Logo Autobild.es

Los errores más comunes al llevar niños en el coche

errores más comunes al llevar niños en el coche
Presta atención.

Según un estudio reciente de la aseguradora alemana UDV, más del 50% de los niños europeos no hacen un uso adecuado de su Sistema de Retención Infantil (SRI). Estos datos parecen aterradores y, honestamente, dudábamos al conocerlos de que la situación fuera tan peligrosa como lo podía parecer.

En España, en las campañas de vigilancia de la DGT, la Guardia Civil multa aproximadamente al 1% de los conductores que pasan por los controles porque los niños en el coche no van en sillita o no usan ni siquiera el cinturón. Sin embargo, estos datos no dan una referencia sobre el uso adecuado del SRI, que también es clave.

Así que ¿están tantos pequeños realmente en peligro? Queríamos verlo con nuestros propios ojos y decidimos ir al corazón de Europa, a un área de descanso a unos 30 kilómetros al noreste de Hamburgo, Alemania, durante las pasadas vacaciones, para verificar que los niños viajaran en condiciones. Y esta fue nuestra conclusión: la situación sí que es preocupante.

La primera familia en acceder a nuestro control proviene de Suecia y viaja a Eslovenia. Un buen presagio para empezar el día: después de todo, Suecia se considera ejemplar en términos del uso del SRI: los niños deben ir preferiblemente hasta los dos años a contramarcha. Por supuesto, el bebé de cinco meses en la parte trasera del Volvo V60 va así. El costoso asiento para él está perfectamente fijado en el vehículo a través de una base Isofix. Pero en el cinturón de tres puntos hay un grave fallo: ¡No está apretado!

Le pido a la madre que meta su mano entre el cinturón y el pecho del bebé, y efectivamente, lo hace sin problemas, con mucha holgura, lo que demuestra que está demasiado flojo. Así existe peligro de que el bebé se deslice por entre las correas sueltas en caso de accidente. La madre sabe que su bebé no está bien así, pero justifica la correa suelta con el hecho de que él comienza a gritar mucho cuando está demasiado apretada. Una preocupación que ya conocemos, habitual en muchos padres.

Sillas infantiles de coche: las más seguras de 2019

Y es que el ajuste todavía suele ser un problema en los portabebés. La fuerza que debe emplearse para apretar adecuadamente las correas es a veces considerable. Y los padres temen pasarse de presión y que el niño sea literalmente exprimido. Pero que nadie se preocupe; eso no sucederá. El cinturón se puede ajustar de manera óptima colocando una mano entre la correa y el pecho del niño en el momento de apretar.

No debe caber más de una mano en medio. Esto supone que queda apretado, pero de ninguna forma peligrosa para el menor, al contrario. Aquellos que se acostumbran a alcanzar la tensión del cinturón correcta desde el principio tienen más posibilidades a largo plazo de que el niño no empiece a gritar mientras se le amarra. Ese día analizamos otras cuatro sillitas para bebés. Casi todas las correas estaban demasiado flojas; en dos casos, el portabebés o la base Isofix no están colocados correctamente en posición vertical. Solo en una sillita no encontramos fallos.

La mayoría de los niños de nuestra muestra, no representativa pero muy esclarecedora, tienen entre cuatro y 12 años de edad y usan asientos del grupo 2/3. Para asegurar al niño, esta clase de asientos emplean el cinturón del vehículo. Los modelos más nuevos también tienen anclajes Isofix. El paso correcto para el cinturón viene indicado con una A o con una O, pero la mayoría de los SRI van mal instalados.

La alta tasa de error es sorprendente, especialmente porque esta categoría de sillitas parece ser particularmente fácil de usar. Además, los paneles laterales a menudo llevan pegatinas con gráficos bien visibles para que sean fáciles de instalar y colocar. Pero pronto nos preguntamos si estas indicaciones se toman en serio. Desde luego, no por los niños, que nos dicen que a partir de los cuatro años, se abrochan ellos mismos. Por otro lado, no tiene nada de malo, siempre y cuando los padres verifiquen cada vez que el cinturón pasa por los sitios correctos y que este está tenso.

Los errores más comunes: la altura del reposacabezas está regulada incorrectamente, por lo general demasiado alta, de modo que la correa corre a lo largo del hombro, por lo que el niño no podrá ser sujetado adecuadamente por el cinturón. Esto también se aplica al cinturón del área pélvica, que pasa, en algunos niños, a la altura del estómago., lo que puede provocar lesiones de los órganos internos en accidentes.

Bastante frecuente e incorrecta ha sido la colocación del cinturón para niños sentados en el asiento del centro. El motivo habitual: los SRI de los hermanos en el lado izquierdo y derecho dificultaban el acceso. En el área de descanso vimos niños que tenían la correa para el hombro por debajo del brazo.

Por suerte, ha sido bastante más infrecuente encontrar niños de estas edades sentados en un simple elevador sin respaldo. Esta circunstancia quizá se deba al hecho de que realizamos nuestro chequeo en un momento en el que todas las familias estaban de vacaciones. Porque desde un punto de vista estadístico, el uso de asientos infantiles inadecuados, así como la omisión de cualquier sistema de retención infantil en tramos cortos, está detrás de la mayoría de los casos de niños fallecidos o heridos graves en accidente dentro de un coche. Es agradable ver que muchos niños pequeños de entre uno y cuatro años usan asientos orientados a contramarcha. En el caro grupo I de asientos infantiles, muchos peques disfrutan del lujo de los asientos giratorios. Estos se pueden orientar hacia la puerta para colocar y retirar al niño; no solo es cómodo, sino que también acarrea menos estrés.

Sin embargo, ahí también hay operaciones incorrectas. Ajustar la altura del cinturón de seguridad para niños no siempre es fácil y rara vez se adapta a un niño en crecimiento. Es mejor si las correas de los hombros no pasan hacia los lados, sino unos pocos milímetros por encima del hombro del niño. Y al igual que en los portabebés, algunas correas se dejan demasiado flojas. También descubrimos errores de instalación: un soporte extensible no llegaba a tener siquiera contacto con el piso. En otra sillita, que utiliza el llamado cinturón Top Tether como protección contra la inclinación en lugar de un pie adicional, este cinturón se ha anclado a una hebilla de equipaje en el maletero. Absolutamente inadmisible, porque el Top Tether solo puede sujetarse al anclaje del vehículo provisto para este propósito. El automóvil era el más viejo de la familia y aún no tenía este sistema de anclaje, por lo que puede decirse que ese asiento para niños y ese vehículo no eran compatibles.

errores más comunes al llevar niños en el coche

Varios padres se negaron a que les hiciéramos el test. Lo comprendimos, porque con niños a bordo, el estrés del viaje a veces aumenta demasiado. Pero en algunos casos vimos un comportamiento gravemente negligente desde el momento en que las puertas de los automóviles a los que intentamos acercarnos se cerraron de golpe: por ejemplo, niños pequeños en el regazo de familiares.

Todos los padres tienen que luchar contra esta tentación cuando la descendencia grita, por muy molesto o desgarrador que esto sea. En este caso, el único comportamiento correcto es tomar la siguiente salida e interrumpir el viaje hasta que el niño y los padres se relajen.

Solo 11 de 54 iban bien

No menos preocupante: algunos niños viajaban en un asientos que eran totalmente inapropiados para su edad. Hay que recordar que, aunque en España solo sea obligatorio el SRI hasta los 1,35 cm de altura, es más seguro que los niños vayan en una sillita hasta llegar al 1,5 m, porque el cinturón de seguridad puede dañarlos en caso de accidente.

También vimos algo inaudito: en una caravana, cuatro niños, pero ni una sola sillita. Por supuesto, tampoco nos dejaron acceder allí. Otros progenitores estaban muy contentos con nuestra propuesta de revisar los SRI. Un padre comprensivo nos responde: "Esto es genial, porque estoy aprendiendo algo". Sin embargo, el manejo del asiento para bebés y niños debe ser dominado antes de su primer uso.

Nuestra triste conclusión: se nos permitió revisar 54 asientos para niños y solo en 11 no encontramos errores. En los 43 restantes, descubrimos principalmente peligros en la instalación. Entre los errores menos graves, un protector lateral desplegado -que debe saltar tras un impacto- o un ajuste de altura del cinturón ligeramente incorrecto.

Digno de elogio: las familias donde todo estaba instalado y ajustado correctamente conocían muy bien sus modelos de asientos para niños. Dijeron que habían leído el manual del propietario al menos una vez. Por cierto, el pequeño folleto con consejos útiles lo llevan casi todos los fabricantes directamente en el  asiento: echa un vistazo; está debajo.

En otros casos, al comprar el SRI, recibieron una demostración del montaje correcto por parte del vendedor. Pero muchos hoy se compran por Internet... Una madre nos mostró cómo acceder al vídeo de instalación del fabricante a través del código QR que se puede escanear desde el propio asiento.

Sin embargo, estos últimos ejemplos no eran habituales, porque demasiados padres parecían lidiar torpemente con sus sillitas infantiles, casi como si fueran un objeto extraño en el asiento trasero. En estos casos, un simple consejo: hay que familiarizarse con la sillita lo mejor -y más pronto- posible.

Nuestra opinión

A pesar de lo estresante que puede resultar un viaje, no esperábamos un número tan elevado de errores. Nuestra conclusión es que si la gran mayoría de los padres tienen dificultades para usar sus propios asientos infantiles, aquí hay algo que está fallando. Por supuesto, los fabricantes de asientos para niños deben desarrollar modelos todavía más sencillos e intuitivos. Pero eso no excusa de la responsabilidad del manejo correcto de los portabebés y el resto de los SRI. Como regla, hay cuatro categorías distintas de asientos infantiles. ¡Y tenemos que conocerlas! También, por ejemplo, hay que explicar a los abuelos cómo recoger a sus nietos de forma segura de la guardería o de la escuela. Lamentablemente, los pocos ejemplos positivos demuestran que las cosas se pueden hacer mejor: leer las instrucciones es solo la mitad de la batalla. Que un profesional te muestre la instalación y el manejo correctos debería excluir el riesgo de un ajuste incorrecto o peligroso en la medida de lo posible. El niño siempre debe ir bien sujeto y, ante la duda, un poco apretado por las correas. Y no, tampoco en nuestra redacción todo el mundo es ejemplar: tras los resultados aterradores de estas muestras, observamos más de cerca casos cercanos de asientos para niños y también encontramos errores de montaje o de uso. A veces, ni padres ni madres se han leído siquiera el manual. ¿Te suena?

¿Quieres saber cuál es tu coche ideal?

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.