Tres trucos infalibles para arrancar el coche si se queda sin batería

Por lo general, una batería nueva puede tener una vida útil de entre 3 y 4 años, o más incluso, dependiendo del uso que se le haga al vehículo, si duerme en garaje, el kilometraje diario… Hoy dedicamos un artículo para descubrir tres trucos infalibles para arrancar el coche si se queda sin batería, un componente del que generalmente no nos acordamos hasta que nos falla.

Y es que una batería nueva no tiene mantenimiento (las hay con mantenimiento, pero ya no son tan comunes). Esto significa que su desgaste irá en función del uso que hagamos del vehículo y nos encomendaremos a que el alternador no falle para evitar que la batería sufra una muerte prematura.

Si te ves en esa situación (en la que nos hemos visto todos alguna vez, por cierto) en la que tu coche se ha quedado sin batería y necesitas arrancar el motor para llevarlo al taller o ir a buscar una batería de reemplazo, a continuación encontrarás tres formas diferentes en las que puedes poner en marcha el coche.

Recuerda que lo más aconsejable es ponerte en contacto con tu seguro y solicitar una grúa que transporte tu coche al taller donde sustituirán la batería agotada por una nueva. Aun así, en caso de necesidad, puedes utilizar cualquiera de estas tres técnicas para arrancar el motor.

Con pinzas

El primer truco para arrancar el coche es utilizar las pinzas. El precio de unas pinzas es de unos 20 o 30 euros y te agenciarás un salvoconducto que te podría ayudar en una situación de emergencia. Para arrancar el coche con pinzas necesitas un coche donante que colocarás cerca de el vehículo con la batería descargada.

A continuación, debes conectar las pinzas a sus respectivos bornes: el cable rojo a los bornes positivos (+) de cada batería (primero a la batería cargada y luego a la descargada) y el cable negro al borne negativo (-) de la batería cargada, dejando el otro extremo sin conectar. Es importante que las pinzas no entren en contacto.

La pinza que nos queda libre, por seguridad, debe conectarse a algún punto del bastidor, chasis o bloque motor del coche descargado. Si no es posible, tendrás que conectarlo al borne negativo. Con el motor arrancado en el coche con la batería cargada, intenta arrancar el vehículo descargado. Una vez en marcha, déjalo unos minutos para que la batería se cargue antes de desconectar las pinzas.

A empujón

Otro truco infalible para arrancar el coche si se queda sin batería es a empujón. Si no tienes nada con lo que poner en marcha el motor, este sistema tradicional te permitirá lograrlo.

Ayúdate de una pendiente descendente para reducir el esfuerzo de empujar el coche y, si es posible, hazlo con al menos otra persona que ayude. Pisa el embrague y engrana la segunda marcha. Sin levantar el pie izquierdo, deja que el vehículo gane velocidad para que el movimiento de las ruedas obligue a mover el motor a través de la transmisión y fuerce el arranque.

Una vez haya ganado impulso, suelta el embrague y da un golpe de gas para ayudar a poner en marcha el motor. No levantes el pie con demasiada brusquedad para evitar los golpes de retención y favorecer la puesta en marcha del motor.

Con un arrancador portátil

Por último, el tercer truco para arrancar el coche si se queda sin batería es empleando un arrancador portátil. Este sistema emplea una powerbank (una batería portátil y compacta) con suficiente energía eléctrica como para poner en marcha un motor de combustión interna. Los hay con diferente carga, pero la capacidad mínima es de unos 8.000 mAh.

Cuenta con sus propias pinzas, por lo que deberás conectar los cables a sus correspondientes bornes, algo que podrás hacer al igual que con las pinzas. Una vez conectado y activado el arrancador portátil (es recomendable que esté cargado por completo), da arranque al motor del coche. Una vez en marcha, desconecta las pinzas sin apagar el vehículo.