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El coche eléctrico y el cargador de los móviles

cargador movil

En 2005 pensaba que el bluetooth de mi Qtek era innecesario, ya que los móviles ya tenían ese puerto de infrarrojos para pasar fotos. También que lo de las tarjetas de memoria era una tontería, pues ya teníamos los USB. O que el Android era un intento que no llegaría a nada, que ya estaba el Windows CE que funcionaba razonablemente bien.

Y es que yo siempre he estado al lado de la modernidad, aunque la modernidad no siempre ha estado a mi lado...

Sigamos. Hace poco leía que Europa obligará a los fabricantes de móviles a utilizar un cargador único para los aparatos electrónicos. Dado mi historial, ya no sabía qué pensar: ¿eso era bueno o era malo? 

Pienso que aunque parece bueno (más orden y facilidad), en realidad es malo (menos innovación a la larga): gracias a que cada fabricante se buscaba las habichuelas para ofrecer su mejor producto, pasamos del mini-USB al micro-USB, y de ahí al tipo C, que permite cargas más rápidas y, lo mejor para mí, los puedes enchufar del derecho y del revés. 

Todo eso, a lo largo del tiempo, claro: llegaban avances tecnológicos y se aplicaban a los cargadores. Por su lado, Apple, siempre a lo suyo, ha optado por cables propios, parecidos a los del Tipo C. Parecidos, sí, pero no iguales. 

Y luego estaban los diversos aparatos electrónicos que se conectaban con clavijas redondas, cuadradas... Un “sindiós”, como os gustará decir a los fanáticos de la película ‘Amanece, que no es poco’.

Pero claro: si estás obligado a colocar un tipo C, ¿para qué evolucionar? ¿Nos quedamos así para siempre?

¿Y qué tendrá que ver esto con el mundo del motor? Lo mío con la modernidad, nada; lo de los cargadores tipo C, bastante. Piensa en los coches eléctricos. “No hay planeta B”, no solo es el eslógan de una marca de ropa, o la frasecita que repiten los CEO de compañías que se pasan al eléctrico. También es un hecho.

Cuántos kilómetros puedes hacer con un coche eléctrico por 100 euros

Y para ello hay que bajar el CO2 por narices. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Innovar, no? ¿Conseguir coches neutrales en carbono, por ejemplo? 

Parece que esa no es la solución. Unos señores en Bruselas han decidido que nos pasamos a lo eléctrico, y punto.

Marcas como Opel, Citroën, Jaguar o incluso Rolls Royce ya han anunciado que dan el salto, que se despiden de los motores de combustión, aunque hay voces que aseguran que las emisiones necesarias para crear un eléctrico superan de largo a las de toda la vida de un coche de combustión: echa un vistazo para saber algo más sobre el impacto real de los eléctricos.

Claro, estas marcas paran de innovar en muchas direcciones. Adiós a motores de gasolina más limpios, pues no van a gastar millones en algo que no se va a poder utilizar en unos pocos años. 

También nos despedimos de posibles soluciones a las propulsiones alternativas como este camión con amoniaco, ponemos palos en las ruedas los combustibles sintéticos, a pesar de que podrían aportar algunos resultados positivos o ralentizamos los estudios con hidrógeno, que parece algo prometedor.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Etiquetas: Opinión

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