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Ford Focus 1.6 Ecoboost: ¿gasolina mejor que diésel?

El nuevo Ford Focus estrena un propulsor de gasolina turbo de 150 CV con sistema ‘Start-Stop’. Su resultado es tan eficiente y combina tan bien la relación prestaciones-consumo medio que si no haces más de 25.000 km anuales... ¡Interesa!

Hasta 130.000 kilómetros tendrás que hacer con el Focus diésel de 163 CV si quieres amortizarlo respecto al Ford Focus 1.6 Ecoboost equipado con el motor de 150. Es decir, si piensas tener este coche durante cinco años, deberás recorrer 26.183 km anuales para que te salga rentable. Eso son muchos viajes y un montón de horas conduciendo.

Esta situación era impensable hace pocos años, cuando los 1,6 litros de gasolina (incluso los 2,0) eran lentos, había que estirarlos hasta el infinito para hacer un adelantamiento y movían a duras penas unas carrocerías que rebasaban los 1.400 kilos en vacío (en los años 80 la historia era diferente, ya que los coches pesaban menos). Además, el consumo medio siempre superaba a los 8,0 l/100 km.

Año 2011: Ford ha demostrado que, con sus nuevos propulsores 1.6 Ecoboost, la historia es muy diferente: he obtenido un consumo medio de 7,3 l/100 km (está muy lejos de los 6,0 litros oficiales) durante mi ruta de pruebas (carretera nacional, puerto de montaña, autopista y ciudad siempre a una velocidad libre de multas). Esta cifra se puede mejorar a la baja medio litro si sueles viajar solo por autovía. Pero aquí no acaban las buenas noticias, este Ford Focus 1.6 Ecoboost corre mucho y tiene un funcionamiento muy agradable.

Se planta a 100 km/h desde parado en 8,8 segundos, recupera en sexta velocidad casi igual de bien que un 1.6 TDCi con más par motor (en 16,3 segundos), no tiene vibraciones, la rumorosidad interior es menor y, si quieres darte el gustazo, ¡sube hasta las 7.000 rpm! Un chasis muy preciso... Otra de las virtudes del Focus es su bastidor: no va duro, no es incómodo, no maltrata tu espalda en los baches... pero se sujeta como el mejor de su categoría (para mí es el Seat León). El eje delantero es preciso, la dirección te permite decir un vas a pasar justo por ahí y el eje trasero siempre sigue la trazada del anterior. En apoyos fuertes noto que va algo blando de atrás, pero lo prefiero: no es un producto deportivo, ya llegarán las versiones radicales RS.

¿Y la vida a bordo? Bien, gracias. Las cotas de habitabilidad del Ford Focus 1.6 Ecoboost son tan buenas que ya las quisiera, por ejemplo, un Volkswagen Golf. Como es un producto de última hornada, utiliza un bastidor más grande, con una batalla de 2.648 milímetros que le permite ofrecer un considerable espacio interior. En las plazas delanteras se viaja con comodidad y las traseras solo pecan de tener unos centímetros menos que la competencia por el diseño de la zaga (incluso en los coches, para lucirse hay que sacrificarse). Al menos la capacidad del maletero (364 litros) está en la parte alta del segmento de los compactos (el que más tiene es el Honda Civic con unos increíbles 485).

El puesto de conducción me ha gustado: todos los elementos de control quedan cerca del conductor y, aunque la pantalla del navegador es algo pequeña (900 euros), es sencillo de utilizar una vez que le has cogido el truco a los botones. Menos me han convencido algunos detalles de acabado. Por ejemplo, los plásticos que recubren el pilar A ofrecen un tacto mejorable y, lo que es peor, los ajustes en la base tienen una tolerancia de 4,0 mm. En un Fiesta lo perdono, pero después de dejarle 21.700 euros al señor del concesionario... pues me sienta mal.

Motorización: 4L Turbo/del./trans. Cilindrada: 1.595 cc. Potencia: 150 CV a 5.500 rpm. Par motor: 240 Nm a 1.600 rpm. Caja de cambios: manual, 6 velocidades. Tracción: delantera. Frenos: discos ventilados/discos. Neumáticos: 215/50 R 17 V. Capacidad del maletero: 364-1.148 l. Capacidad del depósito de combustible: 55 l. Largo/ancho/alto: 4.358/1.823/1.484 mm. Vías/Batalla: 1.544-1.534/2.648 mm. Peso en vacío: 1.507 kg. Velocidad máx.: 210 km/h. Consumo oficial: 7,7/5,0/6,0 l/100 Km. Precio: 21.700 euros.

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