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Al volante del nuevo Lincoln Continental. ¿Rival de la Clase S?

Prueba: Lincoln Continental
En sus asientos traseros irás como Donald Trump. ¿Y al volante? Te lo contamos.

El nuevo Lincoln Continental fue presentado mundialmente el año pasado en el Salón de Detroit 2016, y nosotros nos ponemos al volante para contarte los entresijos de una berlina americana que pugna por alcanzar los estándares de las mejores creaciones europeas. Prueba: Lincoln Continental. ¿Atraerá compradores del Clase S?

Desde luego, su diseño impone. Tiene una carrocería muy bien acabada, con una prominente parrilla, una silueta limpia y sin ornatos y luces de LED con gráficos muy modernos. Pero no todo es apariencia: bajo la chapa, esconde mucha tecnología de vanguardia. Para sus 5,12 metros de largo se ha desarrollado una nueva plataforma que incorpora los motores más modernos de la cadena de montaje de Ford.

Y este buque insignia va equipado con todos los refinamientos que puedas imaginar, como un increíble sistema de infotainment con cámara panorámica o chasis adaptativo que varía su configuración 23.000 veces por segundo y casi todos los asistentes que puedes encontrar hoy en el mercado. Y es de las pocas grandes berlinas americanas que también reserva un poco de diversión para el conductor. Porque su V6 es refinado en la respuesta, pero también muy vivo. Gracias al empleo de dos turbos, el empuje del tres litros es imponente en todo momento, y construye 400 CV y 550 Nm de par muy sólidos.

La tracción total adaptativa le confiere un buen agarre, y permite llevarlo con dinamismo, sin que se noten demasiado su elevado peso y masa. Solo empaña un poco un comportamiento muy logrado la caja de cambios automática de seis velocidades que, comparada con modelos europeos de su categorías, se queda un tanto anticuada.

Lo mejor está detrás

Prueba: Lincoln Continental
Prueba: Lincoln Continental

Pero el que más disfruta es el que va en el asiento derecho de la segunda fila. Los asientos delanteros están climatizados, tienen función masaje y 30 regulaciones diferentes, pero aun así no llegan a la sublimidad de los posteriores: a todas estas funciones, añaden una forma más digna de los butacones de una suite. Por supuesto, puedes manejar desde aquí, de forma individual, la climatización y el equipo multimedia, y acceder a Internet.

Con todo, respondemos a tu pregunta: por tecnología y prestaciones, no puede equipararse a un Mercedes Clase S. Pero en Estados Unidos puede adquirirse a partir de 50.000 euros al cambio. Menos de lo que cuesta un Clase S de última generación de segunda mano. ¿A que ahora te suena mejor?

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