En Fiat Panda a Pandino 2018: batimos un récord en Italia… ¡con un Panda Waze!
En Italia son maestros en sacar mucho brillo a lo suyo. Y en hacerlo bien, con desparpajo. Sin embargo, con la cantidad de Fiat Panda de todas las épocas que te encuentras a lo largo y ancho del país, es curioso que el récord de una concentración de inscritos en algo así, admitiendo unidades de todas las épocas, fuera ‘sólo’ de 277… y, encima, estuviera en Japón. ¡Había que remediarlo! Por eso, en cuanto nos ofrecieron, desde Fiat, ir con un Panda a Pandino en 2018 y batir ese récord en Italia, no me lo pensé dos veces. ‘Andiamo!’
Esta reunión de apasionados del modelo se celebra en Pandino, un pueblo de origen medieval a menos de una hora de Milán, que, curiosamente, se llama exactamente que el apelativo cariñoso que se le daba al ya mítico utilitario de Fiat, y que si en España era bien conocido -fabricado por la casa de Turín o bajo licencia por Seat desde 1980 a 1986-, imagina en su país de origen.
El punto de encuentro es, precisamente, los alrededores del Castillo de los Visconti (siglo XIV), que todos los que acudan tienen la oportunidad de visitar, y que alberga estancias muy interesantes de la época, restauración, visitas escolares, bodas y otros eventos...
Así que a los forofos del Pandita (o ‘Pandino’) les pareció una buena idea aglutinar en torno a este municipio todo el fervor por el modelo, del que tanta y tanta gente allí cuenta con un recuerdo directo o indirecto.
Y no es para menos. Este modelo urbano inauguró la década de los 80 como un icono del diseño y la practicidad, de la mano del gran carrocero italiano Giorgetto Giugiaro y desde siempre es una pieza clave para entender la filosofía de Ital Design y de las tendencias de aquella década para un vehículo urbanita: el Panda fue concebido con unas líneas cúbicas, simples, que aprovecharan al máximo el espacio interior en el mínimo volumen posible, que fuera económico de fabricar, adquirir y mantener… Y buena parte de la culpa la tuvieron sus líneas tan rectas y sus elementos tan planos.
Además, desde 1983 fue el único coche de su segmento en ofrecer una versión con tracción 4x4 no permanente, con lo que el Panda también se convirtió en un aliado perfecto para las zonas rurales, especialmente, las que recorría de norte a sur la cordillera de los Apeninos.
Por ello, la carrocería clásica sigue siendo un elemento más del paisaje italiano, puesto que el modelo se sigue utilizando en todas partes. Además, el Fiat Panda nuevo, con su evolución hasta hoy, tanto en versión 4x2 como 4x4, es un superventas mucho más allá de su territorio y el éxito en España es uno de sus mejores ejemplos.
Andiamo subito!
En nuestro caso, había varias opciones: ir desde España con uno de los Fiat Panda Sisley 4x4 que he estado a punto de adquirir varias veces; hacer lo propio en uno de allí y luego enfrentarse a un sinfín de papeleos para legalizarlo en nuestro país; hacernos con una unidad nueva como aquella con la que participamos en el Panda Raid 2018... o rizar un poquito el rizo y partir de Milán en Panda a Pandino con el invitado estrella de esta edición: el nuevo Fiat Panda Waze.
Y lo más razonable, dado que sólo estaríamos por tierras del norte de Italia sólo un fin de semana, era esta última opción. Así que... ¡a por el récord!
El nuevo Panda Waze es en realidad un Fiat Panda Cross 2018 con el que puedes 'hablar' mediante una app que descargas en tu smartphone colocado en un soporte sobre el salpicadero. Su función es mucho más completa que la de un navegador, pues además de guiarte por GPS, el sistema es capaz de informarte de cosas de parámetros de tu propio vehículo (desde cómo estás de niveles hasta si te has dejado el freno de mano sin poner).
De cara al exterior, te informa del estado del tráfico, de la ubicación de las gasolineras o los radares más cercanos, por ejemplo, y de todas aquellas informaciones de interés (o lúdicas) que suban otros conductores de Panda, pues esta aplicación también pretende ser una red social entre orgullosos propietarios de este modelo de Fiat.
Para familiarizarme con ello, el día anterior a la quedada pude dar una vuelta por el casco histórico de Milán y exprimir las bondades de este popular urbanita-campero tan polivalente, silencioso, ágil, agradable y, ahora, tan interconectado.
El día es caluroso y las carreteras están bastante despejadas. Llego al recinto y los Panda están dispuestos de una manera rarísima, pero como yo soy muy obediente (cuando quiero), sigo las instrucciones de los tipos de rojo en cuyas camisetas pone "staff". Y pronto el dron que sobrevuela nuestras cabezas resuelve el misterio: todo está estudiado para que formemos la palabra "Panda" desde lo alto (mira la espectacular foto principal de este reportaje).
Luego, voy viendo el atuendo de otros miembros de la organización o frikis del Panda en general, porque las camisetas que me llevan, así como las gorras u otros complementos merecen mucho la pena.
A partir de ahí, mil y una personalizaciones, muñecos, banderas, decoraciones... Si nunca suele haber un Panda igual que otro -al menos, entre los de aspecto clásico-, imagina aquí.
Nuevo récord
Finalmente, después de un día de risas, anécdotas con los participantes, soluciones técnicas y humanas para sus coches a cada cual más ingeniosa, comida al aire libre, música, souvenirs y premios, el Panda a Pandino 2018 toca a su fin.
Lo malo es que al día siguiente es lunes; lo peor, que hay que devolver a Fiat Italia el Panda Waze; y lo mejor o una de las cosas mejores de esta divertida experiencia: nos tienen que confirmar el dato exacto, pero nos vamos a casa superando las 360 unidades de Fiat Panda cuando el récord estaba en 277. Bravissimo!
Descubre más sobre Rodrigo Fersainz, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.