Las 5 claves del fracaso de Rossi y Lorenzo en MotoGP 2016
Diego de Arístegui
Las 5 claves del fracaso de Rossi y Lorenzo en MotoGP 2016. Si hace una semana hablábamos y alabámos el mérito de Marc Márquez en esta primera mitad del campeonato, hoy toca analizar a los otros dos grandes protagonistas del año en la categoría reina, los dos pilotos del Movistar Yamaha MotoGP. Dos hombres que en condiciones normales deberían estar dominando el Mundial como hicieron en 2015, pero que finalmente no lo han hecho.
Contaban con una ventaja técnica notoria a tenor de lo visto en la pretemporada, pero una serie de circunstancias ajenas a ellos junto a errores impropios en dos pilotos tan fiables como Rossi y Lorenzo han provocado que el título de MotoGP esté cerca de regresar a las vitrinas de Marc Márquez en Cervera. Todavía quedan 9 carreras pero estas han sido las claves del fracaso de Rossi y Lorenzo en 2016.
Las 5 claves del fracaso de Rossi y Lorenzo en MotoGP 2016
Mal ambiente en el box
Un problema que se ha venido produciendo desde que arrancó el campeonato es la nula relación entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi. De hecho, y contra todo pronóstico, podemos decir que a día de hoy Rossi tiene una situación mucho más normalizada con Marc Márquez que con su propio compañero de equipo.
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Desde Qatar, Rossi encendió la mecha poniendo en duda el valor de Lorenzo para irse a Ducati. Después, un par de encuentros en entrenamientos también han disparado la tensión entre ambos pilotos, cuya sintonía nunca se ha caracterizado por ser muy diplomática. Esto ha perjudicado a Yamaha en su conjunto, perdiendo terreno respecto a Márquez y a Honda.
Errores de pilotaje
Si algo ha hecho que Marc Márquez coleccione 48 puntos de ventaja sobre Lorenzo y 59 con Rossi eso han sido los ceros de los dos hombres de Yamaha. Lorenzo se fue al suelo en Argentina y Iannone se lo llevó puesto en Catalunya. Por su parte, el piloto de Tavullia se cayó en Austin, rompió el motor de su moto en Mugello y también besó la grava en Assen.
A excepción de lo sucedido en Argentina y en Austin, dos circuitos en los que Marc Márquez está por encima de los demás y donde se da por hecho que conseguirá 25 puntos, el resto de errores han tenido lugar en momentos donde la victoria bien para Lorenzo o bien para Rossi estaba clara. El italiano iba rápido en Mugello y en Assen estaba liderando la carrera. De 50 puntos pasamos a 0.
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Agentes externos
Como mencionábamos antes, el fracaso de Lorenzo y Rossi en esta primera mitad del campeonato no sólo ha sido por los errores humanos en pista. También la Yamaha ha jugado malas pasadas a los dos pilotos en momentos determinados de la temporada. El ejemplo más clarividente fue la rotura de motor en Mugello, que terminó con las opciones de Valentino y minó la confianza de Lorenzo (se le rompió en el warm-up).
Pero esta no ha sido la única vez que la M1 ha dado síntomas de debilidad. En la última carrera de Sachsenring quedó demostrado que con la temperatura del asfalto baja, las monturas de Iwata sufren de manera considerable, algo que se pudo ver tanto en entrenamientos como en carrera. Ahora llega el otoño y con él menos temperatura en el asfalto y trazados donde la lluvia y el frío pueden hacer acto de presecia. Habrá que ver si esta coyuntura meteorológica les sigue pasando factura.
Falta de tranqulidad
La fiabilidad de Lorenzo y Rossi también se ha puesto en entredicho por su falta de tranquilidad en momentos concretos e importantes de las carreras, algo que se ha notado especialmente con Rossi. Lo pudimos ver en Assen, cuando dominaba con autoridad la carrera y se fue al suelo por ir más rápido de lo que debía.
Por su parte, Jorge Lorenzo vivió un episodio similar en Alemania, donde cosechó nada más y nada menos que 3 caídas en un mismo fin de semana. Que a Jorge Lorenzo le suceda esto es casi tan improbable como que un león rechace un jugoso filete de carne. Pero en 2016 esto ha sucedido y el resultado ha sido una decepcionante carrera por parte del balear, que sumó puntos de auténtico milagro.
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Nefasta gestión en mojado
Y concluimos nuestras claves con una nueva realidad irrefutable, y es que en las carreras de mojado de esta primera mitad de campeonato han sido un infierno para los intereses de Yamaha. En Assen lo que podía ser una nueva exhibición de Rossi bajo la lluvia se convirtió en una pesadilla cuando el italiano perdió la rueda delantera de su M1. Lorenzo hizo aguas en esa carrera, valga la redundancia.
Por último, en Sachsenring la película no cambió demasiado. De nuevo Rossi estaba en disposición de lograr un buen resultado y recortar puntos a Márquez, pero en lugar de andar pendiente de lo que hacía el de Cervera por detrás, él prefirió copiar la estrategia de Dovizioso y Crutchlow. Cuando regresó a pista sus sensaciones fueron malísimas y terminó octavo. Lorenzo entró en los puntos por inercia más que por otra cosa.
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