¿Ha hecho bien Yamaha al cancelar el desarrollo de su coche deportivo?

No es muy habitual, pero de vez en cuando los fabricantes de automóviles se pasan a las dos ruedas (el ejemplo más reciente es el de Aston Martin) y los de motocicletas se animan a probar con los coches. Por desgracia, a esta exclusiva lista no se unirá Yamaha, que en el reciente Salón de Tokio 2019 ha confirmado que cancelaba el desarrollo de su coche deportivo. ¿Se trata de un movimiento acertado?
VÍDEO: Nueva Yamaha YZF-R3 2019
Las declaraciones
Fue Naoto Horie quien echó por tierra toda esperanza, puesto que declaró a los compañeros de Autocar que “los coches ya no forman parte de nuestros planes a largo plazo. Es una decisión tomada por el presidente Hidaka ya que no pudimos encontrar una forma de desarrollar ninguno de nuestros coches para conseguir que destacase respecto a nuestra competencia, que es muy fuerte”. Eso sí, abandonar el proyecto no ha sido fácil puesto que “los coches deportivos en particular tienen un gran atractivo para nosotros como entusiastas, pero es un mercado particularmente difícil”.
Los motivos
Queda claro, pues, que el principal obstáculo que encuentra la marca del diapasón es el propio mercado, al que califica de difícil, algo en lo que hay que darle la razón, pero también hay que ser conscientes de que es algo sabido por todo el mundo: el segmento de los deportivos no es uno que mueva cantidades ingentes de unidades, se trata de un nicho en el que la mayoría de los fabricantes están por prestigio y porque, pese a no tener volumen de ventas muy grande, se compensa con un precio unitario bastante elevado.
Ahora bien, teniendo en cuenta que la idea de la firma nipona era la de lanzar un deportivo asequible dentro de lo posible, sacar beneficios por un precio elevado era imposible. Pero, ¿es que no hay mercado para un modelo de estas características? Nosotros creemos que sí, y hay un ejemplo que lo deja claro: Caterham.
Caterham como modelo a seguir
A lo largo de los últimos años Yamaha ha presentado múltiples vehículos, pero el que más se acerca a lo que hubiera sido el modelo de producción (por idea y concepto) es el Yamaha Sports Ride Concept, que posiblemente os suene y que ilustra esta noticia.
El prototipo se concibió como un deportivo ligero (menos de una tonelada), en la línea de coches como el Lotus Elise y con una amplia gama de motorizaciones, que iría desde versiones de acceso en torno a los 80 CV hasta alternativas de mayores prestaciones que superarían los 100 CV.
A priori no habría muchos competidores directos, pero salvando las distancias en cuestiones de diseño, Caterham con su Seven ofrece un coche bastante parejo en cuanto a filosofía y gama. La británica tiene como versión de acceso una que monta un bloque de 80 CV y cuyo precio ronda los 25.000 euros, por lo que se encontraría en el rango del hipotético (y ya descartado) deportivo de Yamaha.
Obviamente, Caterham no es una compañía cuyas ventas sean muy altas, pero tiene su hueco en el mercado. ¿Podría haber hecho lo mismo Yamaha? Hubiera sido más complicado posicionarse, pero el desarrollo de un vehículo de tales características hubiera sido viable, siempre teniendo en cuenta que seguramente no fuera un modelo para ganar dinero, si no un ‘halo car’ que aportara prestigio a la marca.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.
Etiquetas: Yamaha
Descubre más sobre Mario Herráez, autor/a de este artículo. Conoce cómo trabajamos en Autobild España.