Hemos probado el Porsche Panamera Turbo E-Hybrid de 2024: tradición se funde con innovación

Cuando se lanzó el Porsche Panamera en 2009, muchos puristas se mostraron molestos: una berlina de cuatro puertas, lejos de las raíces de la marca. Lo que casi ninguno de ellos sabía es que ya dos décadas antes la idea de un cuatro puertas había rondado por los pasillos de Porsche, y estaba bastante avanzada.

Un poco de historia

En 1988, se inició el proyecto 989, que era como un 928 con cuatro puertas. Fue dirigido por el ex-Aston Martin Dr. Ulrich Bez. Sin embargo, la berlina, que en ese momento probablemente habría funcionado bien, no era del gusto de Mr. Piëch, que acababa de mandar construir el A8 de Audi. Así que el 989 fue descartado por su coste y quedó en el olvido.

Veintiún años después, finalmente llegó el momento y se presentó la primera generación del Panamera, llamada internamente 970. Esta fue reemplazada por el 971 en 2016, antes de que en 2020 un rediseño refrescara el modelo. Hasta ahora, el Panamera había sido el jefe de las berlina de lujo: tan rápido y ágil en curvas como un Porsche 911, espacio para cuatro con equipaje y, además, con energía eléctrica en el Turbo S E-Hybrid de 700 CV.

Chasis del Turbo E-Hybrid de 680 CV

En la pista de Nürburgring Nordschleife, Porsche siempre batía récords con los sedanes de cuatro puertas más rápidos, hasta que Mercedes-AMG y BMW tomaron la delantera. Una actualización era más que necesaria. En nuestro caso, es la tercera generación.

Se entrada, se lanzan las versiones básicas V6 biturbo (353 CV) con tracción trasera y total, así como el Turbo E-Hybrid de 680 CV. Y precisamente este último es el que hemos probado en nuestro primer test de conducción en España.

¿Tecnología? Revolucionaria. Y no hablamos del motor o del sistema híbrido, sino del chasis. Una obra maestra que solo se puede esperar de Porsche. ¿Qué tiene de especial el superchasis llamado Active Ride, que actualmente solo está disponible para el Turbo y cuesta más de 8.000 euros adicionales? En los amortiguadores activos, bombas hidráulicas accionadas eléctricamente proporcionan un flujo de volumen según sea necesario. 

¿En términos sencillos? Se crean rápidamente fuerzas extremadamente precisas entre la carrocería y las ruedas, que contrarrestan las inercias de la carretera y las compensan.

Motor: autonomía eléctrica de 91 kilómetros

Dicho aún más simple: durante las maniobras de frenado, dirección y aceleración, el coche se mantiene horizontal. ¿Magia? Suena así, pero funciona tal como lo describimos. 

¿Y el Motor? Un  V8 biturbo mejorado, con 680 CV y 930 Nm de potencia del sistema, incluyendo un nuevo motor eléctrico (190 CV) en la también nueva transmisión de doble embrague. ¿Autonomía eléctrica? 91 kilómetros.

Comportamiento del nuevo Panamera

Vamos a la pista, lo pongo en modo Sport Plus primero, y… ¡Wow! Ni rastro de las 2,3 toneladas; la berlina gira casi tan precisa como el 911, el chasis hace que el Panamera se adhiera al asfalto aún mejor de lo que ya conocíamos. La aceleración entre las curvas es brutal, la transmisión a veces no puede seguir el ritmo, el sonido del V8 es más presente que antes, pura emoción.

Otra vuelta en Active Ride. ¡Increíble! El coche ahora se inclina en las curvas, con una sensación ligera de montaña rusa, al frenar la parte trasera baja, al acelerar sube. Funciona, no molesta, se siente bien, una experiencia única. 

Conclusión

Estéticamente, es solo un rediseño, pero tecnológicamente es una completa escalada. El nuevo Panamera establece nuevamente estándares, al menos en cuanto a chasis. Una experiencia sensacional, mucha diversión al volante y al mismo tiempo, el confort de una berlina de lujo. ¿Se puede pedir más?

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Etiquetas: Coches deportivos, Berlinas