Lo último de los narcos: coches que echan polvo contra incendios para huir de la Policía
La Guardia Civil ha desmantelado una organización que se dedicaba a transportar droga en vehículos. Contaban con un modus operandi muy elaborado, incluyendo coches equipados con extintores para echar polvo contra incendios y huir de la Policía.
La operación bautizada como “Impasible” arrancó el pasado mes de marzo y ha finalizado con la desmantelación de una organización criminal que introducía y distribuía grandes cantidades de hachís por las costas de Málaga y Cádiz. Los agentes ha detenido a sus 36 componentes, además se han incautado 3.150 kilogramos de hachís, una embarcación y 11 vehículos, seis de ellos robados, así como sistemas de telecomunicaciones de última generación.
"El pasado marzo agentes de la Guardia Civil comenzaron la investigación al detectar una embarcación no identificada navegando frente a la Costa de Manilva (Málaga)", explican fuentes de la Guardia Civil. Los investigadores de la Guardia Civil con la información obtenida a raíz de este operativo han conseguido intervenir en las localidades de Estepona (Málaga) 42 fardos de hachís con 1260 kilogramos, 6 vehículos y 3 detenidos. En la localidad de Barbate (Cádiz) han intervenido 55 fardos de hachís con 1.650 kilogramos, 3 vehículos y numerosos dispositivos electrónicos y 7 detenidos.
Coches con extintores para huir de la Policía
"Esta organización estaba altamente especializada y jerarquizada", explican los agentes. En lo más alto del grupo criminal estaba el jefe que mantenía contacto con un lugarteniente en cada provincia donde operaban.
Los componentes de la organización tomaban numerosas medidas de seguridad. Utilizaban vehículos lanzadera para los desplazamientos; estos son vehículos que se utilizan como señuelo para interponerse entre los vehículos policiales, mientras otros automóviles se usaban para el traslado del hachís.
Este vídeo resume el resultado de la operación:
Para el traslado de la droga, los narcotraficantes utilizaban los todoterrenos cargados de hachís en los que llevaban instalado un dispositivo para proyectar polvo contraincendios a los vehículos policiales, en caso de huída. El sistema era bastante rudimentario: un extintor colocado entre el asiento del conductor y el acompañante y con un tubo que conectaba con el exterior a través del techo del vehículo. En caso de ser descubiertos por la Policía proyectaban el polvo del extintor contra los vehículos policiales reduciendo su visibilidad y la adherencia de la calzada.
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