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Las 10 'artimañas' de Rossi para ganar el Mundial 2016

Las 10 'artimañas' de Rossi para ganar el Mundial 2016
La experiencia bien vale un título. Y las 'artimañas' de Rossi para ganar el Mundial 2016 pueden ser definitivas para ello... De nuevo. El piloto italiano tiene ganas y quizás la moto más competitiva de este año. Pero, ¿qué otros factores le van a ayudar?

Gane o no gane en las carreras que quedan de aquí a final de temporada, lo cierto es que el genio del piloto italiano sigue saliendo a relucir dentro y fuera de la pista. Esto es tan propio de Vale como el 46 de color amarillo que ya es una leyenda viva en la historia del motociclismo. Pero si su forma de vivir la competición no se limitaba a lo que sucedia en carrera hace 20 años, ahora cuesta a imaginar a un Valentino que se limite a correr... sobre todo, cuando no es el que más ritmo tiene. Las artimañas de Rossi para ganar el Mundial 2016 pueden ser definitivas para alzarse con su ansiado décimo título Mundial... aunque quizás su Yamaha le permita no tener que recurrir a nada más que a sus dotes sobre dos ruedas.

Calendario de MotoGP 2016.

Y tal como estás las cosas ahora mismo, ¿de qué factores se puede beneficiar este año? ¿Qué ayudas puede tener en caso de un final de temporada apretado? 

1. Liderazgo en Yamaha

Si el año pasado el equipo Movistar Yamaha acabó tomando claramente partido -sin reconocerlo abiertamente- por Valentino cuando se estaba jugando el título con su otro piloto, ahora que Jorge se marcha, el equipo no tiene que disimular sus preferencias: objetivamente, Rossi es el que seguirá perteneciendo al proyecto azul en 2017 y en el que hay que centrar todos los esfuerzos.  

2. Desconcentración de sus rivales

El mercado de fichajes que se está abriendo no es el mejor escenario para que tus rivales se centren en pilotar, en un deporte en el que es tan importante tener bien afinada la cabeza como la moto.

"Sería curioso ver a Márquez en Yamaha".

Lorenzo ya ha abierto la caja de los truenos con su fichaje por Ducati para 2017, y la onda expansiva de este terremoto está moviendo también el terreno que pisan Iannone y Dovizioso (su futuro el seno de la escudería italiana ya era incierto debido a sus decepcionantes resultados), Viñales (Maverick es un serio candidato a ocupar el puesto de Lorenzo), Pedrosa (también se especula con que Rossi lo prefiere como compañero en Yamaha), y, cómo no, Márquez, que también tiene un ojo en la moto 'de al lado' por si Repsol sentara en su box a alquien más competitivo que Dani. Si es que no es él mismo el que se marcha...   

3. Conservadurismo de Márquez

Además de lo dicho, el bicampeón catalán de MotoGP no es el mismo desde los desastres que acumuló a principios de 2015. Psicológicamente, a pesar de su eterna sonrisa y de que la Honda va mejor en estos primeros compases que el año pasado, el incidente con Rossi de la 'patada-no patada' le incomoda mucho más de lo que pueda parecer: era su ídolo de infancia y juventud, no está acostumbrado a este tipo de duelos extradeportivos, nunca le hicieron falta antaño -porque su velocidad era suficiente para ganar- y si alguien usaba la guerra psicológica hasta ahora, ese había sido él.

Y aunque él mismo fue el responsable de que el resto de rivales se pusieran las pilas cuando irrumpió como un huracán en MotoGP (entrevista de AUTO BILD a Jorge Lorenzo: "Márquez nos cambió a todos la forma de pilotar"), ahora se le ve más comedido. El 93 ha aprendido y, por primera vez en la categoría reina, ahora no es raro verle "conformarse" con un tercer puesto "pensando en el campeonato", por ejemplo (así lo reconoció tras la carrera de Jerez). Esto también puede beneficiar y mucho a Rossi. 

4 Apoyo de la afición

Hablando de elementos desestabilizadores, Valentino sabe que cuenta con el apoyo incondicional de los suyos dentro y fuera del equipo. Los rossistas están por todas partes y no entienden de nacionalidades. Eso ha quedado patente en todas y cada una de las polémicas en las que se ha visto envuelto, incluida la que cerró el último Mundial.   

5 Merchandising y Dorna

Los seguidores de Rossi también son los que de forma más fiel van a las carreras, compran sus productos y dinamizan el mercado que gira en torno a MotoGP. Y el negocio hay que cuidarlo. Valentino levanta pasiones, da espectáculo, genera interés por sí solo en los medios de comunicación... Sus éxitos son también los de la organización, a la que se le ha acusado en muchas ocasiones polémicas de favorecer claramente al italiano. Y esto también puede decidir un Mundial.   

6.- Problemas Michelin

Los problemas de adaptación a las nuevos neumáticos es un reto para todos, pero Rossi ha sabido sacar petróleo de carreras 'locas' en las que los neumáticos han sido determinantes por su extraño comportamiento, como en Jerez. Los GPs en los que por una razón u otra el ritmo de carrera baja un poco favorecen al veterano campeón. 

7 y 8.- Firmes deslizantes y frenadas

El italiano también ha mostrado su supremacía sobre asfalto mojado, frenadas y, de nuevo, allí donde se ralentiza todo y puede compensar su falta de ritmo con su maestría sobre la moto. Es único apurando el espacio, sacando la pierna para los giros y apurando la pista y tirando el último de maneta derecha. Si hay más igualdad que el año pasado entre su Yamaha -y la de Jorge-  y las Honda (imagina si Ducati y Suzuki se unen definitivamente al grupo de cabeza en las carreras) de sus rivales más directos, Valentino puede marcar la diferencia en el cuerpo a cuerpo.   

9.- Experiencia en gestionar crisis

Aunque el año pasado no acabara bien la polémica con Márquez, lo cierto es que 'il Dottore' no es nuevo en esto y otras situaciones parecidas sí han tenido un final feliz para él. Y desde luego, si hay alguien que con experiencias de todo tipo y condición que le puedan ayudar a gesionar situaciones de tensión deportiva o extradeportiva, ese es el 'amarillo' de Yamaha.    

10.- Motivación: ¿su última oportunidad?

Siempre se dice que puede ser la última oportunidad de hacerse con el título de MotoGP, pero cada año que pasa esta afirmación es más cierta y Rossi lo sabe. No sólo es cuestión de edad (tiene 37 años), sino de que su contrato en Yamaha acaba y no le quedan muchos cartuchos que quemar ya, sobre todo, cuando Lorenzo -el otro candidato real a ganar títulos del equipo- se marcha a Ducati. Esto no puede ser más que un elemento de motivación extra para el astro italiano... aunque también podría suponer una cuenta atrás que, pese a la experiencia en otros terrenos, acabara lastrando su rendimiento.  

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