Tres razones por las que el PERTE puede facilitar la compra del coche eléctrico

El presidente del Gobierno presentó ayer las bases del PERTE de vehículo eléctrico. Financiado con fondos europeos, este proyecto de recuperación busca crear en España el ecosistema necesario para el desarrollo y fabricación de vehículos eléctricos y conectados a la red y convertir a nuestro país en el Hub Europeo de la electromovilidad. 

El PERTE de vehículo eléctrico tendrá una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.300 millones de euros y una inversión privada de 19.700 millones de euros. "Con esta inversión para impulsar el vehículo eléctrico creemos que el sector puede aumentar hasta un 15% su peso en el PIB para 2030", ha avanzado el jefe del Ejecutivo.

El Ejecutivo espera que en 2023 haya 250.000 vehículos eléctricos matriculados y entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga desplegados. Estas tres claves del PERTE serán fundamentales para conseguirlo...

1. Plan Moves III

Comenzamos con la más evidente: entre 400 y 800 millones de euros de los 4.300 millones de euros de aportación pública que tendrá el PERTE de vehículo están destinados a financiar la compra de vehículos eficientes.

Plan Moves III: guía para conseguir el descuento

Más sencillo: el presupuesto del Plan Moves III procede de la dotación del PERTE. La tercera edición del Plan Moves repartirá 400 millones de euros entre quienes compren un coche eléctrico (incluídos los híbridos enchufables y los de hidrógeno); con el compromiso del Gobierno de ampliar esta cantidad hasta llegar a duplicarla si hay suficiente demanda. 

La ayuda del Plan Moves III ofrece un descuento máximo de 7.000 euros para quienes compren un eléctrico puro y, a cambio, envíen al desguace un vehículo para achatarrar. 

2. Fábrica de baterías

El Gobierno lleva tiempo trabajando para poner en marcha una fábrica de baterías en España. El objetivo es no depender de terceros en ninguno de los eslabones de la cadena. 

España tiene 17 fábricas de vehículos, en muchas de ellas se producen vehículos enchufables (tanto eléctricos puros como híbridos enchufables) pero las baterías proceden de otros países de dentro y fuera de Europa. Esto supone un mayor esfuerzo logístico que, a su vez, incremento los costes de producción y, como consecuencia, el precio de venta. 

Varios son los proyectos presentados. El más sólido (o, al menos, el que parece tener más apoyo gubernamental) es el que lidera Seat para convertir su fábrica de Martorell (Barcelona) en una gigafactoría. Fabricar baterías es también una de las propuestas para mantener activas las instalaciones de Nissan en Barcelona una vez el grupo japonés cese su actividad en la Zona Franca. Mientras que el gobierno regional de Extremadura en colaboración con varias empresas privadas defiende una iniciativa que cubre todo el proceso de fabricación de baterías, comenzando por la extracción de litio en la mina de San José de Valdeflórez (Cáceres).

EL PERTE de vehículo eléctrico contempla también la creación de una Academia para las Baterías. Según ha adelantado Pedro Sánchez, esta iniciativa  permitirá la formación de unas 150.000 personas en los próximos años en los diferentes ámbitos relacionados con el desarrollo y fabricación de baterías para coches eléctricos.

3. Puntos de carga

Son muchas las voces que defienden que no se pueden vender coches eléctricos si no hay donde cargarlos. Como respuesta, el Gobierno recuerda que entre las medidas facilitadores del PERTE se encuentra la Ley de Cambio Climático. Esta contempla, además del cese de venta de vehículos de combustión en 2040 y de la creación de Zonas de Bajas Emisiones, la obligación de que las estaciones de servicio cuenten con puntos de carga para vehículos eléctricos (también los edificios de nueva construcción y aquellos que sean rehabilitados); además, se creará un Punto de Acceso Nacional de información sobre puntos de recarga en tiempo real.