Logo Autobild.es

Turbo: los secretos de la solución técnica que revolucionó el automóvil 

Turbo--los-secretos-de-la-solucion-tecnica-que-revoluciono-el-automovil

No es un secreto que el turbo sea una solución técnica que ha revolucionado el automóvil. Sin embargo, la mayoría desconocen sus principios y orígenes que, en realidad, se remontan casi tanto tiempo atrás como el propio coche. De hecho, la primera solución técnica para la inducción forzada en la que se basa el turbo fue patentada por el propio Gottlieb Daimler

El brillante ingeniero de cuya mente salió el primer automóvil de la historia, seguramente, no intuyó que un siglo después esta solución que utilizaba una bomba accionada por engranajes para forzar el aire en un motor de combustión interna, se habría miniaturizado lo suficiente como para, prácticamente, generalizarse en toda clase de mecánicas. 

VÍDEO: ¿Un Toyota Prius echando humo negro? Adivina la razón

Sin embargo, aunque aquello del turbo de Daimler fue una brillante idea, a la solución real todavía le quedarían décadas de desarrollo en manos de docenas de otras mentes privilegiadas para poder ser técnicamente viable, aunque en ningún caso se podía usar todavía en automoción, porque los turbos de hace 100 años eran casi tan grandes como un coche. 

De hecho, la primera aplicación comercial de un turbocompresor fue en 1925, cuando Alfred Büchi instaló con éxito turbocompresores en motores diésel de diez cilindros. Gracias a la solución técnica que revolucionó el automóvil, primero el turbo revolucionó la navegación, ya que Büchi logró subir la potencia de salida de los motores de barco de 1.750 a 2.500 CV. Y estos bloques se empezaron a usar en los grandes trasatlánticos de la época. 

Los primeros coches con turbo

Esquema del turbo de geometría variable de BMW
Esquema del turbo de geometría variable de BMW

En los años siguientes, los turbocompresores comenzaron a utilizarse en aplicaciones marinas, automotrices y estacionarias de gran tamaño. Durante la Segunda Guerra Mundial, el turbo se uso en motores de avión como el Boeing B-17. Algunos de ellos los fabricó la Garrett Corporation que se había fundado en 1936 en California. 

Precisamente fue la Garret la empresa que más trabajó en el desarrollo del turbo para hacerlo la solución técnica que revolucionaría el automóvil, pero los primeros coches con turbo no llegarían hasta la década de los 60, que fueron el Chevrolet Corvair Monza  y el Oldsmobile Jetfire.

Te interesa Los 10 mejores coches diésel para comprar en 2020

Sin embargo, no fue la madurez del turbocompresor la que sentó el inicio de su dominio en el automóvil, sino la economía, que cambió en todo el planeta después de la Crisis del Petróleo en 1973 y este, seguramente, es el mayor secreto del turbo. 

Desde los años 70, la gasolina barata se acabó y todos los fabricantes de coches se pusieron como locos a buscar soluciones técnicas para fabricar automóviles que consumieran cada vez menos, característica que hasta entonces era prácticamente desdeñada. 

El primer coche europeo con turbocompresor fue Saab 99 Turbo de 1978 y ese mismo año, también llegó el Mercedes 300SD con turbocompresor Garrett, que fue el primer diésel con esta solución que, a la postre, había de Europa un continente dieselizado. El zénit de esta era llegó con el Audi R10, que ganó las 24 horas de Le Mans en 2006, 2007 y 2008 con un motor diésel con turbo. 

Etiquetas: Motor turbo

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.