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Cuatro tecnologías del Audi e-tron Sportback que marcan la diferencia

Audi e-tron

Ofrecido por Audi

El Audi e-tron Sportback es uno de esos coches llamados a marcar la diferencia. Con la llegada del primer Audi e-tron, la marca alemana abría un nuevo capítulo en su historia: era el primer modelo 100% eléctrico de Audi. Y revolucionaba la forma de ver y entender el concepto de los Sport Utility Vehicle (SUV), muchas veces asociado con las altas emisiones. 

El Audi e-tron era un coche revolucionario por todo esto pero, además, porque se convirtió en un escaparate tecnológico a un nivel con el que algunos de sus competidores solo podían soñar. Ahora, la llegada del Audi e-tron Sportback solo confirma que la apuesta funciona y que estas tecnologías que recogen ambos modelos siguen marcando la diferencia sobre el resto de vehículos. Conozcámoslas en detalle.

1. Sistema de gestión térmica y bomba de calor

Tanto el Audi e-tron como el Audi e-tron Sportback cuentan con un sistema de gestión térmica compuesto por cuatro circuitos que trabajan para alargar la vida de la batería, incluso utilizando carga de alta potencia (punto 2), al mismo tiempo que asegura el máximo rendimiento del sistema de propulsión. Un total de 22 litros de líquido refrigerante fluyen a través de un circuito de aproximadamente 40 metros de longitud, con la misión de refrigerar los motores eléctricos y sus rotores, la electrónica de potencia y el cargador.

Del mismo modo, el coche dispone de serie de una bomba de calor que contribuye al buen funcionamiento de la gestión térmica, aprovechando el calor residual generado por la batería de alto voltaje, que alcanza hasta 3 kW. Esta energía es reutilizada para calentar o enfriar el habitáculo del coche, contribuyendo a aumentar hasta en un 10% la temperatura del Audi.

Audi e-tron

2. Carga a máxima potencia durante más tiempo

Estamos ante el primer vehículo eléctrico de producción en serie que acepta carga rápida de hasta 150 kW. Pero la potencia de carga por sí sola no es importante, en realidad lo determinante es conocer durante cuánto tiempo puede cargar a máxima potencia y por ello el secreto está en la curva de carga del Audi e-tron, que permite mantener la potencia máxima de recarga durante mucho más tiempo que otros modelos eléctricos de características similares. Con esta potencia de carga mantenida, el coche es capaz de conseguir una autonomía de cerca de 100 km en menos de 10 minutos. Para el 80% serían necesarios unos 30 minutos, mientras que la carga total puede llevarse a cabo en aproximadamente 50 minutos. Esta potencia y su increíble capacidad de mantener la carga a máxima potencia durante más tiempo hace que las paradas para cargar las baterías sean de duración inferior a las de sus competidores.

Curva de carga Audi e-tron

Para acceder a la red de estaciones de recarga, Audi proporciona a sus clientes el servicio Audi e-tron Charging Service, con el que los usuarios del e-tron y e-tron Sportback tienen acceso a más de 180.000 puntos de carga en toda Europa. 

3. Sistema de recuperación de energía

El sistema de recuperación de energía del Audi e-tron y Audi e-tron Sportback es el responsable directo de hasta el 30% de la autonomía total del vehículo (que supera los 400 km) según el ciclo WLTP. La recuperación de energía puede hacerla de dos formas: cuando el conductor levanta el pie del acelerador y el vehículo se retiene por sí solo, o durante la frenada. En ambos casos los motores eléctricos funcionan como generadores y convierten la energía cinética en energía eléctrica, que se almacena en la batería.

Prueba: Audi e-Tron Sportback 55

Lo vemos con más detalle:

  • En deceleraciones de hasta 0,3 g, el e-tron recupera energía exclusivamente mediante los motores eléctricos sin que tenga que actuar el freno convencional
  • Para deceleraciones mayores, el SUV eléctrico decide si se utilizan los motores eléctricos, los frenos hidráulicos o una combinación de ambos. Así, en frenadas desde 100 km/h es capaz de recuperar energía con una potencia de 220 kW, más del 70% de la energía que produce el sistema de propulsión, una cifra que no tiene comparación en la categoría.

Con el e-tron se convirtió, Audi se convirtió en el primer fabricante del mundo en utilizar un sistema integrado de control electrohidráulico de los frenos para un coche eléctrico de producción en serie. 

4. Tracción quattro eléctrica

La conocida tracción quattro de Audi evoluciona en el e-tron y e-tron Sportback hasta convertirse en la tracción quattro eléctrica. La diferencia es que esta tracción no necesita conexión mecánica entre los ejes delantero y trasero, y aun así permite regular de una forma continua y variable el par que distribuye a cada eje para lograr un reparto ideal. 

El resultado: unos niveles de tracción óptimos en cualquier condición climatológica y sobre cualquier superficie. Además, lo consigue mucho más rápido que un sistema quattro convencional, pues tan solo pasan 30 milisegundos desde que el sistema reconoce una situación de conducción en la que el conductor demanda más potencia de la que el motor trasero es capaz de suministrar y el par de los motores eléctricos se hace efectivo en el eje delantero. 

Tracción audo e-tron

El Audi e-tron S Sportback, su versión más deportiva, cuenta también con un sistema de vectorización eléctrica del par que se encarga de distribuir el par entre las ruedas del eje trasero de forma activa y totalmente variable. El efecto es que, durante la aceleración si una de las ruedas traseras entra en contacto con una superficie de baja fricción, el par se puede distribuir entre los dos motores traseros de una forma más rápida y precisa, repartiéndose gradualmente a la rueda con más tracción, mientras que la rueda con baja tracción continúa moviéndose casi sin par que la impulse.

El Audi e-tron S Sportback es el primer coche eléctrico del mundo producido en serie con tres motores. En dos palabras, deportividad eléctrica.

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