Bentley Continental GT V8, adaptado a los tiempos

Cada cual aplica el 'downsizing' (esa moda de bajar la cilidrada para reducir consumos a su manera. Unos baten récords y montan bloques de solo 1,0 litros (Ford Focus 1.0 Ecoboost). Para otros, como Bentley, el primer a paso es pasar de un W12 a un V8. Eso es lo que han hecho los ingenieros de la marca inglesa y el resultado ya es está aquí.

El Bentley Continental V8 es fruto de un trabajo (en conjunto con Audi), que ha durado cuatro años. Es el mismo motor del nuevo Audi RS4 y anuncia mantener el carácter de Bentley reduciendo un 40% el consumo frente al anterior Bentley Continental GT W12. ¿Cómo lo consigue?  Primero, recurre a la ultima generacion de inyeccion directa gasolina con desconexión de cuatro cilindros en las fases de aceleración suave y velocidad sostenida. Segundo, reduce la cilindrada a 4,0 litros. Tercero, se asocia con un cambio automático de ocho velocidades y una direccion electrica que reducen fricciones y bajan consumo. Y cuarto, es un bloque mas ligero. Si le unes un tremendo par maximo de 660 Nm, ya tienes presentadas todas las armas que me dispongo a probar en el circuito de Navarra.

Tras unas vueltas de calentamiento, hundo el pie en el acelerador y el Bentley V8 cambia radicalmente de sonido. En ello han trabajado duro sus ingenieros para lograr mas deportividad y te aseguro que lo han conseguido. Alcanzo el final de recta con el '2' en la primera cifra del velocímetro y entran en juego sus nuevos frenos de carbono (opcionales por 10.500 euros) que ni se inmutan para pasar a 60 km/h en un suspiro. Tampoco se cansan, como sentiré con el paso de las vueltas. Toca ahora la parte mas técnica, con varias enlazadas que culminan en un giro de 45. Y en este tramo, pese a llevar los amortiguadores en modo sport y la suspension mas baja, el Continental GT V8 balancea demasiado, la zaga se descoloca a la minima y las ayudas electronicas (el ESP no se desconecta del todo) cortan la diversion de forma tajante. La doble conclusion es clara: este V8 no defrauda en prestaciones o carácter y el coche prefiere la carretera abierta para moverse.

A ella llego casi en silencio si toco con tacto el pedal derecho, pues hasta 3.000 vueltas apenas suena. Frente a mi un puesto de mandos calcado al W12, aunque con algunas inserciones en madera exclusivas. Mas novedades hay en el exterior, como el paragolpes delantero rediseñado y mas bajo para ganar agresividad. Detrás, descubro unos escapes especificos para esta version con forma de ocho. Como los cilindros de este Bentley Continental GT V8, que cuesta 180.000 euros.

En este vídeo lo puedes ver en movimiento: