Prueba Audi A4 Avant 40 TDI, la elección lógica si compramos con cabeza

Vivimos tiempos donde los híbridos, los híbridos enchufables y los coches eléctricos parecen acaparar todo. Al menos, a nivel mediático, porque las marcas de automóviles no paran de lanzar campañas de comunicación para contarnos sus bondades y, sobre todo, que son el futuro. Y eso es verdad, no cabe duda, pero el presente todavía pasa por modelos como el Audi A4 Avant 40 TDI de esta prueba.

Sí, es un diésel de los de toda la vida, pero ¡qué bien va!. Yo mismo me he acostumbrado este año a probar coches con todos los tipos posibles de propulsión electrificada, tanto que había olvidado las ventajas de unos modelos con versiones de gasóleo que todavía se venden y por muchos motivos son la variante más recomendable... por ejemplo si buscas una berlina familiar rutera.

Un familiar con doble carácter

Justo lo que es este Audi A4 Avant, que se presenta con una estética muy deportiva gracias al acabado S-Line, de carrocería más baja (cuidado si, por ejemplo, giras a un calle con diferente nivel de asfalto o aparcas en batería). En el interior los asientos deportivos opcionales o el volante con la parte baja plana le dan un toque exclusivo (y muy dinámico).

Adjetivo que se puede aplicar perfectamente al comportamiento de este familiar de Audi, incluso con su naturaleza diésel y su carrocería familiar. Sobre todo si seleccionas el modo más dinámico de su reglaje de chasis. Con él conectado, apenas sentirás balanceos de la carrocería, vira realmente plano y se muestra muy neutro de reacciones.

Tracción integral y cambio S tronic

Para ello también trabaja su sistema de tracción a las cuatro ruedas, que reparte el par entre ambos ejes gracias a un embrague Haldex que evita las pérdidas de adherencia. Solo verás que pierde algo de rueda en arrancadas muy bruscas.

A la hora de acelerar, apenas se siente sus 1.625 kilos y transmite una sensación de ser un coche mucho más ligero. De hecho, salda su combate contra el cronómetro en 7,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h.

Y es que en ese momento se hace sentir en todo su esplendor un par máximo de 400 Nm disponible desde solo 1.700 rpm y gestionado a través del cambio automático S Tronic con levas en el volante. Una transmisión de sobra conocida en el fabricante de Ingolstadt, suave en las transiciones, rápida y que se adapta perfectamente al doble carácter del modelo.

Porque con este Audi puedes rodar confortable durante largos viajes seleccionando un modo de suspensión cómodo, con un consumo en la barrera de los 6 litros a ritmos vivos legales... y meterte en un puerto de montaña, poner todo el set up más deportivo y divertirte con un chasis realmente aplomado y noble.

Este es el precio del Audi A4 Avant 40 TDI

¿Son todo bondades en el Audi A4 Avant? No, nadie es perfecto y las plazas traseras de este germano podrían ofrecer algo más de espacio, sobre todo para las piernas. Además, la capacidad del su maletero es superada por varios rivales y oscila entre 495 y 1.495 litros. La posibilidad de abatir el respaldo en 60/40 le da más versatilidad.

Donde vuelve a brillar el familiar de Audi es a la hora de valorar la calidad de sus materiales y unas terminaciones de primera. Para mí, en este aspecto la marca de los cuatro aros está por encima de Mercedes y BMW. Eso sí, no es un coche precisamente barato: prepara 54.520 euros si quieres disfrutarlo.