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Cómo conducir un coche eléctrico: estos son los consejos imprescindibles

Aprende con AUTO BILD a conducir un coche eléctrico
No es difícil y puede llegar a resultar hasta divertido.

Lo bueno de que quieras aprender con AUTO BILD cómo conducir un coche eléctrico, es que las clases son gratuitas.

Y el material docente, realmente barato, puesto que en cualquier servicio de car-sharing de los que operan en las grandes ciudades puedes probarlos y hacer las prácticas.

Especial coche eléctrico

Lo malo: que no tendrás a nadie al lado para empezar acumulando horas de vuelo y que no haya sustos. Así que punte tú directamente en al volante y a disfrutar de todas las bondades de la electromovilidad.

Antes de entrar

Enchufe y carga aproximada

Pero antes, permítenos un primer consejo: asegúrate de que el coche no está enchufado. Si es así, echa un vistazo al nivel de la carga (lo normal es que tengas algún tipo de 'chivato' LED para que lo puedas ver desde el exterior.

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
Getty Images

Luego, dispondrás a bordo de toda la información detallada sobre la carga y la autonomía en estimada... pero, especialmente si eres novato, no sería raro que se te olvidara comprobarlo en cualquier de las dos oportunidades descritas y descubrieras -quizás, demasiado tarde- que la batería puede que no dure hasta el destino que habías programado. 

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
Rodrigo Fersainz

Es el momento de liberar el seguro de la toma de corriente -lo normal es que tengas que actuar sobre el cierre centralizado para poder extraer la manguera y, a continuación, desconecta el otro extremo, el de la toma de corriente. Tómate tu tiempo en hacer eso, en recoger la manguera correctamente para que no se golpee, raje... ni tampoco se dañe el transformador, si el que estás usando lo tiene. 

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Otro tanto, a la hora de guardarlo: mejor si lo recoges en su funda y no va rodando por el maletero. Trata de no dejarlo al la vista: evitarás que se deteriore, que salga proyectado hacia ti o hacia el resto de ocupantes en caso de accidente... y será más díficil despertar la tentación de alguien te lo quiera robar (recuerda que el cobre se cotiza al alza).  

Acceso al interior

Si en un coche de motor térmico (especialmente, diésel) conviene recrearse con el motor al ralentí para que la mecánica vaya alcanzando su temperatura óptima cuanto antes y los acelerones no lleguen aún en frío -con el bloque sin lubricar bien-, aquí sucede lo contrario:

- No dejes la puerta abierta más tiempo del necesario. 

- No pulses el botón de arranque hasta que de verdad vayas a iniciar la marcha para no gastar batería antes de tiempo. 

- Apaga consumibles (luces interiores, luces exteriores, radio, climatización) por la misma razón. 

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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Y con todo así, colócate el cinturón, actúa sobre los reglajes del asiento y, así, ya estarás listo para colocar y sincronizar el teléfono móvil o programar la ruta en el navegador. 

Al volante

Otra de las razones para no conectar un coche eléctrico antes de tiempo es que no suena, no hay ralentí propiamente dicho. Y es fácil despistarse al colocar los elementos descritos e iniciar la marcha sin querer. 

Arranque

¿Todo listo? ¡Estupendo! Pisa el freno de servicio (ningún eléctrico tiene ya pedal de embrague), dale al botón de puesta en marcha o gira la llave de contacto -si fuera el caso- quita el de mano (que puede ser de pie o eléctrico) y selecciona la posición D (directa) en el cambio.

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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En algún lugar del salpicadero es probable que aparezca la palabra 'ready' ('listo/preparado'), ya que sólo el silencio o algún que otro zumbidillo te acompañarán en este punto. 

Inicio de la marcha

Con el mismo pie derecho- ya que igual que sucede en un coche automático convencional, el pie izquierdo NO se usa-, libera el freno y prepárate para que las ruedas motrices empiecen a girar.

Aceleración

Tienes que tener en cuenta que, por sus características, un motor eléctrico funciona 'de golpe' o no funciona; entrega el par motor inmediatamente, en cuanto pisas el acelerador... o no. Pero como no debe esperar a que lo subas de vueltas -como sucede en un gasolina o en un diésel-, ni se pierde tanta energía en la transmisión, por lo que sus reacciones son más directas -y bruscas, si aún no sabes modularlas-. 

Vídeo: cómo conducir un eléctrico

Esto -junto a la falta de rugido del motor- se traduce en el típico efecto 'susto' si nunca has aprendido a conducir un coche eléctrico, Pero cuando ya eres capaz de controlar esto, ganarás mucho en prestaciones -los motoristas saben lo importante y seguro que resulta a veces ser los primeros en salir de un semáforo, dentro de la prudencia-. 

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
Rodrigo Fersainz

Eso sí, en este punto es donde el conductor de todo vehículo que se mueva con baterías debe empezar ya a pensar en el ahorro. Truco: si quieres lograr una aceleración eficiente, prueba a no tener prisa por que el coche coja velocidad cuando hundes un poco el pie. Así, verás cómo te incorporas a la circulación con un gasto eléctrico mínimo. 

En marcha: cómo conducir con un eléctrico 

A partir de este momento, las diferencias con el coche lanzado se reducen respecto a un vehículo térmico... o quizás, no tanto. Queremos decir que verás que en realidad no tiene mucho misterio conducir así, pero otro de los consejos para adaptarte es sacar al niño gamberro que hay en ti. No al niño-Fernando-Alonso-gamberro, sino al conductor con ganas de divertirse que es muy sano rescatar de cuando en cuando.

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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Porque con el eléctrico te lo puedes pasar muy bien aprendiendo a jugar, a deslizarte por la ciudad y a ahorrar energía todo lo que puedas.  

Potenciómetro

Así, con este cambio de chip, es muy saludable acostumbrarse a mirar el potenciónetro. Si te fijas, es muy parecido a un cuentarrevoluciones, pero ni la aguja sube y baja exactamente igual ni mide los mismos valores. 

  • La parte inicial es la verde/eco... (según modelos): para una conducción eficiente, deberías mantenerte en esta franja. Como decíamos, si pisas un poco el acelerador, sin salirte de ahí, verás cómo el coche va cogiendo más velocidad aunque no hundas más el pie. 
  • La parte superior: la no verde (blanca/amarilla...): indica que estás llevando una conducción normal, que no es la más eco posible, pero tampoco la más gastona.  
  • La última: roja/power: el motor está demandando a la batería el máximo flujo de energía posible. Es donde las prestaciones de un eléctrico más brillan, pero también, por menos tiempo, ya que el consumo aquí es máximo. 
  • La azul (tampoco es verde)/'charge'... Según el modo de conducción que lleves, en función del modelo concreto de eléctrico del que se trate, invadirás más o menos esta zona por debajo del 'cero' equivalente al ralentí cuando arrancas y aún no has acelerado.
Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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En cualquier caso, cuando la aguja baja ahí por una cuesta abajo o una frenada, es cuando los sistemas de recuperación de energía rescatan algo y lo devuelven a la batería. Normalmente, el flujo aprovechable que regenera el sistema no es una barbaridad. Pero piensa que todo lo que sea 'regenerar' significa 'no gastar'. Así que eso que te llevas para tu batería.  

 Retenciones y modos de conducción

Aunque todo dependerá del diseño y sofisticado o sencillo que sea el coche eléctrico en cuestión, lo más común es que un modelo enchufable vaya contando cada vez más con sistemas que te permitan cambiar en tiempo real a uno u otro modo de conducción según tus necesidades (más dinámico y deportivo o más pausado, progresivo/menos brillante y eco) y que te permitan también retener más o menos en cuanto sueltes el acelerador. 

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  • Los modos de conducción: para cambiar de uno a otro, suele haber un botón específico que ponga 'eco' o sport, por ejemplo. 
  • Retención: el grado de freno motor se puede regular, además con:
  1. Botón
  2. Levas tras el volante
  3. Posición B (de 'brake) en la palanca de cambios. 
  4. El llamado acelerador inteligente/e-pedal: desconectable o permanente, actúa de acelerador al pulsar el pedal derecho y de freno de servicio al levantarlo. Cuando lo llevas activado, retiene mucho, de tal manera que puedes iniciar la marcha y frenar hasta detenerte (las luces de freno ) llegan a encenderse sin necesidad de cambiar de mover el pie de un pedal a otro, con lo que disminuye la fatiga en congestiones de tráfico. 
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Entonces, si el coche lo permite, ¿Qué es mejor, llevar puesta la máxima retención al circular? ¿La mínima? ¿O ninguna?  

Pues como todo, la respuesta es que todo depende de las necesidades que tengas en cada momento, la reserva de batería que te quede para llegar a tu destino, tu demanda de prestaciones, confort o ahorro... 

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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Es más: cuando aprendes cómo conducir un eléctrico, te das cuenta, por ejemplo, de que a veces no merece la pena retener/regenerar mucho si ello supone perder mucha velocidad y que esa pérdida de inercia nos obligue luego a acelerar más (y gastar más) para mantener la misma velocidad.   

Regeneración de las baterías con la inercia y las frenadas

En las bajadas, sí que conviene 'tirar más' de esos sistemas de retención y hacer frenadas largas (sin llegar a sobrecalentar los frenos con un uso excesivo del pedal de servicio, por ejemplo, ante un descenso prolongado de un puerto de montaña).

Marcha atrás

Aunque en un futuro muy próximo los nuevos coches enchufables no podrán ser tan silenciosos (ya es obligatorio homologar los nuevos con sonidos añadidos o música), de momento hay que extremar las precauciones en las maniobras. 

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No te fíes de que los peatones que haya alrededor reparen en que estás retrocediendo, aunque tu coche haga ruidos. Tampoco limites tu atención a los asistentes de aparcamiento (cámaras, radares...).  

Charcos

En este apartado, cabe recordar que los charcos no son amigos de los coches, en general, porque si el agua se cuela al motor por el tubo de escape, podrías tener un problema mecánico muy serio. Sin embargo, los eléctricos e híbridos sí que son más vulnerables a la acumulación de agua, dado que los sistemas de regeneración de energía están situados en las propias ruedas, asociados a los frenos. 

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
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Por ello, los fabricantes recomiendan no atravesar charcos o balsas de agua que supongan que el nivel del agua supere al del perfil del neumático, para no mojar en exceso esa delicada parte electrónica. 

Conducción eficiente

Para un ahorro máximo de batería, no olvides los consejos generales que solemos dar aquí para cualquier tipo de coche (gasolina, diésel, bifuel, híbrido, híbrido enchufable (PHEV)...) y que aglutina todo lo que suponga una conducción eficiente: suavidad, anticipación, rutas planificadas lo más cortas y llanas posibles... 

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¿Y si te quedas sin batería?

No conviene apurar, porque el 'range' (la autonomía teórica) es fruto de un algoritmo que normalmente no tiene en cuenta tu estilo de conducción a las características del terreno, si te desvían por otro sitio por el que tengas que recorrer una distancia mayor o transitar por pendientes ascendentes cuando el 'plan inicial' eran tramos en llano o cuesta abajo y a velocidad constante, por ejemplo. 

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Si ves que vas a tener dificultades para llegar hasta tu objetivo, vuelve a extremar la medidas en favor de la conducción eficiente: aminora la marcha dentro de los límites de seguridad, vuelve a apagar consumibles, practica una conducción suave, 'tira' del modo eco... y párate a tiempo en un lugar adecuado, si es necesario, mejor que en cualquier sitio por emergencia. 

En todo caso...: 

- No pliegues los retrovisores: es ilegal y peligroso, porque perderás visibilidad.  

- No circules pegado a un camión: ir detrás de un objeto tan voluminoso reducirá notablemente la resistencia de tu vehículo al viento de cara y mejorará el índice de , pero eliminarás totalmente la visibilidad y la distancia de seguridad en caso de frenazo.  

No quites las luces exteriores cuando la seguridad y la legalidad sí manden llevarlas. 

¿Y si el coche se para del todo?  

Podías ser multado por falta de previsión, del mismo modo que si en vez de conducir un eléctrico, tu coche fuera de gasolina o diésel... pero con el problema añadido de que tendrás que llamar sí o sí a una grúa... y no tendrás la opción de ir caminando a una gasolinera en busca de unos litros de combustible tradicional.   

Práctico: aprende a conducir un coche eléctrico
Rodrigo Fersainz

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