Volkswagen Amarok: ¿tan fiero como lo pintan?

Si echas un vistazo a los modelos de pick-up existentes en el mercado, verás que la mayoría montan mecánicas a partir de 2,5 litros para conseguir potencias que superen los 150 CV. ¿El resultado de este elevado cubicaje? Un consumo alto acompañado de unas emisiones poco propias de nuestros días. Y aquí es donde el Volkswagen Amarok aporta una nueva solución: un compacto propulsor de dos litros biturbo que entrega 163 CV. Arroja un consumo medio de 8,4 litros, cuando casi todos sus rivales pasan de nueve. Por supuesto, una sexta relación que desahoga el motor cuando se circula por autopista resulta fundamental en este resultado. Las emisiones, por supuesto, también bajan, y, con 199 g/km, bajan de la psicológica (y económica) barrera de los 200 g/km.

Ahora bien, ese empuje de tractor que proporcionan los motores grandes con cilindros como toneles no está presente en esta motorización y, en ocasiones, se muestra algo falto de fuerza a bajas vueltas. Para solucionar esto puedes conectar la reductora que monta esta versión de tracción integral conectable. Gracias a ella y a unos recorridos de suspensión largos podrás afrontar obstáculos verdaderamente complicados. Si busca más capacidad de tracción, VW ha tenido el detalle de ofrecer en la lista de extras un bloqueo mecánico trasero (709 euros).

El problema de esta tracción conectable, al igual que el resto de pick-up que optan por ella es que, al carecer de diferencial central, no se puede utilizar en asfalto, y deberás conectar el modo de propulsión. Para conseguir un verdadero sistema de tracción total permanente deberás optar por la versión de diferencial Torsen, pero, entonces, no tendrás disponible la reductora (Video Volkswagen Amarok).

Aparte de este detalle, a mi juicio, el más negativo del Amarok, realizar viajes largos con este pick-up no resulta una idea tan descabellada. Los tradicionales rebotes del eje trasero de ballestas se han minimizado y me atrevería a decir que estás ante el modelo más cómodo del segmento. Esto se consigue gracias a una suspensión trasera que sacrifica algo de carga en favor del confort. Si buscas más capacidad, puedes optar por la suspensión Heavy Duty, que no supone sobrecoste y puede transportar hasta 1.122 kg, frente a los 862 de la configuración normal.

Otro aspecto en el que VW se ha esforzado es en el de la seguridad. Todas las versiones cuentan de serie con ESP, airbags laterales y de cortina. El acabado Trendline de esta prueba cuesta 33.809 euros y ofrece, además, climatizador, control de crucero, llantas de 16"... Con este precio, y, al contrario de lo que acostumbra VW, el Amarok ofrece una relación calidad/coste excelente. Por eso, si te digo aquello de: "¡Que viene el lobo!", no te lo tomes a broma.