Etiquetas DGT, por qué se han quedado obsoletas y debería haber cambios
En 2016, comenzó a funcionar el sistema de etiquetado de los vehículos según su sistema de propulsión. La Dirección General de Tráfico se sacó de la manga un marcaje que en la mayoría de las ocasiones no tuvo, ni tiene, porque no ha dado marcha atrás; pies ni cabeza.
No es normal que un coche con motor V8 de 4.0 litros y 600 CV luzca en el parabrisas la etiqueta ECO por mucha microhibridación que tenga. Y menos si se trata de un automóvil que no es capaz de moverse en modo eléctrico y que emite 279 g/100.
Tampoco es lógico que un SUV de 5.110 mm, casi tres toneladas y un motor 4.4 V8 de 490 CV le haya tocado -sí, tocado, como la tómbola- la tan deseada etiqueta 0 por ser híbrido. ¿Qué pasa cuando no funciona en modo 100% eléctrico?
Porque lo de entrar a las ZBE con tu etiqueta 0, pero con el motor de combustión funcionado, lo dejamos para otro día. Con lo fácil que sería obligar a poner un pilotito azul como hace Stellantis en sus vehículos para diferenciar cuándo está moviéndose en cero emisiones... Tampoco quiero meterme en cuánto se contamina durante la fabricación o el achatarramiento de un coche eléctrico.
Algunos de nuestros países vecinos tienen una clasificación más lógica. Por ejemplo, en Francia, se realiza según las emisiones de CO₂, diferenciando seis tipos.
En Alemania es aún más realista, porque, además de las emisiones de CO₂, también se miden las partículas. ¿No sería lo más lógico? Y, por favor, no echemos la culpa a los fabricantes, porque aquí el culpable es la administración.
Recuerdo un informe que hizo la OCU que ponía de manifiesto que muchos coches con etiqueta ECO o 0 emitían más CO₂ que algunos de los automóviles más vendidos con bloques de combustión y pegatina C.
Por este motivo, creo que la asignación de etiquetas se ha quedado obsoleta y debería de haber cambios. Lo suyo es que no se debería de tener en cuenta la tecnología del sistema de propulsión y sí las emisiones reales.
Además, como es lógico, la pegatina 0 se tendría que reservar a los coches eléctricos. Asimismo, se podría crear una nueva; por ejemplo, la etiqueta D, que iría destinada a los híbridos e híbridos enchufables. ¿No crees que es una clasificación más lógica?
Pero claro, ¿y ahora qué hacemos con las etiquetas ECO y 0 que se han dado a diestro y siniestro?
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.
Etiquetas: DGT
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