El último Shelby Cobra 427 Super Snake sale a subasta

En los años sesenta, Shelby American creó un deportivo que con el paso del tiempo no sólo se ha revalorizado: también se ha convertido en uno de los más exóticos. Hablamos, claro está, del Shelby Cobra 427. Sin embargo, la marca quiso rizar el rizo un poco más con los escasos chasis Competition y las especificaciones Super Snake, que sólo aplicó a dos unidades. Una de ellas es la que pertenecía a Carroll Shelby y es la única que ha sobrevivido: sale a subasta el último Shelby Cobra 427 Super Snake.

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Fue en 1965 cuando de las líneas de producción de Shelby American salieron un total de 23 ejemplares del Shelby 427 Competition. La que podéis ver en las imágenes fue la encargada de promocionar el coche en Europa y cuando regresó a casa Carroll Shelby pidió que la modificasen con las especificaciones Super Snake. Algo que hizo que fuera clasificado como Semi-Competition (S/C).

¿Qué tenía de particular aquel deportivo? Su V8 427 Ford de 7.0 litros para el que tuvieron que diseñar estructuras y ejes reforzados lo suficientemente anchos para acoger este gran bloque. Como decíamos, el Cobra 427 tuvo dos versiones: la Competition y la Semi-Competition, ambas concebidas para la competición aunque con la segunda se permitieron ciertas licencias como, por ejemplo, añadir para golpes o parabrisas. Elementos sin los que Carroll Shelby no podía haber matriculado la unidad que ahora se subasta.

El último superviviente

No fueron los únicos retoques que necesitó para poder conducirlo por la calle; recibió dos compresores Paxton, una nueva transmisión automática de tres velocidades y un sistema de tracción trasera. De los talleres de Shelby American sólo salieron dos unidades con las especificaciones Super Snake: este (CSX3015) y otro (CSX 3303) que sufrió un accidente cuando cayó por un acantilado al Océano Pacífico.

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Así que si no era suficientemente exclusivo, se trata de la única unidad que queda del Shelby Cobra 427 Super Snake. Algo que, evidentemente, ha hecho que este deportivo se haya revalorizado aún más. Además, tiene muy pocos kilómetros en su haber, su estado de conservación es muy bueno e incluye varias firmas de su dueño original: Carroll Shelby. La subasta corre a cargo de Barrett-Jackson y se espera que supere los cuatro millones de euros a tenor de lo pagado las dos veces que ha cambiado de manos.