Paradojas de la vida. Hay coches de 70 caballos que no pueden entrar en la ciudad… y otros como este, con 408 CV, pueden aparcar dentro de ella y gratis por su etiqueta DGT Cero. Son los milagros de la tecnología, en este caso la híbrida enchufadle protagonista de esta prueba del Volvo S90 T8. ¿En qué consiste esa tecnología? Pues en el caso de este Volvo es la combinación de un motor gasolina delantero transversal de dos litros, que rinde 320 caballos y trabaja en conjunto con dos propulsores eléctricos.

Así funciona su sistema híbrido

Uno está situado delante y ofrece 34 KW y el otro se coloca detrás y aporta los 88 CV caballos restante, para entregar una potencia conjunta de 408 CV. ¿Tiene que hacer algo el conductor par conectarlos? Nada, el sistema híbrido permite varios modos de conducción, pero sin que tengas que intervenir. Por ejemplo, puedes circular solo con energía eléctrica (gracias a ello tiene Etiqueta 0) hasta una autonomía máxima de 40 kilómetros. Y cuando se acaba, se enchufa a un puesto de carga.

Entrar en la ciudad con silencio absoluto

De esta manera, por ejemplo entro en ciudad en silencio absoluto, con un confort acústico de primera… y la posibilidad de aparcar gratis en el centro. Eso sí, las considerables medidas de su carrocería (la longitud roza los cinco metros y la anchura los dos metros) no aconsejan ratonera por calles estrechas. Porque (no nos engañemos), el Volvo S90 en cualquiera de sus motorizaciones está hecho para viajar como un señor. Y está variante T8 aporta un punto de confort mayor gracias a la contenida rumorosidad que llega a su interior.

El confort de marcha está por encima de todo

Al volante, cero vibraciones. De hecho arrancas y si antes de avanzar te pones a pones a pensar en otra cosa creerías que no has arrancado. A través de un pomo de cristal de la palanca exclusivo (firmado por Swarovski), selecciono la velocidad y el S90 comienza a moverse en modo eléctrico hasta que hundo el pie sobre el acelerador y se despierta la caballería de combustión. Son 400 caballos que se entregan con suavidad, sin la patada de un turbo pero con un rango de utilización muy amplio. Asociado a un cambio automático de 8 velocidades, la potencia se dosifica con esa misma suavidad, todo enfocado al enorme nivel de confort que busca el modelo sueco.

El confort es su seña de identidad también a la hora de filtrar irregularidades del firme (como una alfombra) y de afrontar tramos virados. Aquí, pese a que su dirección es bastante directa y el eje delantero entra bien, si te animas al final se manifiestan las inercias en cambios de apoyo. Pisa bien, pero no es tan deportivo como podrá ser un BMW Serie 5. En cambio, a nivel de ayudas a la conducción o de seguridad activa, nadie le puede toser. Ni Mercedes ni Audi. La tracción integral que se ofrece de serie pone la guinda en el apartado de la seguridad.

Esto es lo que ofrece en el interior

Por dentro, el conductor tiene delante un cuadro de mandos digital con la enorme pantalla central en formada tablet y fácil manejo. Es completamente táctil y cuenta con un botón de inicio para volver siempre al menú principal que resulta verdaderamente útil. Detrás, espacio real para tres adultos y un maletero que cubica 500 litros de capacidad y cuenta con apertura eléctrica.

Claro, que hacerte con un Volvo S90 T8 híbrido supone un desembolso de 72.300 euros con el acabado Business, que está realmente bien equipado de serie y con una dotación que supera a la ofrecida por sus rivales premium alemanes. ¿Y en precio también es más caro? Pues te doy dos referencias: un Audi A6 de 'solo' 340 CV se va a 78.000 euros.