Prueba: Volkswagen Polo GTI 2015, ¡a lo grande!

GTI. Estas siglas se han convertido, por derecho propio, en sinónimo de una estética deportiva con un tamaño compacto y en un rendimiento en carreteras rápidas superior en muchos casos a vehículos más grandes y potentes. Y el coche que inventó este concepto fue el VW Golf, el hermano mayor del VW Polo.

Es cierto que la carrocería del benjamín de la familia es más pequeña, pero el espíritu de este Volkswagen Polo GTI 2015 es igual de grande, o más. Por fuera se nota que es diferente al resto de sus hermanos, sobre todo por la línea roja que bordea la calandra y se adentra en los faros. El mismo tono que presentan las pinzas de freno, agresivo por naturaleza, que indica a las claras que este Polo... es mucho Polo.

Su inspiración deportiva continúa en un interior donde también se respira su ADN racing gracias a diversos elementos como el volante achatado en su parte inferior, el pedalier de aluminio, el exclusivo pomo de su palanca de cambios o los asientos deportivos que en esta unidad son de cuero y alcántara. Personalmente, prefiero los de tela, con el diseño de cuadros denominado Clark. Pero eso sí, son cómodos y la sujeción lateral es muy buena.

Bajo el capó, la joya de la corona: una mecánica de cuatro cilindros con nada menos que 1.800 cc que ofrece casi 200 CV, para ser exactos 192. Es el mismo 1.8 TSI que usan ya varios modelos de Audi A4 (en él llega a dar 170 CV), pero configurado específicamente para este Polo.

Este pequeño motor se vale de un compresor que se activa a bajas vueltas, unido a un turbocompresor que funciona a partir de las 3.500 rpm. Esta conexión consigue que las aceleraciones, no solo sean fulgurantes, por la potencia mencionada, sino también muy lineales, sin vacíos. Pero antes de comprobarlo, hay que arrancar el motor y su sonido, sin ser estremecedor, ya te avisa de que bajo el pie derecho vas a tener la llave de una amplia sonrisa.

Y yo que quiero sonreír a todas horas, no me hago de rogar demasiado y al llegar al primer semáforo en verde le piso como si no hubiera un mañana. Que este pequeñín se mueva de forma tan rápida es algo que choca. En un coche eminentemente urbano, no deja de sorprender su contundencia al ganar velocidad. Además, de esa forma progresiva y sin tirones que te he comentado, ayudado (eso sí) por el magnífico cambio DSG de doble embrague y siete velocidades que engrana marchas tan rápido como sube de vueltas el motor. Visto lo que puede ofrecer, pongo rumbo hacia un puerto de montaña de los alrededores de Madrid. Y me aplico a fondo. Para ello aprieto el botón Sport y su sonido más bronco me avisa que él también lo va a hacer...

El pedal del acelerador del Polo GTI 2015 se vuelve más reactivo, el volante se endurece y mi corazón empieza a latir más deprisa, bombeando más sangre a mi cerebro, que requiere mayor concentración para ir lo deprisa que puede permitir este asombroso Polo. Y es que los 15 mm que su chasis va más cerca del suelo permiten un paso por curva más rápido que en los modelos convencionales. Bueno, esto y unos amortiguadores más rígidos junto a un diferencial autoblocante electrónico XDS que permite una transferencia de potencia al eje trasero más que eficaz.

El XDS contiene el subviraje al aumentar la fuerza en la rueda interior a la curva, activando el freno y aumentando la precisión en los giros. Si lo desconectas, notarás enseguida la diferencia, sobre todo en los más cerrados, ya que la zaga no cierra tanto la trayectoria y provoca que el morro tienda a salirse, si superas el límite, del trazado ideal.

En curva, los balanceos de la carrocería del GTI están muy contenidos, pero si la carretera se estropea, notarás cómo el confort a bordo también lo hace, aunque no tanto como en la versión anterior.

Con 2,5 vueltas de volante, su dirección acompaña al resto de elementos del chasis con un guiado preciso, sobre todo y como le pasa a la amortiguación, si la carretera no presenta demasiadas irregularidades.

Su equipo de frenos no tiene problema alguno en detener su peso de menos de 1.300 kilos en unos 36 metros circulando a 100 km/h. Y el consumo depende mucho de tu ritmo, pero seguro que, con el Volkswagen Polo GTI 2015, no te importa pasar por la gasolinera algo más a menudo...