Cómo echar gasolina o diésel de forma segura

Echar gasolina forma parte de nuestra rutina. Da igual si acudes a la gasolinera una vez a la semana o varias veces al mes, el caso es que es una acción que hacemos de manera automatizada y sin pensar mucho. Sin embargo, conviene prestar mucha atención, por ello, vamos a explicarte cómo echar gasolina o diésel de forma segura.

En estos momentos, aunque el precio de la gasolina ha bajado en las últimas semanas, sigue provocando dolores de cabeza acudir a una estación de servicio para repostar diésel o gasolina. 

Precisamente, el precio de los carburantes ha provocado quejas en todos los sectores en determinados momentos. Basta recordar la huelga de los transportistas hace unos meses, que provocó el temor de desabastecimiento en supermercados y gasolineras. 

Esto provocó que el Gobierno se planteara medidas para reducir el precio, como bajar el impuesto gasolina o, lo que finamente hizo, bonificar con 20 céntimos por litro a la hora de echar gasolina o diésel. 

No obstante, pese al encarecimiento de los combustibles, echar gasolina es algo que nadie puede eludir. Y, aunque parece una tarea sencilla que millones de personas realizan diariamente, se puede convertir en algo muy peligroso si no se hace correctamente ni se mantiene unas medidas de seguridad. 

Cómo echar gasolina o diésel de forma segura

Piensa que, al echar gasolina, estás tratando con combustible inflamable, por lo que debes evitar realizar una serie de acciones para garantizar tu seguridad y la de las demás personas que están en la gasolinera. 

Echar gasolina o diésel puede comportar riesgos importantes si no se realiza de forma segura. Si no cumples con la normativa vigente en las estaciones de servicio, la Policía Local o la Guardia Civil podrán ponerte la correspondiente multa. Así que toma nota de los siguientes consejos:

Apagar el motor y las luces

Es lo primero que debes hacer antes de echar gasolina. De hecho, en todas las gasolineras encontrarás unos carteles con las normas básicas de seguridad y, en entre ellas, aparece esta. 

Tienes que apagar el motor y las luces, porque, al están encendidos, generan unas chispas para que funcionen y, si entran en contacto con los gases del combustible en el aire, puedes provocar un accidente grave. 

Elegir el combustible adecuado

Esto es lo primero en lo que tienes que fijarte, para evitar echar gasolina a diésel o viceversa. 

Esto es importante porque el motor está preparado para funcionar con un combustible u otro y, si te equivocas, puedes meterte en un problema. 

No uses el móvil

Aunque muchas personas no lo saben, el uso del teléfono móvil no está permitido en las estaciones de servicio. 

Es muy peligroso mantener una conversación cuando te encuentras junto a un surtidor ya que puede producir alguna chispa que sea el origen de una explosión.

Prohibido fumar

Es una de las principales medidas de seguridad, aunque algunas personas también lo ignoran o no son conscientes de las graves consecuencias que tiene. 

En el aire existen vapores que proceden del combustible y que son altamente inflamables. El fuego de un cigarro podría desencadenar una explosión.

¿Qué le puede pasar a tu coche si circulas con el combustible que no le corresponde?

Equivocarse de combustible al repostar es un error más habitual de lo que parece. De hecho, según datos del RACE, más de 70.000 conductores se equivocan cada año al echar gasolina en su coche. 

Antes era más fácil equivocarse que ahora, ya que la anchura del diámetro de la boca del depósito de combustible y los boquereles de las mangueras eran parecidos en ambos combustibles. 

Actualmente, el boquerel de una manguera diésel es más ancho que el de una manguera de gasolina, lo que hace que sea prácticamente imposible echar diésel en un coche de gasolina. Pero sí es posible al revés, echar gasolina a diésel. 

Si echas diésel en un coche de gasolina, seguramente podrás arrancar, pero el coche se detendrá al instante, ya que el gasóleo no arde bien con la chispa de la bujía. Tendrás que acudir a un taller, porque el gasóleo habrá entrado en varias partes del motor, afectando a los inyectores y otros elementos.

Si echas gasolina en un diésel, el coche arrancará y circulará, emitiendo ruidos muy extraños, hasta que se pare. Este caso es peor, ya que se verán afectados gravemente el filtro y la bomba de inyección, obligando a su sustitución.

Te has confundido a la hora de repostar, ¿y ahora qué?

Si te has confundido a la hora de repostar gasolina o diésel, lo más importante es no circular. Si lo haces, tu motor sufrirá las consecuencias y tú tendrás que cubrir los gastos de una avería grave. 

Si te has dado cuenta del error en el propio surtidor, no muevas el coche, ni siquiera introduzcas la llave en el contacto para evitar que entre el combustible equivocado en el circuito y la bomba.

Informa de la situación a los responsables de la estación de servicio, para que cierren la zona y avisen al resto de conductores que esperan para repostar. Por último, en una zona alejada de los surtidores, avisa a la asistencia en carretera del problema para que envíen la ayuda.

Normalmente, la asistencia en carretera del seguro te ofrecerá llevar el coche hasta un taller, donde procederán a desmontar el depósito, bombear el combustible equivocado y sacar el filtro principal, con el gasto que esto supone y obligándote a buscar un medio de transporte alternativo.