Prueba del nuevo Audi Q2: caro, pero mejora mucho

Pero antes de entrar, tenemos que hablar de la primera cosa que no nos ha gustado del nuevo Audi Q2: el precio. Nuestro vehículo de prueba, el que ves en las fotos, es la variante 35 TDI con 150 CV, doble embrague de siete velocidades y tracción total.

Como estarás pensando, va cargado hasta los tops, y por eso su precio se dispara en torno a los 35.000 euros, mucho dinero para un coche de esta categoría y tamaño (también hay versiones más básicas y baratas, por supuesto). La pregunta que nos hacemos es obligada: ¿realmente vale lo que cuesta el pequeño SUV de Audi? Eso es lo que vamos a responde en vivo, en directo y en marcha. 

Para empezar, tenemos que señalar que estamos ante la variante "Edition One”, y eso significa llantas de 19 pulgadas, faros LED matriciales delante y pilotos de LED detrás, vinilos de diseño con el logo Q2 y spoiler de techo, asientos de cuero, techo interior negro y el volante de cuero de tres radios, lo que supone un sobreprecio de más de 7.000 euros por este nutrido paquete. 

Pero claro, como el Edition One solo está disponible con otro paquete, el S-line, si añadimos el sistema de navegación, el velocímetro digital y pintura metalizada, nos acercamos peligrosamente a los 50.000 euros. Y eso son palabras muy mayores.

Y en marcha…

Pero ahora llega la hora de contarte mis impresiones al volante. Con sus 150 caballos diésel, el Q2 no tiene poca potencia, precisamente, y el par de 360 ​​Nm proporciona tanta fuerza que me alegro de que se distribuya a las cuatro ruedas. 

En Audi han ajustado el Q2 para que sea deportivo y firme, y la dirección progresiva de serie, que permite que el SUV compacto se guíe con facilidad y nitidez en pendientes con curvas, responde con mucha precisión. Sin duda es caro, este coche: pero también es muy divertido.

¿Más calidad que un Audi A3?

El maletero está bien con 355 litros, y si te haces con el tracción delantera son 405, incluso más grande que el del Audi A3 (380 litros). No es descabellado decir que este compacto SUV es válido para viajar: cuatro adultos viajan adecuadamente, y detrás hay más espacio del esperado. 

La calidad percibida de los plásticos, los paneles de las puertas y el cockpit es mayor que la del A3 actual, al que precisamente hemos criticado en este apartado porque rebaja los elevados estándares a los que nos tienen acostumbrados la marca de Ingolstadt. 

En la parte posterior, incluso las alfombrillas están perforadas, por lo que no se deslizan como en el A4, mucho más caro. Son detalles que redundan en una buenísimas impresión general.

El sistema de navegación nos ha parecido caro porque supone un recargo de más de 2.000 euros, y más sin tenemos en cuenta que mantienen el control giratorio de la consola central, algo que ya tienen unos años. Pero, sinceramente: yo lo prefiero los nuevos sistemas táctiles. Es mucho más rápido e intuitivo, y te permite mantener la vista fija en la carretera una vez que le has cogido práctica.