Citroën Berlingo de segunda mano, ¿es una buena opción?

Con este vehículo comercial, Citroën cambió la percepción de todo el segmento desde el momento en el que vio la luz, en 1996. Y aunque no está del todo claro el origen de su nombre, a algunos siempre nos ha parecido un acertado juego de palabras lo de utilizar la palabra 'berlina' y la saltarina terminación '-ingo'. Pero, sin duda, sus atributos son mucho más variopintos. Sin embargo, al hablar del Citroën Berlingo de segunda mano..., ¿es una buena opción?  

Decíamos lo del juego de palabras porque esta 'furgoneta' pretendía dar un salto enorme en estética, prestaciones, dinamismo, habitabilidad y versatilidad respecto a la incombustible Citroën C15 (¿te acuerdas?). Y vaya si lo logró.

Vídeo: lección de modularidad del nuevo Berlingo

De hecho, este simpático vehículo sigue siendo el preferido de muchas familias. Un éxito que ha continuado con la segunda generación (desde 2008), con un maletero de 3.000 litros, más grande que el de cualquier familiar.

Con hasta siete plazas, bastarían dos Citroën Berlingo para trasladar a un equipo de fútbol. Y en la versión Multispace, tiene puertas deslizantes y asientos independientes detrás.

Muchos puntos que revisar

Pero en estos tiempos de incertidumbres y Covid, buscar un Citroën Berlingo de segunda mano, aunque es una buena opción, no es algo ni muy rápido ni muy sencillo, debido a la demanda y a que hay que asegurarse de que la unidad está en muy buen estado. Si no...

Si quieres un Citroën Berlingo pero usado, ándate con mil ojos: la lista de posibles problemas es larga.

• En los diésel: en el HDi fallan los turbos, lo que lleva a problemas de temperatura, y los inyectores pierden estanqueidad. El resultado de una conducción inadecuada son las válvulas EGR carbonizadas. Un problema típico cuando el motor no llega a su temperatura ideal.

• Y en los de gasolina muchas veces se ven tan forzados que, directamente, salta alguna junta. En ambos pueden aparecer otros problemas en los motores de la ventilación, pérdidas de aceite, fallos de electrónica y en los sensores y averías en el claxon. Esto no es solo culpa de la falta de calidad, sino de los conductores que usan el Berlingo como herramienta de trabajo y la palabra 'mantenimiento' es tabú.

En el caso de nuestro coche de prueba, que incorpora el techo modular y más ventanillas y huecos portaobjetos, incluso se respira cierto refinamiento en su interior. Pero no deja de ser un coche de carga y es algo que no puede ocultar una vez en carretera. Especialmente, con el motor 1.6 HDi de 112 CV, que tiene buen empuje, pero es un poco perezoso.

Eso sí, si miramos los informes TÜV, sea cual sea su año de fabricación, está siempre en los últimos puestos en fiabilidad: pérdidas de aceite, corrosión, averías en el chasis y multitud de traqueteos y ruidos en el interior, una electrónica que enloquece a menudo y problemas en el turbo de los diésel.

Conclusión: el Citroën Berlingo de segunda mano... ¿es una buena opción? 

El Citroën Berlingo, al igual que su hermano, el Peugeot Partner, es un simpático polivalente. Pero muchos propietarios le dan un uso descuidado. Por eso, en este coche -más que en otros- hay que hacer un chequeo a fondo antes completar la compra de segunda mano. ¡Y no pagues más de 9.000 euros por una unidad en buen estado!