Prueba Opel Corsa Electric 2024: más motor y una nueva batería para lograr 402 km de autonomía

La historia del Opel Corsa arranca allá, en 1982. ¡Poca broma, eh! El pequeño urbanita alemán suma ya 41 años a sus espaldas y va por la sexta generación (que estrenó en 2019). 

Tras los últimos tres años siendo uno de los utilitarios más vendidos en algunos mercados europeos, le ha llegado el momento de actualizarse. Lo primero que cambia, como puedes ver, es el frontal, que hereda el estilo que inauguraron en su día el Opel Mokka y el Opel Astra (seguro que te suena el llamado 'Opel Vizor'). 

Esto significa una parrilla cerrada y faros más angulosos, lo que le da un aire más moderno. Delante y detrás estrena paragolpes y el nombre 'Corsa' aparece ahora en todo lo ancho del portón del maletero. 

Adiós a la palanca del selector de marcha

Por dentro, también ha recibido algún que otro detalle y que es bienvenido: por ejemplo, desaparece la palanca del selector de marcha (ahora es mucho más pequeño y deja la consola central más despejada).

El volante es nuevo (con un aro más grueso y ergonómico), estrena alguna que otra tapicería que no tenía a día de hoy y, en cuanto a tecnología, recibe un nuevo hardware para la pantalla de 10 pulgadas que la hace más rápida (llega del Astra y también permite un control por voz más avanzado). 

Por cierto, los protocolos Apple CarPlay y Android Auto ya no necesitan cable de conexión. En cuanto al espacio interior no hay novedades: el nuevo Corsa sigue siendo un coche desahogado en las plazas delanteras y algo más justo en las traseras, con un maletero que va desde los modestos 267 litros de las versiones eléctricas hasta los 309 de la gama de combustión. 

La plataforma sigue siendo la misma que hasta ahora: es la conocida CMP del grupo Stellantis, sobre la que también se montan los Peugeot 208, el Citroën C3 o el Fiat 600. No se ha elegido al azar, ya que vale tanto para los modelos de gasolina como para los de tecnología eléctrica. 

De hecho, el nuevo Corsa sigue estando disponible con el motor de 1,3 litros y tres cilindros (con tres potencias de 75, 100 y 130 CV) y también como 100% eléctrico, con el bloque de 136 CV. A este último motor se suma la que es la gran novedad de este restyling: otra variante 100% eléctrica, pero con 156 CV y batería de 51 kWh. 

No parece mucha diferencia, pero sí que la hay, porque la nueva batería viene con un sistema de celdas completamente distinto (es más eficaz), y el motor eléctrico también es nuevo y gasta menos (la autonomía WLTP llega hasta los 402 km, 48 más que el de 136 CV). 

Precisamente es la versión más potente la que elijo para esta primera toma de contacto y la verdad es que me ha dejado gratamente sorprendido por su buena agilidad  (pasa de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y es el Corsa más rápido de la gama). 

Como uno espera de un coche 100% eléctrico, la respuesta del acelerador es rápida y suficientemente intensa, lo que te permite realizar adelantamientos con un margen de seguridad suficiente. 

En marcha, el ajuste del chasis me parece bastante equilibrado y hay que destacar su gran compromiso entre un notable confort de marcha (incluso en carreteras más rotas) y un más que aceptable dinamismo: entra con nobleza en las curvas y solo notas los 1.544 kilos que pesa cuando pecas de exceso optimismo. 

Una de las cosas que ha mejorado bastante es el tacto de la dirección, más firme y comunicativo (antes era más asistida y artificial) lo que siempre se agradece. ¿Precios? Con el motor de combustión más modesto de 75 CV parte de los 17.400 euros y la gama eléctrica arranca en los 32.590 euros.