista de élite, acostumbrado a ganar y sin conocer el lado oscuro de la derrota, empieza a recibr bofetadas una y otra vez, las consecuencias de su enfado pueden ser devastadoras, y eso es justo lo que va a suceder con Marc Márquez. El sábado dijo que quedaban 10 carreras, pero lo más importante, al menos para mí, es que dijo que la jugarreta de Rossi en Assen se la devolverá. Abróchense los cinturones, porque el huracán Márquez viene a arrasar con todo lo que encuentre a su paso. No me gustaría estar en la piel de Rossi, Lorenzo y compañía. 

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